Cuando nos enamoramos, a veces nos asaltan las dudas... "¿Él sentirá lo mismo?" , "¿Él realmente me ama o soy solo un capricho temporal?". Como veremos en el artículo de hoy, no todas las personas se enamoran por igual.
Escrito y verificado por el psicólogo. GetPersonalGrowth.
Última actualización: 15 2022 noviembre
"¡Me enamoré de!". Durante nuestra vida decimos esta frase en más de una ocasión. Ese sentimiento y esa afirmación que nos decimos entre sentimientos encontrados de ansiedad, sorpresa y alegría contenida, suelen ir acompañados de una duda. ¿La otra persona siente lo mismo? Si es así, ¿me amará con la misma intensidad que yo? Entonces surge espontáneamente otra pregunta: ¿nos enamoramos todos de la misma manera?
Que lindo sería que en el amor fuera todo equilibrado, pagado al 200%. Sin embargo, es precisamente en este ámbito donde emergen en nosotros todas las diferencias que desencadenan la ansiedad. Hay quien ama y necesita al otro en exceso; hay quienes lo necesitan menos; algunos aman "a medias" porque buscan un amor desechable.
Y luego está también quien ama de manera madura y responsable, consciente de que amar no significa ser igual en todo, pero que sin embargo se esfuerza por sintonizar. Hacer de la relación un viaje de crecimiento y descubrimiento.
Platón dijo que donde reina el amor no se necesitan leyes, pero en realidad, en materia de relaciones afectivas, se necesitan muchas reglas y decretos explícitos para garantizar su éxito. Cuando se le pregunta si todos nos enamoramos por igual, la respuesta es no. Cada uno lo hace a su manera, lo que, sin embargo, no quiere decir que sean incompatibles.
¿Todos nos enamoramos de la misma manera? ¿Qué dice la psicología del enamoramiento?
La psicología ha estado estudiando este tema durante décadas. Comprender los mecanismos por los que las personas llegan a experimentar la mayor felicidad, así como la más devastadora de las tristezas y decepciones, está despertando el interés de muchas áreas del conocimiento. La neurociencia, la filosofía y la sociología han estado tratando de investigar el tema durante mucho tiempo.
Sin duda una de las aportaciones más curiosas e interesantes al respecto es la que dejó John Alana Lee con su famoso libro Los colores del amor. Según este experto en amor y sexualidad de la Universidad de Toronto, es posible asociar el enamoramiento con una gama de colores.
Para el Dr. Lee, el amor genuino contiene los colores primarios (azul, rojo y amarillo), que definen los tres ingredientes básicos del verdadero amor: pasión, compromiso y respeto.
Por otro lado, están los enamoramientos definidos por “colores secundarios”, como en el caso de los que solo quieren tener relaciones sexuales, los que quieren controlar a su pareja o los que ven el amor como un juego. Profundicemos en algunas teorías más sobre cómo nos enamoramos y qué factores marcan la diferencia.
Teorías que explican por qué no todos nos enamoramos de la misma manera
Amor a primera vista / amor a largo plazo
“Me enamoré nada más verlo”, “Me enamoré poco a poco, casi sin darme cuenta”. Los tiempos también definen el lenguaje del amor. Hay quienes se dejan llevar en un segundo ante la mirada de alguien, captados por un gesto o una forma de expresarse que encierra autoestima y misterio a partes iguales.
Otros, en cambio, necesitan que las manecillas del reloj funcionen más despacio. Son aquellos que después de meses o años de amistad se reencuentran en un sentimiento más profundo y tonificado. El tiempo es un factor determinante para entender que no todos nos enamoramos de la misma manera.
Gente que quiere llenar un vacío / gente que no busca, sino que encuentra
Hay quien en materia de amor va en busca de algo concreto, como un explorador. Es el perfil de una persona con falta de autoestima y de autoimagen. Hablamos de los que ansían encontrar a alguien que refuerce y alimente todos sus vacíos, de los que buscan un alma gemela que se convierta en su mitad, víctimas, en definitiva, de los francotiradores de las emociones.
En el polo opuesto encontramos a aquellos que no necesitan nada, que recorren su camino sintiéndose completos, seguros de sí mismos, dispuestos a disfrutar de la vida cotidiana. Para estas personas, el amor no se busca, se encuentra, y cuando llega, se vive con alegría y con madurez.
me enamore de su cuerpo / sus palabras me llegaron directo al corazon
Hay enamoramientos que parten directamente de los ojos, solo para descubrir que detrás de ese rostro se esconde una persona excepcional. En otros casos, el enamoramiento llega después de días de conversar juntos, frente a frente o detrás de la pantalla de un teléfono, construyendo una complicidad que finalmente desemboca en un amor intenso.
Como podemos ver, hay infinitas formas y mecanismos que desencadenan el enamoramiento. Y si cuando nos damos cuenta de que estamos enamorados, las emociones y los miedos nos asaltan a partes iguales, recuerda que lo más importante viene después.
No importa si hemos sido afectados por la apariencia o por las pasiones del objeto de nuestro deseo. Cada uno de nosotros cruza el umbral del amor a su manera. La fase decisiva viene después, cuando ya vivimos en el corazón del otro. Ese será el momento en el que todo adquiera sentido y en el que realmente nos pongamos a prueba, demostrando valentía, compromiso y responsabilidad.