Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 14 de diciembre de 2021
Algún día alguien te abrazará tan fuerte que volverá a unir todas tus partes rotas; te recuperarás de todos tus dolores, tus dolores se evaporarán en un segundo y volverás a encontrar tu sonrisa.
El abrazo es una caricia, un poema escrito en la piel que nos reconforta y fortalece nuestros lazos afectivos, alejando nuestros miedos. De alguna manera, al quitarnos la sensación de caos, aunque no se resuelva nada, nos llenamos de fuerza.
Hay abrazos que encierran tanta fuerza que, lejos de rompernos, nos arreglan. Esto se debe a que, para decirlo poéticamente, nos sintonizan emocionalmente. De hecho, aunque no es la única forma ni es imprescindible, abrazar nos ayuda a trabajar nuestra empatía y, por tanto, nuestra inteligencia emocional.
Hay gente y GENTE (sí, en mayúsculas)
Hay gente y GENTE, todos estaremos de acuerdo en esto. Aquellos con quienes tenemos mayor afinidad son aquellos que conforman nuestro “hogar”, los más cercanos y cercanos a nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestras creencias.
Generalmente cuando le gustamos a alguien, a nosotros también nos gusta (no en términos sexuales, por supuesto). Sobre todo porque podemos mostrarnos con más naturalidad y comportarnos de forma relajada, lo que nos permite sonreír más y que hace que los intercambios sean mucho más dulces y placenteros.
Este círculo se convierte en un vicio positivo: cuanto más nos sentimos amados, más amamos a quienes nos aman. Un factor determinante de este cariño especial tiene a los abrazos como su manifestación predilecta, caricias y besos.
Mi GENTE es la que me ha abrazado en las buenas y en las malas
Estas personas especiales de las que solemos hablar son las mismas que permanecieron a nuestro lado en las buenas y en las malas; sobre todo en nuestros peores momentos, cuando peor nos encontrábamos, se quedaban a nuestro lado para darnos un abrazo.
Cuanto más deprimidos estamos y más dudas tenemos sobre nosotros mismos y el mundo que nos acoge, más significativos son los abrazos y las demostraciones de interés y cariño hacia quienes nos muestran aprecio y amor incondicional.
En definitiva, cuanto más rotos estamos, más conscientes somos del amor que sentimos por quienes nos aman y que se reserva un pedazo de sí mismo para premiarnos y demostrarnos todo el amor que nos merecemos.
Es el tiempo que has perdido por tu rosa lo que ha hecho que tu rosa sea tan importante
"Es el tiempo que has perdido por tu rosa lo que ha hecho que tu rosa sea tan importante", escribió Saint Exupéry en "El Principito". Esto constituye uno de los pilares más importantes de nuestra relación y cómo estos abrazos que vienen de nuestras rosas vuelven a unir nuestras partes rotas.
Sean muchas o pocas similitudes con nuestra GENTE, es realmente emocionante y atractivo pensar que algo especial y único nos une. Nuestra GENTE es la que nos hace pensar y sentir que “me quiere por lo que soy, no por mis opiniones ni por mis intereses”.
Es lo más gratificante y maravilloso, lo que más nos reconforta en los momentos en que nuestro interior se fragmenta; nos recuerda que, a pesar de las numerosas piezas rotas que hacen imposible contar todas las piezas, somos personas íntegras e insustituibles para quienes abrazan.
Una nota para el lector
Si te interesa saber más sobre el aprecio, el amor y la sensibilidad de nuestras relaciones, te recomendamos leer el capítulo 8 del libro “El animal social” de Elliot Aronson, un texto sobre psicología social que será un auténtico placer para los más curiosos. .