Según la antropóloga Helen Fisher, volver a ver a un ex alimenta nuestros sentimientos de añoranza y pasión por una historia que consideramos inconclusa.
Escrito y verificado por el psicólogo. GetPersonalGrowth.
Última actualización: 15 2022 noviembre
Ver a un ex nuevamente alimenta un fuego aparentemente extinguido y profundamente inactivo. Un choque entre dos almas que se reconocen al instante, pero que traen consigo otras vivencias, mayor madurez y vivencias únicas. A veces dejar reavivar esa llama te permite vivir una historia excepcional; otras veces significa repetir los errores del pasado.
Vivimos en una época en la que es fácil ponerse en contacto con amigos de la infancia y, por supuesto, con personas con las que hemos tenido una relación cercana, incluso íntima.
Un amor perdido despierta en nosotros ilusiones, fantasías o ideales platónicos, por lo que es más que común buscar a la persona en las redes sociales para volver a contactar. A veces lo hacemos por simple curiosidad; otros por el deseo expreso de reanudar la relación.
En otras ocasiones, la reunificación viene determinada por el azar y el destino, que despiertan en nosotros sentimientos inconscientes, ahora lejanos.
Más allá de lo que se pueda pensar, estudios y trabajos como los de la psicóloga Nancy Kalish de la Universidad de California nos demuestran que muchos de estos encuentros dan lugar a relaciones que en un buen número de casos son exitosas. No obstante, algunos factores pueden conducir al fracaso. Exploremos el tema en este artículo.
"Nos separamos solo para encontrarnos".
-John Gay-
Ver a un ex: ¿qué puede salir mal?
Nos unimos a otras personas en momentos específicos de nuestra vida; miedos, inseguridades, inexperiencia y necesidades de la influencia actual. Si la relación termina en un momento dado y luego nos encontramos varios años después, sucede algo único.
Las emociones se juntan; una chispa familiar encenderá los sentimientos del pasado, despertará el aroma de los buenos tiempos (porque los malos tienden a olvidarse), sonará música que es conocida por nuestros oídos.
Aunque sean las mismas almas en los mismos cuerpos, el encuentro tiene lugar entre personas muy diferentes. La vida nos ha esculpido, la experiencia nos ha moldeado y nuestra mirada es, en muchos casos, más prudente, sabia y precisa.
Todo esto lleva a la pregunta de si reencontrarse con un ex puede ser positivo o no. ¿Sería prudente considerar comenzar la relación de nuevo? ¿Qué puede salir mal? ¿Qué queda de la persona que conocí en la persona que conocí?
A veces el tiempo nos da la madurez que le faltó a la relación
Nancy Kalish, psicóloga de la Universidad de California, es experta en el amor perdido y encontrado. En libros como Lost and Found Lovers nos proporciona los resultados de un estudio exhaustivo realizado en más de 35 países.
El objetivo era determinar la tasa de éxito de las relaciones que terminaron en un momento dado en el pasado y se reiniciaron en el presente.
- Los resultados no pueden ser más sorprendentes: El 72% de los ex que se veían solteros iniciaron relaciones que resultaron ser estables y duraderas.. En el caso de reagrupación entre personas que ya tenían pareja, este porcentaje baja al 5%.
- Una de las suposiciones del Dr. Kalish es que a veces el tiempo nos da la madurez que nos faltó en el pasado, suavizando las esquinas que duelen. Experiencias vividas, lecciones aprendidas y la vida misma nos ofrecen esa resiliencia psicológica y emocional que, quizás, no teníamos a los 20 años.
- Otras veces, volver a ver a un ex significa encontrar un amor perdido por factores externos, familiares o presiones sociales. El presente nos ofrece la oportunidad de corregir una situación que no hemos afrontado con valentía en el pasado.
Volver a ver a un ex: del amor romántico al amor consciente
El psicólogo Thomas Lewis, autor de A General Theory of Love, explica en su libro que durante su juventud muchos de nosotros creemos profundamente en el ideal del amor romántico. Intentamos establecer relaciones a partir de esa estructura imposible sobre la que, poco a poco, configuramos dinámicas llenas de dependencias y opresiones.
A medida que maduramos, nos damos cuenta de ese error; aprendemos que el amor no es solo pasión, sino también compromiso. Nos damos cuenta de la necesidad de respetar los espacios personales y la individualidad, pero al mismo tiempo cuidar a nuestros seres queridos, nuestras relaciones con los demás y nuestros proyectos.
El tiempo y la experiencia llevan a algunas personas (no a todas) a querer cultivar un amor consciente y maduro. Por otro lado, la antropóloga Helen Fisher señala un hecho importante: a veces las personas experimentan lo que ella llama "atracción por la frustración".
En otras palabras, somos conscientes de que en el pasado nos hemos equivocado con ciertas personas. Nos sentimos frustrados por la inmadurez, por los errores que cometimos cuando éramos jóvenes sin experiencia. Sentimos que dentro de nosotros hay historias inacabadas e incontadas que merecen finales más valientes.
De ahí surge nuestro deseo de volver a ver a un ex, de recuperar una relación inconclusa, de implementar un rescate que podría tener mayores posibilidades de éxito.
No podemos movernos en las mismas condiciones que ayer; no podemos ni debemos cometer los mismos errores. Porque aunque parezcamos iguales, por dentro somos profundamente diferentes.
Hay amores que sin duda merecen nuevos capítulos. Por otro lado, también hay otros que han tenido una adecuada e incluso merecida conclusión.