Última actualización: 27 de febrero de 2015
A veces la vida nos lleva a situaciones en las que no podemos ver ni actuar con claridad o simplemente nos equivocamos y nos equivocamos. Cada día de nuestra vida nos ponemos a prueba para mostrar nuestras emociones, para compartirlas, para sufrirlas o, por el contrario, para ignorarlas, no alimentarlas y sobrevivir en un especie de burbuja.
“Errar es de humanos”, dice el proverbio. De hecho, cometer errores es una parte vital del proceso de aprendizaje emocional.. No hay gente que no cometa errores.
Muchas veces, las decisiones precipitadas, la mala comunicación o los momentos de confusión quedan dentro de nosotros como puntos negros y forman parte de nuestra alma.
Si estos sentimientos de malestar y enfado hacia uno mismo no son atacados desde dentro, corremos el riesgo de sumar cada vez más centímetros a nuestra coraza emocional..
Pedir perdón, el verdadero perdón, es difícil, pero a la larga da satisfacción. El perdón destaca la honestidad y la humildad, conceptos que contribuyen al crecimiento personal, fin último para una buena salud emocional.
Pero cuando se trata de perdonarte a ti mismo, ¿qué sucede? Todo cambia, no recurrimos a otras personas, solo somos nosotros. A continuación te damos tres sencillos consejos para ayudarte a superar este comprometedor diálogo con el alma..
Algunos consejos para poder perdonarte a ti mismo
1. Identificar las emociones que llevaron a la culpa. Puedes engañarte muchas veces, pero si reflexionas aunque sea por cinco minutos, podrás identificar las emociones responsables del sentimiento de culpa: miedo, inseguridad, envidia, etc. Estas emociones deben ayudarte a trazar el camino que conduce al origen de tu comportamiento. Si no das este paso correctamente, entonces no será posible llegar al perdón..
2. Asumir la responsabilidad. Es muy importante tener en cuenta que las acciones tienen consecuencias. Asumir la responsabilidad de tus acciones implica un esfuerzo sincero por comprender y aceptar los errores que has cometido. Esto te hará madurar y serás más fuerte frente a la realidad. Obtendrá una gran satisfacción cuando llegue a este punto.
3. Saber perdonarte a ti mismo. Ha llegado el momento y hay que afrontarlo. Con base en los resultados de los puntos anteriores, date la oportunidad de ser quien eres, de aceptar el hecho de vivir con miedos, inseguridades y emociones que cambian tu camino, de entender que fallar es lícito, cometer errores está permitido. Aprender de las experiencias interiores pasadas es el ejercicio a realizar para que el alma conviva con estas sensaciones y sepa gestionarlas correctamente..
Estas sencillas reglas pueden ser de gran ayuda y servirte de guía para que puedas vivir con la culpa y la falta de perdón al principio.. Si dejas que el alma se vaya imbuyendo poco a poco de estas sensaciones, con el tiempo se convertirán en "problemas" emocionales con solución y respuesta.
La vida se ocupará de ponerte frente a situaciones nuevas o similares a las que ya has vivido en el pasado y en ese momento tu yo interior podrá reaccionar de forma sana y natural, con consecuencias más que positivas en tu salud emocional. ..
