Última actualización: 05 de enero de 2016
"No recuerdas los días, recuerdas los momentos"
–Cesar Pavese–
"La vida y las circunstancias nos separaron, pero valió la pena...
Todavía recuerdo tu forma de caminar, de mirarme, cómo nos reíamos juntos de cada tontería, simplemente porque éramos felices juntos.
La vida y las circunstancias nos separaron, pero valió la pena… Valió la pena compartir contigo secretos, abrazos, besos, deseos.
La vida y las circunstancias nos separaron, pero valió la pena...
La vida nos ha dado un regalo: darnos a conocer y amar, y no necesito nada más. No me quejaré diciendo "¡No es justo, lo perdí!" o "¡El destino me lo quitó!". Porque el simple hecho de haber vivido una pequeña parte de mi vida contigo es suficiente para hacerme sentir una persona afortunada.
La vida y las circunstancias nos separaron, pero valió la pena...
No lloraré porque te hayas ido, me hiciste feliz. Me hizo creer de nuevo en el amor, en el respeto, en la complicidad.
Me hiciste creer de nuevo en la combinación perfecta de dos seres imperfectos. Aunque me hubiera gustado seguir caminando a tu lado.
Aunque la vida te lleve con la fuerza de un huracán, y aunque nunca te haya vuelto a ver, no me importa. Tu recuerdo permanecerá vivo dentro de mí para siempre.
Tal vez me vuelva a enamorar, no me rindo. La vida tiene la capacidad de sorprenderte sin que te des cuenta. O puede ser que el amor ya no toque a mi puerta... ¿quién sabe?
Pero pase lo que pase, tus dulces besos, tus palabras de amor y tu forma de calmarme cuando me enfado siempre tendrán un lugar especial en mi corazón.
Tal vez me vuelva a enamorar, no me escondo. La vida puede sorprenderme.
Pero pase lo que pase, la forma en que besaste mi frente y el hueco de mis ojos... la forma en que tomaste mis manos entre las tuyas y me miraste de una manera que me hizo sentir especial... la forma en que te elevaste en el aire, mientras nos sintiéramos los maestros de la felicidad, siempre tendrán un lugar especial en mi corazón”.
El poder de los recuerdos
Los recuerdos son la esencia de las personas, de nuestras experiencias y momentos vividos. Son parte de nuestra historia, y de nuestro camino de vida.
Sean buenos o malos, tienen un gran poder sobre nosotros, ya que en pocos segundos pueden ponernos la piel de gallina, hacer que salga una lágrima o, simplemente, dibujarnos una sonrisa en la cara; tal como en la reflexión que os hemos propuesto, en la que el escritor es consciente de que las cosas no salieron como esperaba, pero sigue manteniendo vivo el recuerdo de lo vivido y vivido. Un recuerdo nos alimenta, nos da fuerza.
Por eso, aunque una relación haya terminado por los más diversos motivos, su recuerdo, su esencia, su huella en la piel quedará para siempre. Y, aunque vuelvas a tomar tu vida en tus manos, lo que ha sido siempre permanecerá en ti.
Pero cuidado con no apegarse demasiado a los recuerdos, porque estos también pueden impedirnos cerrar ciertas heridas.. Manten eso en mente:
1. Tener buenos recuerdos de las personas que hemos amado es hermoso y positivo. Lo que no tenemos que hacer es quedarnos estancados en el pasado.
La vida continúa y necesitamos volver a ser felices, abriendo nuestra mente a nuevas experiencias y personas que puedan devolver la felicidad a nuestros días.
2. Los recuerdos vividos con optimismo son beneficiosos y nos ayudan a sentir que la vida nos ha hecho un regalo y que debemos sentirnos afortunados. Siempre hay algo que aprender de las experiencias vividas.
"La memoria es el invernadero de las alegrías pasadas".
-Lucian Blaga-
3. Los recuerdos son parte de nuestra vida. Cuando una persona se va, nos ayuda a sentirnos cerca de nosotros nuevamente por un tiempo. Debemos revivirlas con alegría y no con triste nostalgia. Aférrate a lo mejor y aprende de lo peor.
4. No debemos utilizar los recuerdos para atormentarnos pensando en lo que hemos perdido. Si no tuviéramos recuerdos, nuestra vida estaría vacía. Tal vez no tendríamos nada de qué quejarnos, pero ni siquiera nada de qué regocijarnos.
Los recuerdos tienen vida propia.
