La regla de no contacto tiene como objetivo dejar atrás un vínculo emocional para siempre. Para ello, es imprescindible no llamar, enviar mensajes o mirar perfiles sociales. Será la estrategia más eficaz para avanzar con mayor dignidad.
Última actualización: 05 de junio de 2022
A veces nos vemos obligados a dejar a alguien que amamos, pero vivir con él es insostenible y dañino. En estos casos es imprescindible respetar la regla de no contacto.
Cualquier forma de comunicación queda definitivamente cortada. El objetivo es superar el duelo de la ruptura lo antes posible y seguir adelante.
Es importante aclarar un detalle. Algunas personas optan por el no contacto como forma temporal de castigo y para llamar la atención del otro. No es lo correcto. La manipulación nunca funciona y es un acto de total inmadurez.
La elección de limitar o cancelar los contactos debe ser definitiva y acompañada de una preparación mental adecuada. Por ello, es necesario saber gestionar las ganas de enviar mensajes, audio y realizar llamadas.
Más importante aún, dejar a una persona también significa no pensar en lo que podría hacer o con quién está. Esto implica necesariamente no caer en la tentación de acechar o controlar a la ex pareja en las redes sociales.
La regla del contacto cero es una herramienta de apoyo mental para nosotros mismos. Nos permite liberarnos del vínculo con alguien que, hasta hace poco, era importante en nuestras vidas.
Cómo respetar la regla de no contacto
Respetar la regla de no contacto implica ver este recurso como una estrategia de desintoxicación. El objetivo es acabar con la dependencia emocional aún latente de la ex pareja.
Al fin y al cabo, dejar abiertos los canales de comunicación nos hará caer en la tentación de contactar con el otro. Y lo que es peor, despertar sentimientos que ya no tienen sentido ni lugar.
En estos casos, por tanto, se debe promover un adecuado control de los impulsos. Así lo avalan también trabajos de investigación realizados en la Universidad de Deusto y la Universidad de Madrid. El gran problema de las relaciones adictivas es el apego no saludable y el comportamiento impulsivo. Dimensiones que dificultan una ruptura definitiva.
Casi sin darnos cuenta, caemos en lazos de “chicle”, es decir, tensos pero nunca del todo rotos. Caer en estas dinámicas aumenta el sufrimiento. Por ello es recomendable adoptar estrategias adecuadas que partirán siempre del necesario no contacto.
1. Evita la confusión emocional: una ruptura es un punto final
Hay personas que terminan una relación sin dejar claro lo que significa. Si el propósito es dejar un vínculo que provoca infelicidad, es fundamental tener claro que no hay lugar para un paréntesis.
Acepta que lo que necesitas: tranquilidad, equilibrio y bienestar psicológico. Reanudar esa relación sería un gran error, por lo que debemos lograr ese objetivo.
La otra persona también debe tener claro el final. Para evitar confusiones emocionales, sí. también evitará el "sigamos siendo amigos".
2. Informar a los demás
Familiares, amigos, compañeros de trabajo… Se recomienda que todo el círculo social sea consciente de la ruptura y la respete.
Esto también significa evitar comentarios como "Vi a tu ex con otra persona" o "Tu ex está muy triste y te extraña". Igualmente, nadie debe actuar como intermediario retransmitir mensajes de esa persona con la que ya no deseamos tener contacto.
3. Eliminar a la ex de las redes sociales
La mayoría de nosotros tenemos una vida social y una vida digital. Es fundamental eliminar a la pareja de todo el universo digital de las redes sociales y también de nuestros contactos móviles.
De esta forma evitaremos la tentación no solo de conocer al otro, sino también de ver destellos de vida a través de las fotos que publica.
Cuando sentimos la necesidad de contactar con nuestra expareja, buscamos otras fuentes de dopamina que capten la atención de nuestro cerebro.
4. Controla los impulsos para contactar con la ex pareja
Cuando se trata de respetar la regla de no contacto, podemos pensar en nuestra mente como la de un adicto: sentimos una necesidad compulsiva de contactar a la persona.
Una parte de nosotros está obsesionada con mirar el perfil de Instagram, saber si está online en WhatsApp... Nuestro cerebro necesita esa dosis de dopamina a la que está acostumbrado, así que es difícil. ¿Qué hacer?
- Aceptar los sentimientos: Después de una ruptura, es normal sentir tristeza, nostalgia, desconcierto e incluso ira.
- Considere lo que sucederá si vuelve a contactar a la persona.: una oleada temporal de felicidad que nuevamente terminará en sufrimiento, pérdida de dignidad y mayor agotamiento psicológico.
- Busca otras fuentes de dopamina que aumenten el bienestar y la ilusión: emprender nuevos proyectos, ver a otras personas, descubrir nuevas aficiones, etc.
- Distraer la atención del celular evitará la tentación de contactar al ex.
- Para respetar el no contacto, no dudes en confiar en tus amigos. Cada vez que sientas la necesidad de enviarle un mensaje de texto a tu ex, llama a ese amigo con el que puedas hablar.
5. Respetar el no contacto redescubriendo las fuentes olvidadas de la felicidad
Hay relaciones en las que el amor se convierte en una obsesión. Nos quedamos ciegos y vemos sólo al otro, orbitamos alrededor de una figura que lo oscurece todo. Se pierde el tiempo invertido en ese vínculo, tiempo precioso que hemos dejado de invertir en nuestra felicidad.
Seamos claros, si seguimos las estrategias para respetar el no contacto, descubriremos que con el paso de los días ganaremos más control sobre nuestra vida.
Disminuirá la dependencia y la obsesión por estar cerca de quienes nos hacen daño. Solo así descubriremos las fuentes de felicidad que habíamos olvidado. Aquellas en las que se inscribió nuestra auténtica esencia de persona. Puede ser extremadamente difícil al principio, pero es muy beneficioso.
