Última actualización: 11 de enero de 2016
Muchos están convencidos de que la edad adulta implica vivir una vida llena de responsabilidad, ansiedad y dudas. Quizás por eso es tan fácil encontrar adultos que a los 40 años intentan vivir como sus hijos. Otros están tan llenos de dudas y remordimientos que prefieren dejarlo todo atrás y huir.
Si usted también está investigando esta fase de la vida, es hora de tomar a los niños como ejemplo. Viven, ríen y aman con tanta naturalidad que parece que no hay maldad en la vida.
"Los niños ven la magia porque la buscan"
-Christopher Moore-
Redescubre lo que te hace brillar
Los niños son como un sol capaz de iluminar todo a su paso; no tienen idea de lo que son las preocupaciones sobre el futuro o lo que significa asumir la responsabilidad.
No se avergüenzan si cometen un error, y no tienen problema en expresar sus sentimientos; si se caen, siempre están listos para levantarse y empezar de nuevo.
Todas estas son características que tendrás que tener en cuenta para volver a vivir, reír y amar como niños. Tendrás que darte tiempo todos los días para descubrir las cosas más pequeñas y emocionarte con ellas.
No existe una receta mágica para olvidar las preocupaciones. Necesitarás permitirte ver la realidad desde una perspectiva llena de entusiasmo y positivismo.
¿Cómo vives, ríes y amas como niños?
1. Ríete siempre que tengas la oportunidad
No hay necesidad de perder el tiempo haciendo bromas tontas o burlándose de los demás. Así no es cómo funciona. se trata más bien de desarrollar un sentido del humor que te haga feliz.
“El arroz es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano”.
-Victor Hugo-
2. Confía en tus superpoderes
¿Crees que no tienes poderes? Te retamos a encontrar cinco cosas que haces bien. Por supuesto, no se mencionan habilidades asombrosas:
- ¿Eres capaz de aliviar los problemas de los demás con tus bromas?
- ¿Eres capaz de hacer una deliciosa pasta?
Estos son solo dos ejemplos, pero puedes encontrar muchos otros. Un superpoder es lo que te hace único.
3.¡Di!
Los niños no pierden el tiempo preguntándose "¿Seré capaz de hacer eso?" o "¿Tengo las habilidades para...?". Los niños simplemente hacen cosas. Desafortunadamente, los adultos a menudo olvidan la importancia de descubrir siempre cosas nuevas.
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que te hizo sentir inseguro? Puede ser una simple cita así como un salto en paracaídas. ¡Lánzate a algo diferente!
"Todo lo que quieres está fuera de tu zona de confort"
-Robert Allen-
4. Sal con tus amigos
¿Alguna vez has notado que los niños siempre están rodeados de otros niños? Esto los hace felices, ya que pueden compartir los buenos y los malos momentos. Estos son los momentos que representan nuestro mayor tesoro: el recuerdo de los mejores momentos de la vida.
Después de todo, ¿de qué sirven las cosas materiales y el éxito en el trabajo si no hay con quién compartir estas alegrías?
5. Sé rebelde
Lo más probable es que estés a punto de decir que no tienes tiempo o que estás abrumado con obligaciones y deberes. No te preocupes, no hace falta dejar el trabajo para embarcarse en una aventura alrededor del mundo (todo esto es posible, aunque no sea fácil).
Ser rebelde significa no conformarse.
¿Has caído en la monotonía del status quo? ¿Qué estás haciendo ahí? ¡Seguir sus sueños!
Los niños siempre están buscando nuevas oportunidades. Un nuevo juego, nuevos amigos… no se etiquetan, y eso les permite ser ellos mismos y desarrollarse como personas.
“Estamos aquí para dejar una huella en el universo. De lo contrario, ¿por qué estaríamos aquí?".
-Steve Jobs-
6. Abraza a los que amas
Si tienes hijos o tienes otras oportunidades de pasar tiempo con niños, seguro que sabes que les gusta abrazar a los demás sin motivo aparente. En realidad, la razón existe: es un simple deseo de hacerlo.
Esta es su manera de demostrar su amor, y disfrutan el momento riendo. De eso se trata la vida.
No tengas miedo de que la gente se tome a mal que los abraces. Si es la primera vez que lo hace, puede parecer extraño, pero pronto se sentirán tan cómodos que harán de esta práctica una parte de su propia vida.
¿Asi que? ¿Estás listo para vivir, reír y amar como niños? No dejes que la rutina silencie al niño que llevas dentro. No importa si tienes 20 o 60 años, cada uno de ustedes tiene las habilidades para revivirlo y permitirle disfrutar plenamente de la vida.
¡Solo hazlo!