Última actualización: 17 septiembre, 2020
Cuando nos enfrentamos a un ruptura amorosa, el dolor y el sufrimiento que experimentamos pueden ser muy intensos. Estos sentimientos pueden incluso llevarnos a pensar que terminar una relación es una situación insoportable y que necesitamos una solución rápida. Algunas personas realmente intentan comenzar una nueva relación de inmediato para curar las heridas causadas por un corazón roto y evadir la incomodidad que sienten.
¿Comenzar una nueva relación justo después de una ruptura es la mejor opción? ¿Es cierto lo que dice clavo sobre clavo? ¿Traer a otra persona a nuestra vida es la cura adecuada para nuestro dolor? Dadas las consecuencias inesperadas que puede provocar esta situación, no podemos generalizar una respuesta, pero sin duda es una opción a considerar con cautela. Analicemos el tema.
ruptura de pareja
Las rupturas son muy comunes, suceden a diario y por diferentes motivos: celos, inseguridad, falta de confianza, metas diferentes, aspiraciones diferentes, falta de tolerancia por parte de uno o ambos miembros de la pareja, etc. Hay una larga lista de razones que pueden hacer que una relación termine.
Con el paso del tiempo, la sociedad ha cambiado. Esto también ha favorecido un cambio en la forma en que las parejas establecen las relaciones amorosas. Hoy en día no es extraño conocer personas que cambian de pareja con frecuencia. Estas personas ni siquiera se detienen a preguntarse qué les está pasando.
Afortunadamente, no todo el mundo es así. Entendemos, sin embargo, que la velocidad con la que todo evoluciona, incluidos los amores, es propia de nuestra época. Es posible que precisamente por eso se tenga tanto en cuenta el dicho popular “el clavo clava el clavo”.
Lidiar con una ruptura amorosa no es nada agradable, pero sí necesario. Es un proceso doloroso, por lo que hay que pasar por una serie de fases o pasos necesarios para conseguir el equilibrio emocional.
¿Qué nos pasa cuando terminamos una relación?
¿Angustia? ¿Miedo? ¿Soledad? Cuando terminamos una relación nos golpean todas estas emociones y muchas más. Una ruptura de pareja implica necesariamente cambios. A su vez, debemos manejar la incertidumbre resultante y sanar las heridas de un corazón roto. Las cosas ya no serán las mismas, nuestra rutina cambiará y nuestros días estarán llenos de recuerdos de la vida de la pareja ya concluida. Esta nueva realidad nos dificultará sobrellevar con éxito la ausencia de la ex pareja.
Cuando terminamos una relación, perdemos el rol que ocupábamos en la vida de una persona. Parte de nuestra identidad falla con esta ruptura. Se genera un vacío en nuestro interior que ni conocemos ni queremos gestionar. El dolor que provoca un corazón roto muchas veces nos lleva a actuar sin pensar.
Por esta razón, muchos deciden iniciar una nueva relación o aventura con la intención de llenar este profundo vacío. Es una forma de calmar el dolor causado por una ruptura y una distracción de los recuerdos, sean buenos o malos.
El dolor que provoca un corazón roto muchas veces nos lleva a actuar sin pensar.
El dolor de una ruptura amorosa puede enmascararse si no lo tratamos
Comenzar una relación al poco tiempo de una ruptura puede ser un fuerte analgésico para el dolor que sentimos. Sin embargo, no es necesariamente una cura para un corazón roto. Una ruptura amorosa se puede comparar con una pierna rota. Si tomáramos un analgésico, sentiríamos menos dolor. Sin embargo, ciertamente no solucionaríamos el problema real.
Entonces, cuando decidimos iniciar una relación con una nueva persona, debemos tomarnos el tiempo para asimilar lo que sucedió. Si no lo hacemos, introduciremos en el nuevo informe todas las dificultades del anterior, viendo fallas incluso donde no existen. Si, por el contrario, nos damos el tiempo necesario para procesar lo sucedido, podemos reexaminar nuestro rol con el nuevo socio. Esto nos permitirá echar fuera todos los sentimientos negativos relacionados con la relación anterior. Así podremos recordar sin rencores.
De lo contrario, podemos caer en la tentación de hacer comparaciones entre la nueva pareja y la anterior. También podemos sentir miedo de que la historia salga mal y esto puede generar desconfianza y celos. Todo esto porque no nos tomamos el tiempo para sanar la herida, para volver a sentirnos seguros y luego “entregarnos” nuevamente.
Si no nos tomamos un tiempo entre las relaciones, en poco tiempo comenzará a aflorar la tristeza por todos los recuerdos de la relación anterior. Surgirá la ira y repetiremos los mismos errores; De esta forma iniciaremos el proceso de análisis interior que deberíamos haber realizado solos, no junto a la nueva pareja. Es poco probable que esto produzca una relación sana. Al contrario, puede convertirla en una relación tóxica o adictiva.
Martillo saca clavo
Después de una ruptura amorosa, hay que respetar el tiempo necesario para asimilar lo sucedido. Superar la ruptura no significa olvidar a tu ex pareja, sino recordarlo sin dolor. Solo así podremos iniciar una nueva relación de forma sana, sin encadenarla a la anterior solo para no sentir la sensación de vacío o pérdida.
Por lo tanto, podemos decir que es difícil decir que un clavo aleja un clavo. Es más probable que un martillo saque un clavo. Buscar una nueva pareja no hará que superemos la relación anterior. Tenemos que manejar la pérdida y las emociones que la acompañan. Después de eso, estaremos listos para dejar entrar a una nueva persona en nuestra vida.
“El hombre tiene dos caras: no puede amar sin amarse a sí mismo”.
-Albert Camus-