Última actualización: 24 de enero de 2015
Aunque sabemos que el resentimiento es un sentimiento negativo, por el que gastamos energía inútilmente, a veces nos sucede que nos sentimos prisioneros de un recuerdo que nos hace sentir rabia y frustración, quizás porque alguien ha destruido nuestro sueño o por un amor no correspondido o cualquier otra cosa que nos hiera. Y esta cavilación constante, incluso sin saberlo, hace que los malos recuerdos sobrevivan día tras día. Después de experimentar el dolor, nada es igual que antes y con el tiempo nos encontraremos reviviendo y repensando lo que nos dolió.
Sin embargo, aunque lo lamentemos, estos recuerdos no se pueden borrar de la noche a la mañana. Sobrevivimos a los días de abandono, a los días de dolor, seguimos adelante con nuestra vida, pero esos recuerdos quedan confinados en un rincón de nuestro corazón y resurgen ese día de otoño en el que nos sentimos particularmente tristes y nostálgicos.. Aunque estemos viviendo un momento feliz, puede ocurrir que los malos recuerdos, aquellos que nos gustaría olvidar, resurjan de la memoria.
No es tan fácil pasar página cuando un día soleado se convierte en un día gris, quizás pase el tiempo y creamos haber superado el dolor, pero tarde o temprano este mismo dolor resurge. No hay forma de olvidarlo, pero hay una forma de vivir con él y superarlo y esa es dejar de lado el rencor.. Una vez que entendemos que todo pasa por algo, que el amor puede terminar, que las personas y las situaciones cambian, que la vida sigue su curso inexorable, que lo que hoy existe, tal vez mañana ya no exista, que somos humanos y podemos estar equivocados, que no podemos controlar todo y que fácilmente podemos ser reemplazados por otras personas en el corazón o en la vida de alguien, en este punto debemos entender que perdonar es una forma de olvidar.
Llegará el día tan deseado como difícil, en que podremos recordar sin volver a sentir dolor, en que la ira no arruinará nuestro buen humor, ese día en que decidamos seguir perdonando y dejando de lado el pasado y resentimiento. Todo el mundo piensa en momentos oscuros del pasado, cuando alguien nos traicionó o nos lastimó. Los días felices parecen perder su color ante los días tristes en los que nos sentimos heridos, pero debemos detenernos y reflexionar sobre la vida y sobre el hecho de que es una sola, por lo que debemos dedicarla a la búsqueda de la felicidad, sin desperdiciarla. tiempo y energía intentando rencor que ciertamente no nos ayudará en nuestra misión. Para esto es mejor perdonar. Una vez que entendamos esto, entonces podemos seguir adelante.
No es fácil, lo sabemos, pero cuando vuelva el sentimiento, será más fácil perdonar y olvidar el triste recuerdo del pasado. Perdonar para olvidar es la mejor solución. Deja el rencor a un lado.
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