Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 15 2021 noviembre
Vivir con el corazón roto significa caminar desnudo, con el alma medio vacía atada a una cuerda que aún pertenece a otra persona. Es una tortura lenta que asfixia y hiere; sin embargo, ningún dolor es eterno.
Dicen que el tiempo cura la ausencia de amor, las ofensas y las desilusiones. Pero no será sólo el paso de los días lo que nos ayudará: nuestro coraje y nuestra fuerza interior también nos guiarán poco a poco. para reducir el dolor de las heridas. Y, aunque no exista el olvido, al menos tendremos paz.
Vivir con el corazón roto no es letal, pero hay muchas partículas dentro de nosotros que mueren. Nadie merece el sufrimiento eterno; hay que encontrar una bocanada de aire fresco a partir de la cual volver a vivir encontrándose a uno mismo.
La herida emocional provocada por un amor imposible o un amor consumado es sin duda alguna de las más traumáticas que puede vivir el ser humano.
Seguimos paralizados, porque nuestros valores se derrumban, porque Las esperanzas desaparecen, porque tenemos que recoger nuestra autoestima poco a poco, ya que se ha hecho añicos.. El proceso de cicatrización de heridas es lento y delicado.
Un corazón roto debe ser reparado con oro
Un hueso roto a menudo toma mucho menos tiempo para sanar que un corazón roto. Para sanar cualquier tipo de herida se necesita voluntad y, sobre todo, la capacidad de aceptar que nunca seremos los mismos; que saldremos fortalecidos de este proceso, que seremos resilientes y que sacaremos una lección de esta experiencia.
En Japón existe un arte muy antiguo llamado Kintsukuroi; consiste en reparar con oro los objetos rotos, porque la belleza también está en las heridas curadas. El resultado final cuenta la historia de los fragmentos, ahora únicos.
La tradición Kintsukuroi nos muestra un tipo de filosofía que invita a reflexionar sobre varios aspectos:
- Si evitamos aceptar una pérdida, una decepción, un rechazo o una separación, permaneceremos anclados en un sufrimiento eterno e inútil.
- Es importante aceptar los acontecimientos y el hecho de que no estamos bien. Reconocer el dolor significa aceptar una realidad que tenemos que trabajar día a día.
- El dolor es parte de nosotros, pero no nos representa. Debemos entender que esta es una situación temporal.
- No cometas el error de querer volver al pasado. Ahora ya no eres el mismo, muchas cosas han cambiado dentro de ti y esto no es necesariamente algo malo.
- El arte de Kintsukuroi tiene como finalidad la exhibición de fracturas, la rotura de piezas de porcelana. La magia está en repararlas con oro para resaltar la herida y obtener un resultado de belleza indiscutible.
- Según la tradición, los objetos reparados con la técnica Kintsukuroi nunca más se romperán.
Deja de lado lo que escuchas
Sabemos que un corazón roto no se puede reparar con oro, sino con el intenso esplendor de tus emociones mientras luchan por encender una nueva esperanza., para sanar sueños perdidos y despertar con otros deseos más intensos, con raíces más profundas.
A veces, eres tan fuerte que llegas a amar, incluso con el corazón roto, a personas que no lo merecen. No lo permitas: deja de lado lo que sientes y recuerda lo que te mereces. Recuerda que el amor es alegría y no sufrimiento.
En realidad, este no es un proceso fácil. Salir de las lágrimas y las cenizas de una vida que soñamos y que no hemos logrado no es fácil, pero, por duro que sea, no es imposible. De lo contrario: Llegará un momento en el que estarás orgulloso de ti mismo por convertirte en la persona que realmente querías ser., personas libres de sufrimiento.
Recuerda lo que te mereces
Las personas que caminan todos los días con el corazón roto han olvidado lo que se merecen. Es apropiado que el "oro" con el que repararás las fracturas de tu alma rota esté compuesto por estos simples principios:
- Mereces ser amado y feliz. Nadie tiene que vivir bajo la sentencia de sentirse desafortunado todos los días de su vida.
- La elección que hace una persona en un momento dado no te define. No eres tú. Es su pensamiento, su micromundo; es un universo extraño en el que no tienes que colapsar. Tu realidad es única y diferente a la de quien te rompió el corazón.
- Nadie más que tú podrá sacarte de esta situación. Debéis ser hábiles artesanos que curan sus heridas con el oro de vuestra autoestima, de vuestras esperanzas renovadas, de nuevos sueños por emprender.
Los corazones rotos son barcos a la deriva que, desde hace algún tiempo, avanzan desorientados. Sin embargo, siempre acaban encontrando la calma y dejándose guiar por una tendencia serena que les lleva a encontrar la auténtica y real felicidad.
Imágenes cortesía de Amanda Cass y Pascal Campion