Viniste al mundo para ser tú mismo, no te distraigas

Viniste al mundo para ser tú mismo, no te distraigas

Viniste al mundo para ser tú mismo, no te distraigas

Última actualización: 13 de enero de 2017

Las metas que la sociedad o la cultura en la que vivimos tienden a poner en nuestro camino muchas veces terminan siendo las que aceptamos. Es entonces cuando, quizás, nos demos cuenta de que, en realidad, no es lo que queremos: vinimos al mundo para ser nosotros mismos, no nos dejamos alejar de nuestra esencia.


Ya sea por miedo, timidez o incluso pereza, a veces nos adaptamos a lo que otros deciden por nosotros y nos olvidamos de lo más importante: nadie es capaz de moldearnos, moldearnos o moldearnos más auténticamente que nosotros mismos.


No tengas miedo de lo que el mundo piense de ti

Nuestra personalidad se forma a partir de las experiencias que vivimos y, por ello, en ocasiones, la idea que los demás tienen de nosotros acaba condicionándonos de un modo que ni siquiera imaginamos. Por eso, es importante saber quiénes somos y defender nuestros gustos, opiniones y pensamientos. Ser uno mismo es fundamental para descubrirse y crecer como persona.

Es normal tener miedo cuando notamos que somos diferentes en algo, pero ¿no es cierto que todos tenemos una característica que los demás pueden considerar “rara”? ¿Y no es cierto que esto es lo que nos hace únicos?

Tener miedo es señal de conciencia y combatirlo es síntoma de rigor y templanza que nos ayuda a alcanzar el bienestar espiritual. En este sentido, siempre es mejor seguir el camino que consideremos más adecuado para nosotros.

“Ser bello significa ser uno mismo. No es necesario ser aceptado por los demás. Hay que aceptarse a uno mismo”.



-Thich Nhat Hanh-

También debemos escuchar los consejos de las personas que nos quieren, porque son ellos los que quieren lo mejor para nosotros y los que, sobre todo, aceptan nuestra personalidad aunque a veces no la entiendan. Abrir nuestro corazón significa ser nosotros mismos y mostrar nuestros sentimientos puede hacerlo más fácil.

Ser tú mismo es la razón por la que te aman.

Hay momentos en los que necesitamos algo de tiempo para aceptar quienes somos. Sobre todo porque pensamos que los demás nos rechazarán por nuestra raza, nuestra orientación sexual o incluso la magnitud de nuestros objetivos.

No tiene nada de malo tomarse el tiempo para ser uno mismo, porque antes que nada tenemos que estar seguros de quiénes somos: si hay algo seguro es que las personas que nos quieren nos aceptarán incondicionalmente, pero tal vez también necesitará su tiempo.

Al final, lo que importa es la felicidad que obtenemos, que es mayor cuanto menos máscaras usamos. Por eso, es bueno descubrirse con serenidad, dejar de ser alguien que no somos y aprender de la reflexión que implica este proceso.

Solo cuando creemos en nosotros mismos podemos arriesgarnos a la curiosidad, el asombro, el deleite espontáneo o cualquier experiencia que revele el espíritu humano.

-EE Cummings-

Ser uno mismo significa descubrir la magia que hay en ti y tus seres queridos estarán muy contentos de verte feliz de tenerla. Entrega tu esencia más sincera, permítete brillar y el mundo que te rodea brillará contigo. Amaos unos a otros y encontraréis el lugar en el mundo que os corresponde.


Deja de distraerte: ámate por lo que eres

Ser uno mismo es la principal razón por la que estás vivo y en esta tierra: deleitar, amar y aprovechar cada minuto deben ser algunos de tus objetivos imprescindibles. Intentar expresar cada uno de estos sentimientos para descubrirte a ti mismo es el regalo más preciado. que puedes hacer, y no solo a ti mismo, sino también a todos aquellos que te necesitan.



Es de admirar quien acepta sus propios defectos y contradicciones y quien a pesar de ello se ama a sí mismo. Valiente es el que mira a través de todas las diferentes dimensiones y crece gracias a las diferencias que encuentra allí. Por eso, no te distraigas, no hagas caso a los que maliciosamente no creen en ti, no tires la toalla y no te busques donde no estás.


“Para ser uno mismo, pones algo maravilloso en el mundo que antes no estaba ahí”.

-Edwin Elliot-

Descúbrete frente a ti mismo y, cuando te sientas preparado, descúbrete frente a los demás: frutos honestos son los únicos que nunca se olvidan. Con tu belleza única e imperfecciones únicas, los demás te lo agradecerán y tú también te lo agradecerán.

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