Última actualización: 14 septiembre, 2022
Los conflictos desencadenan emociones fuertes, pero también sentimientos de decepción y malestar. Cuando un conflicto o discusión se maneja de manera poco saludable, puede generar resentimiento y rupturas irreparables.. Sin embargo, cuando se maneja bien, la comprensión y la confianza aumentan, y los lazos se fortalecen. Para afrontar un conflicto de la forma correcta, es fundamental reconocer tus sentimientos y emociones para que también entiendas tus necesidades. Si una persona no conoce sus sentimientos y lo que le está pasando, es muy difícil comunicarse con los demás y resolver el conflicto..¿De qué depende la capacidad de resolver un conflicto?
La capacidad de resolver con éxito un conflicto depende de la capacidad de controlar el estrés y las emociones, de prestar atención al otro y de ser consciente y respetuoso de las diferencias.
- Controla tu estrés: si eres capaz de controlar el estrés rápidamente, sin dejar de estar atento y tranquilo, podrás interpretar con precisión la comunicación verbal y no verbal de tu interlocutor.
- Controlar las emociones y el comportamiento.Si puede mantener el control de sus emociones, puede comunicar sus necesidades sin amenazar o asustar (o atacar física o verbalmente) a los demás.
- Presta atenciónSolo así podrás descubrir los sentimientos de los demás y escuchar lo que te están diciendo.
- Sé consciente de las diferencias y respétalas: si evita las palabras y acciones irrespetuosas, podrá resolver el problema más rápido.
Cómo gestionar y resolver un conflicto: 6 sencillos consejos
1. Presta atención y escucha
Cuando escuchas, te conectas con tus propias necesidades y emociones, así como con las de otras personas. Escuchar también te fortalece y te ayuda a entender lo que está pasando, además de permitir que los demás te escuchen.
2. La prioridad es resolver el conflicto y no determinar quién tiene la razón
En las discusiones, no se trata de ganar o perder, sino de mantener la relación intacta y seguir adelante. Para ello, es fundamental respetar a la otra persona y su punto de vista.
3. Sin rencores: lo importante es el presente
Si te aferras al resentimiento del pasado, tu capacidad de ver la realidad se verá comprometida. Si quieres avanzar, deberás concentrarte en el momento presente, aquí y ahora, y resolver el problema en lugar de seguir mirando al pasado.
4. Si puedes evitarlo, no provoques una discusión
Resolver un conflicto puede ser agotador, así que haz lo que sea necesario para evitarlo si realmente puedes, especialmente si se trata de un problema menor.
5. Debes estar dispuesto a perdonar
Es imposible resolver un conflicto si no estás dispuesto o no puedes perdonar. Si no puedes deshacerte de la necesidad de castigar al otro, no puedes realmente resolver el problema, incluso si llegas a un acuerdo o una tregua.
6. A veces hay que dejar que las cosas pasen solas
A veces puede ocurrir que no se llegue a un acuerdo. Sin embargo, "dos personas no pelean si una de ellas no quiere", por lo que una opción podría ser dejarlo pasar y seguir adelante, sin dejar que la discusión se convierta en una cuestión de principios.
Si bien esto no siempre es posible o recomendable, pasar por alto los pequeños desacuerdos puede ser una buena solución, para que el conflicto no crezca y no se convierta en algo realmente importante.
