Última actualización: 18 de febrero de 2016
La felicidad es una de las palabras más difíciles de definir. La felicidad mística no tiene nada que ver con la felicidad del hombre de poder o la de la gente común.
En la vida cotidiana nos encontramos con diferentes definiciones de felicidad, lo mismo también se aplica a la filosofía.
A continuación, te contamos acerca de 5 filósofos que han tratado de dar una definición de felicidad.
Aristóteles y la felicidad metafísica
Para Aristóteles, el más importante de los filósofos metafísicos, la felicidad es la máxima aspiración de todos los seres humanos. El camino para alcanzarlo, según su punto de vista, es la virtud. Es decir, si se cultivan las más altas virtudes, se alcanzará la felicidad.
Más que un estado concreto, Aristóteles cree que es un modo de vida. La característica de este estilo de vida es entrenar y potenciar las mejores cualidades que todo ser humano posee.
También es necesario cultivar la prudencia de carácter y tener un buen “daimon”, es decir buena suerte o suerte, para alcanzar la felicidad plena.. Por ello, las tesis de Aristóteles sobre la felicidad se conocen como "eudaimonia".
Aristóteles desarrolló la base filosófica sobre la que se construyó la iglesia cristiana.. Por eso hay algunas similitudes entre el pensamiento de Aristóteles y los principios de las religiones judeocristianas.
Epicuro y la felicidad hedonista
Epicuro fue un filósofo griego en gran contradicción con los metafísicos. El filósofo griego, en efecto, no creía que la felicidad proviniera sólo del mundo espiritual, sino que también tenía que ver con la dimensión terrenal.
De hecho, fundó la "Escuela de la Felicidad" y llegó a conclusiones muy interesantes.
Postuló el principio de que el equilibrio y la templanza dan como resultado la felicidad.. Este concepto está contenido en una de sus célebres frases: "Nada es suficiente para aquellos que no son suficientes".
Pensó que el amor tenía poco que ver con la felicidad, pero la amistad sí. Además, estaba convencido de que uno no debe trabajar para obtener bienes, sino que debe hacerlo por el bien de lo que hace.
Nietzsche y la crítica de la felicidad
Nietzsche pensaba que vivir tranquilamente y sin preocupaciones era un deseo de gente mediocre, que no le da mucho valor a la vida.
Nietzsche opone el concepto de "bienestar" al de felicidad. Bienestar significa "sentirse bien", gracias a circunstancias favorables o buena suerte.. Sin embargo, es una condición efímera que puede terminar en cualquier momento. El bienestar es como un “estado ideal de pereza”, es decir, sin preocupaciones, sin sobresaltos.
La felicidad, en cambio, es una fuerza vital, un espíritu que lucha contra cualquier obstáculo que limite la libertad y la autoafirmación.
Ser feliz, entonces, significa poder sentir la fuerza de la vida a través de la superación de las adversidades y la creación de modelos originales de vida..
José Ortega y Gasset y la felicidad como confluencia
Según Ortega y Gasset, la felicidad se alcanza cuando coinciden la “vida proyectada” y la “vida real”, es decir, cuando existe una correspondencia entre lo que queremos ser y lo que realmente somos.
Este filósofo afirma:
“Si nos preguntamos en qué consiste el estado espiritual ideal llamado felicidad, encontraremos fácilmente una primera respuesta: la felicidad es encontrar algo que nos satisfaga plenamente.
Esta respuesta, sin embargo, sólo nos empuja a preguntarnos qué es ese estado subjetivo de plena satisfacción. También nos preguntaremos qué condiciones objetivas debe tener algo para poder satisfacernos”.
Así, todos los seres humanos tenemos el potencial y el deseo de ser felices.. Esto significa que cada uno de nosotros define qué realidades pueden conducir a la felicidad. Si podemos construir estas realidades, entonces seremos felices.
Slavoj Zizek y la felicidad como paradoja
Este filósofo cree que la felicidad es una cuestión de opinión y no de verdad. Lo ve como el producto de los valores capitalistas, que implícitamente prometen satisfacción eterna a través del consumo.
Sin embargo, existe insatisfacción en los humanos, porque no saben realmente lo que quieren..
Quien cree que tener u obtener algo (comprar algo, cambiar de estatus, etc.) puede conducir a la felicidad, en realidad, sin saberlo, quiere lograr otra cosa y por eso siempre está insatisfecho.
Según Slavoj Zizek, “el problema es que no sabemos lo que realmente queremos. Lo que nos hace felices no es tener lo que queremos, sino soñarlo”.
