Escrito y verificado por el psicólogo. GetPersonalGrowth.
Última actualización: 14 de diciembre de 2022
Las relaciones significativas se miden sobre la base de la profundidad del vínculo, de la sensibilidad compartida, de la presencia en los malos y buenos momentos. Son relaciones magníficas que no se miden por los años que pasamos juntos, sino por la calidad de las experiencias.
Las relaciones significativas las hacen memorables, vívidas e intensas, no necesitan un día entero para descifrar una mirada y entienden correctamente los momentos de ausencia, sin doble lectura ni malas intenciones.
No hay nada más maravilloso que la calidez que transmite una mirada que nos conoce.
Estarás de acuerdo conmigo. No hay nada más maravilloso que la calidez que transmite una mirada que nos conoce. Esas miradas que te teletransportan a casa, a una noche lluviosa bajo una manta oa una conversación fraguada en la calidez de la intimidad.
No podemos afrontar la vida ni apreciar mejor el mundo con nadie. Lo hacemos con amistades hechas de momentos compartidos y risas, caracterizadas por cafés recién hechos, por horas que pasan por el arte mágico de las manecillas de nuestro reloj.
Esas personas que nos hicieron echar raíces, que nos muestran lo que sembramos. Porque las mejores emociones que experimentamos los seres humanos nos llevan a quedarnos, a instalarnos en un lugar por un motivo muy concreto.
Relaciones significativas: el cariño sincero nunca termina, no es negociable ni condicional
En el transcurso de la vida, la mayoría de los adultos entienden que hay amistades que se acaban, afectos egoístas que no les permiten crecer, relaciones líquidas sin base viable que se basan en intereses momentáneo y fugaz.
Cualquiera que haya vivido algo así sabrá que las verdaderas amistades se cuentan con los dedos de una mano. Las decepciones deben ayudarnos a entender que lo mejor en caso de interés momentáneo es evitar sumergirnos en la relación con demasiada intensidad.
Por todo ello, este cariño indescriptible es mucho más que la suma de las partes. Es la confluencia de lo aprendido, de las palabras habladas y la sinceridad sin filtros que caracteriza a una persona. Es precisamente esto lo que permite que una persona mejore.
Porque si tuviéramos que extraer el indicador personal de una relación significativa, la mejor prueba sería esta: una persona más feliz y con menos miedos. Una persona que camina con tanta confianza que deja huellas a su paso.
No necesitamos a los que actúan como si no nos necesitaran o como si no los tuviéramos en nuestro turno. Saber que el otro nos apoyará o poder ayudar a una persona que amamos es uno de los sentimientos más hermosos que existen. Además, este factor es un pilar fundamental para tejer una unión inquebrantable.
Saber que alguien no flaquea a la hora de permanecer a nuestro lado a pesar de todo, equivale a saber que nos quiere aunque nos hayamos equivocado. Esto nos da estabilidad, nos ayuda a entender que los errores son parte de nuestra condición y que no vale la pena estar atrapados por dentro.
Le las relaciones significativas nos mantienen estables, nos hacen comprender que la vida no es tan sombría como los fantasmas que nos hacen creer. Son esas relaciones las que nos permiten recolectar razones para ser mejores personas y nos dan la conciencia de que, cuando establecemos algunas de ellas en el transcurso de la vida, las angustias se pueden dividir por la mitad.
Imagen principal por Claudia Tremblay