Transmisión transgeneracional del trauma

Transmisión transgeneracional del trauma

En ocasiones se silencian algunos hechos muy dolorosos o peligrosos para uno o varios miembros de una familia, pero se transmiten casi inconscientemente de generación en generación.

Transmisión transgeneracional del trauma

Última actualización: 23 octubre, 2022

El concepto de trauma histórico solo comenzó a ganar prominencia hace un par de décadas. Aunque algunas corrientes como el psicoanálisis ya habían considerado el papel de la represión en la historia familiar, fue la neurociencia la que se interesó profundamente en este tema y su transmisión transgeneracional.



Alguna vez se creyó que la información genética es inmutable y que determina nuestro destino o destino. Este Dia se sabe que los genes se activan a través de la experiencia en función de ciertas condiciones y comportamientos, como el estrés o la exposición a la contaminación. El maltrato, el estrés postraumático y experiencias similares también actúan como inhibidores y desencadenantes de la manifestación de gran parte de nuestro bagaje genético.

"Por lo tanto, no es legítimo creer que una generación puede ocultar sus procesos psicológicos más relevantes a la siguiente".

-Sigmund Freud-

Cada hombre nace con una impronta filogenética que puede condicionar, más allá de las enfermedades, su propia existencia. El trauma histórico es una realidad que puede tener un fuerte impacto sobre el comportamiento de un individuo. Puede hacerlo, por ejemplo, particularmente sensible a la frustración o más ansioso sin razón aparente.

 Transmisión transgeneracional

Las premisas relativas al concepto de trauma ancestral o histórico se encuentran en la obra de Sigmund Freud, quien intuyó algunas ideas al respecto sin, sin embargo, desarrollarlas en profundidad.

Nicolas Abraham, Mária Török, Françoise Dolto, Anne Ancelin Shützenberger y Didier Duma analizaron varios casos de delirio en niños y descubrieron que a menudo estaban vinculados a fenómenos experimentados por padres y abuelos. Así propusieron la idea de "inconsciente de grupo" y que algunos niños eran "representantes de la carga emocional de otros familiares".



Empezamos a hablar de herencia o transmisión transgeneracional por la cual los contenidos inconscientes, en particular los conflictos tácitos, se transmiten para que las siguientes generaciones los resuelvan. Tales conflictos se reflejan en los descendientes en forma de síntomas..

El trauma histórico reprimido

Las experiencias o hechos de la unidad familiar no procesados ​​correctamente por quienes los vivieron son transmitidos inconscientemente a las generaciones posteriores (transmisión transgeneracional). Quien recibe este equipaje, sin saberlo, lo experimenta como un vacío o incapacidad de adaptación y vivir en paz.

Este bagaje familiar contiene hechos traumáticos que provocan terror, vergüenza, sufrimiento y represión. Por diversas razones, quienes la padecen no pueden hablar de ello, impidiendo así la correcta elaboración del hecho. Se convierte así en un secreto encriptado, en torno al cual reina un silencio tácito.

En la segunda generación, el evento en cuestión se percibe como "innombrable". Los integrantes de la segunda generación intuyen que existe, pero desconocen los detalles. Desconociendo, es una herencia recibida, pero nunca aceptada.

En la tercera generación, lo innombrable se vuelve "impensable". Se sabe que algo existió, pero se percibe como completamente inaccesible a la conciencia. No es posible darle una representación verbal o simbólica. ¿Qué pasa entonces?

Los efectos de lo retenido

El trauma reprimido alcanza fácilmente a las próximas dos generaciones. Cuando llega al tercero en forma de elemento "impensable", sus efectos sobre los nuevos miembros se manifiestan como un sordo sufrimiento, un malestar profundo.

El custodio de este innombrable e impensable "secreto" está obligado a evadir o evitar cualquier palabra o idea que pueda retrotraernos al hecho original, a la causa del trauma.


A su vez, el enorme bagaje lo empuja a romper el silencio. En este punto construye un discurso incongruente, el único con el que referirse al tema; aquello de lo que no se puede hablar, pero que está presente, pesa y se manifiesta en forma de contenido desorganizado. Esta dinámica puede desencadenar psicosis u otra enfermedad grave.



La repetición a través de la transmisión transgeneracional

El trauma histórico reprimido nunca ha sido eliminado por completo. Lo que reprimimos vuelve, pero no de forma lineal. Toma diferentes formas, se manifiesta a través de actos para los que no hay palabras. Aquí están las diferentes formas que puede tomar:

  • puro. Los hechos se repiten en términos iguales. Por ejemplo: el abuelo estuvo en prisión sin que se supiera el motivo; el nieto comete delitos.
  • Interpretación. El individuo repite algo basado en una interpretación personal del pasado. Por ejemplo: la abuela se golpeó la cabeza (¿la golpearon?). El nieto sufre de migrañas.
  • Identificación. La manifestación del dolor se repite. Por ejemplo: el abuelo era alcohólico, el padre tenía problemas hepáticos, el nieto sufre de hepatitis.
  • Oposición. Tratamos de repetir lo contrario de lo que pasó. Por ejemplo: la abuela fue víctima de violación, la nieta no tiene relaciones sexuales con nadie.
  • Compensación. Tratamos de remediar lo sucedido. Por ejemplo: el abuelo murió en extrañas circunstancias a manos de delincuentes. El sobrino es policía.

Todavía se sabe muy poco sobre la transmisión transgeneracional y el trauma histórico, y en algunas áreas las especulaciones se confunden con el conocimiento que tenemos. Este es un terreno relativamente nuevo y aún inexplorado.


Para concluir, especificamos que cada uno de nosotros explorando la historia de su familia encontrará elementos válidos para comprender buena parte de su forma de actuar.

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