Última actualización: 05 de abril de 2016
Necesito un abrazo, Necesito sentir tus brazos envolverme y no dejar lugar para el miedo o el frío del invierno.. Necesito sentirme protegido de lo que me duele, de lo que me entristece. Sin embargo, no quiero un abrazo cualquiera, quiero uno fuerte, en el que no haya necesidad de palabras, porque tu cuerpo envuelve el mío y me transmite tu energía, mientras yo te abrazo con todo mi corazón.
Déjame olvidar todo lo que me duele y recuérdame que la vida está hecha de calor, hogar, amistad, amor. No necesitas decir una sola palabra, porque tus manos unidas a mi espalda y tu cabeza apoyada en mi hombro me hablan de tu estima y tu cariño.
"Abrazo, puro deleite, tu rostro desconocido, idéntico a mi alma".
-Marguerite Yourcenar-
¿Por qué necesitamos abrazos?
Se ha demostrado que los bebés necesitan abrazos, ya que todas las muestras de cariño (abrazos, besos, caricias) favorecen su crecimiento y aumentan los niveles de producción de oxitocina. Sin embargo, a medida que crecemos y nos hacemos adultos, recibimos muy pocos abrazos, pasamos muy poco tiempo en contacto físico con otras personas.
Casi parece que tenemos miedo de mostrar lo que sentimos, de demostrar afecto y amor, de tocarnos y de sentir nuestra piel en contacto con la de otra persona. Necesitamos abrazos para sentirnos protegidos, para darnos energía, para recordarnos que hay alguien que realmente nos importa., para sentir comodidad. Si sientes la necesidad de un abrazo, dilo o abrázalo espontáneamente.
"Si supiera que esta es la última vez que te veo salir por la puerta, te abrazaría, te besaría y te llamaría para pedir más".
-Gabriel García Márquez-
Los beneficios de los abrazos.
Abrazar a otra persona tiene muchos beneficios. Son muchos los estudios científicos que han demostrado que el contacto físico nos hace sentir mejor con nosotros mismos, tiene un efecto positivo en el desarrollo de la inteligencia y puede ser la causa de cambios fisiológicos. Abrazar es una forma de contacto físico, pero no hay duda de que es especial.
Los niveles de oxitocina aumentan
Un abrazo aumenta los niveles de oxitocina, la hormona que nos hace sentir bien, y reduce los niveles de estrés, al mismo tiempo que reduce la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
Cuando abrazamos a alguien, los receptores de la piel se despiertan y envían un mensaje al nervio vago del cerebro, que es responsable de bajar la presión arterial. Un estudio realizado en 2010 por la Universidad de Miami, Florida, llevó a la conclusión de que cuantos más abrazos das o recibes, más baja es tu presión arterial.
Fomentan la comunicación
Cuando damos un abrazo estamos creando confianza, cariño, amor, lo que mejora la comunicación con la otra persona involucrada en el abrazo y esto nos hace sentir muy bien. De nada sirven las palabras, porque la ligera presión de un cuerpo y dos brazos sobre nosotros ayuda a generar confianza por sí sola.
Aumentan la autoestima
Cuando alguien nos abraza, nuestra autoestima aumenta, porque entendemos que la otra persona nos aprecia y que nos lo está comunicando con su abrazo. En 2012, se publicó un estudio en el Journal of Science Psychology que demostró que los abrazos reducen en gran medida las preocupaciones relacionadas con la muerte y mejoran la forma en que lidiamos con los miedos.
“Quédate con un amor que te dé respuestas y no problemas, seguridad y no miedo, confianza y nunca dudas”.
-Paulo Coelho-
Mejoran la empatía y la comprensión.
Con un abrazo es posible ponerse en los zapatos de la persona que abrazamos y viceversa. Es posible ayudar a un desconocido, a un amigo oa tu pareja, a comprendernos y apoyarnos. La necesidad de ser comprendido es muy humana y, A veces, un simple abrazo es suficiente para sentir el apoyo que necesitamos.
Hay que intentar recuperar la cercanía con los demás porque, en la actualidad, debido a la proliferación de las redes sociales y al uso del móvil, las relaciones se vuelven cada vez más frías y no hay espacio para escucharse, mirarse a los ojos, acariciar, besar o abrazar.
Es fundamental, para su bienestar, encontrar el contacto físico con otra persona, fomentar los abrazos. Por ello, te invitamos a abraza y déjate abrazar, para disfrutar del calor y la intimidad que nacen con un abrazo fuerte y duradero.