No estar a la altura de tu pareja es más común de lo que crees. Analicemos las causas detrás de esta idea.
Última actualización: 15 de marzo de 2022
Muchas personas viven sus relaciones plagadas de una sensación desagradable y agotadora: no sentirse a la altura de la pareja. Pocas situaciones son tan dañinas para el bienestar psicológico como albergar una idea así.
Quienes se ven en falta con respecto a un ser querido suelen tener la misma visión en todos los ámbitos de la vida. Trabajo, amistades, aspiraciones personales… Hay quienes se mueven como si fueran un patito feo, sin asomo de carisma, talento o virtud, se convierten en actores secundarios de su propia vida; espectadores sin protagonismo.
No es sano vivir condicionado por esta narrativa interior. Ideas que, en realidad, suelen tener causas muy concretas que merece la pena analizar y comprender.
En ocasiones muchos de los mensajes que nos enviaban nuestros padres en la infancia tejen una constante percepción de inferioridad.
No sentirse bien con la pareja.
De niños aprendemos a amar y también a desconfiar de los demás. Durante la infancia podemos aprender a no sentirnos superiores a los demás, pero tampoco inferiores.
Emprender el camino de la vida con confianza en uno mismo y sentirse útil es el mejor nutriente para estar contento y gozar de una sana autoestima.
Sin embargo, muchas personas sienten que no están a la altura de su pareja. “Siento que no soy lo suficientemente bueno para él/ella. La verdad que tengo miedo de que en algún momento me deje”. Esto da como resultado vínculos inciertos y dañinos.
Aquellas en las que existe un miedo constante al abandono, se intensifican los celos, se distorsionan los pensamientos y se alimentan las mil y una inseguridades relacionadas con la relación.
Podríamos decir que el origen de tal escenario radica en la baja autoestima. Sin embargo, como todos sabemos, esta construcción psicológica se alimenta en gran medida de nuestra interacción con el medio ambiente.
Incluso las figuras que fueron (y son) parte de nuestra vida diaria pueden afectar la visión que tenemos de nosotros mismos. Vemos qué dimensiones motivan el sentimiento de inferioridad con respecto a la persona amada.
Padres narcisistas, hijos con sentido de inferioridad
Un estudio de investigación de la Universidad de Amsterdam describe los severos efectos que genera el narcisismo paterno o materno en la autoestima de los niños.
Este modelo educativo fomenta que los niños tengan que complacer a sus padres y satisfacer sus necesidades mientras subestiman las propias. Todo ello tiene consecuencias nefastas en el desarrollo psicosocial de la persona.
Los padres narcisistas no ofrecen seguridad, afecto saludable o validación.. Esto significa crecer con importantes necesidades emocionales, la sensación de ser inútil y estar constantemente en desventaja frente a los demás.
Una larga historia de decepciones y fracasos en el amor
Cuando el descontento con tu pareja es una constante, necesitas explorar tu historia emocional. Es normal llevar un equipaje emocional lleno de decepciones, malas historias, decepciones y pedazos de un corazón que ha sufrido. Todo esto puede hacernos pensar que “algo anda mal” en nosotros.
Los fracasos repetidos en materia afectiva también pueden afectar la autoimagen, llevando a la persona a sentirse culpable. Un conjunto de ideas que configuran una visión claramente nociva.
No estar a la altura de la pareja: falta de seguridad y confianza en la relación
Cuando el vínculo con tu ser querido está marcado por dudas y miedos, siempre hay un motivo y hay que identificarlo. El problema puede estar en nosotros (baja autoestima, trauma infantil, relaciones pasadas no resueltas, etc).
En otros casos, sin embargo, el problema no depende de nosotros, sino que hay que buscarlo en una pareja que no se dedica a la relación como se debe:
- Es posible que no ofrezca el apoyo emocional adecuado.
- Tal vez la relación sea unidireccional, donde solo la pareja decide qué dirección debe tomar la relación.
- Te hace sentir inseguro, criticar y juzgar en exceso.
A veces pensamos que el problema está en que creemos que no estamos a la altura de la pareja, pero la verdad es bien distinta.
No sentirse a la altura de su pareja y/o su familia
La pareja puede ser muy atractiva o tener un buen trabajo. Es posible que su familia, sus amigos y los lugares que frecuentan tengan características específicas que nos fascinan. A la luz de esto, uno se siente en desventaja.
Es una situación común. Muchas personas se sienten culpables con respecto a la belleza, los éxitos profesionales o la familia idílica y pacífica de su pareja.
La base de este malestar es la baja autoestima. y la creencia de que los rasgos positivos del otro son una desventaja para uno mismo. Es claramente un enfoque problemático.
Cambios vitales o físicos
El desempleo puede ser uno de los factores que llevan a no sentirte bien con tu pareja. Especialmente si es una condición que ha durado mucho tiempo.
Perder el trabajo a menudo provoca una importante erosión de la identidad personal, hasta el punto de desarrollar sentimientos y percepciones negativas sobre uno mismo.
Esto puede llegar hasta el punto de no considerarte digno del cariño y admiración de tu ser amado. Por otra parte, factores como el aumento de peso o cualquier otro cambio físico también pueden tener un gran impacto. Se pierde la confianza en uno mismo, hasta el punto de suponer que la pareja ha dejado o dejará de querernos o querernos.
Encuentra la raíz del problema
Nadie puede encontrar la felicidad con pareja (o sin ella) sin autoestima, cuando la autocrítica es constante y uno se siente inferior en todos los aspectos de la vida. Es necesario volver a la raíz del problema de esta autodesvalorización.. Para ello, no dude en pedir ayuda especializada.
La Terapia Cognitiva Conductual ayuda a aumentar la autoestima ya que le permite adoptar un enfoque mental más saludable. Por otro lado, la terapia centrada en la compasión es buena para infundir confianza, autoaceptación y autoeficacia.
