Última actualización: 18 de febrero de 2022
Cuando una relación termina, duele. No importa quién tomó la decisión, porque la historia ha terminado. Aunque sabemos que es la elección correcta, cuando un amor termina, nos sentimos vacíos. Por eso es importante sanar las emociones al salir de una relación.
Cuando te rompen el corazón, el dolor es real. Más allá de las metáforas sobre el tema, un estudio ha demostrado que en estos momentos se activan las mismas áreas cerebrales que se activan cuando experimentamos dolor físico. Y, como cualquier otro dolor, éste tarda en sanar.
Cómo curar un corazón roto
Si bien se dice que el tiempo cura todos los males, hay algunas cosas que puedes hacer para recuperarte y mejorar tu vida. Aunque te parezca que ha llegado el final, siempre hay una luz que te sacará del túnel. Pero tienes que darte la oportunidad de llegar allí. Puedes hacerlo.
1 - Date tiempo
Cuando estamos enamorados, nuestro cuerpo segrega oxitocina y dopamina. Estas hormonas no solo nos hacen sentir bien, sino que son adictivas. Además, los niveles de serotonina presentes en nuestro cerebro son más altos, por lo que nos sentimos llenos de energía y optimismo.
Es normal que te sientas mal cuando termina una relación, porque por un lado tu cuerpo ya no segrega estas hormonas, por otro lado necesita tiempo para "desintoxicarse".
No cometas el error de pensar que nunca volverás a estar bien. Sin embargo, tienes que darte tiempo. Todo volverá a la normalidad, tenlo por seguro. Aprenderás a vivir sin esa persona.
2 - Dedica tu tiempo a actividades que requieran toda tu atención
Seguramente tu corazón roto te helará, te hará replantearte todo lo que pudiste y no hiciste, todo lo que salió mal, y por qué. Pero no puedes vivir en un mundo irreal. Esto solo te hará sentir peor.
Un estudio reveló que somos más felices cuando participamos en actividades que requieren gran parte de nuestra atención. Centrarse en lugar de soñar despierto nos hace más felices. Así que trata de hacer algo que requiera el 100% de tu atención. El miedo pasará más rápido y te recuperarás mejor.
3 - Continúa tus actividades y tus relaciones
Cuando estamos enamorados, es tentador dejar todo lo demás, dejar de cuidar nuestra vida, centrar toda nuestra atención en la persona que amamos. Cuando el amor termina, todo lo demás parece haber terminado también.
Sin embargo, no tiene por qué ser así. Vuelve a tu vida diaria, continúa con las actividades que siempre has hecho, haz amigos o conoce gente nueva. También puedes probar algo nuevo y diferente. Incluso si no tienes ganas, te ayudará a mejorar.
4 - No se trata de "la persona adecuada para ti"
Seguramente, te encontrarás con personas que te dirán, de buena fe, que esa no era la persona adecuada para ti. Sin embargo, no te importa, ¿verdad? Sea o no la persona adecuada para ti, su pérdida duele, incluso si tomaste la decisión.
Olvídate de esto. ¿Crees que estar con los que no tienes que desestabilizarte emocionalmente, te hace dudar y afecta negativamente tu autoestima. Nadie tiene derecho a decirte que has elegido mal ni a juzgarte por la persona que has elegido.
Ya no te quedas con esa persona porque no funcionó: punto. La vida te tiene preparadas otras oportunidades, y no las puedes desperdiciar porque no sabes si aprovecharlas o no, si son ideales para usted o no.
5 - Recuerda que ya has pasado por malos momentos y que algo has aprendido
La vida está llena de malos momentos, experiencias desagradables y lecciones de las que aprender. Si has superado otras dificultades, también superarás esta. Si has aprendido algo de experiencias negativas pasadas, lo mismo pasará con esta.
No te preguntes por qué. Pregúntate qué puedes aprender, qué se puede cambiar. Analiza las señales que pasaste por alto, lo que hiciste y lo que no. Concéntrate en mejorar y recuerda que también hubo buenos momentos. No todo fue malo, y de esto también hay que aprender.
6 - Evita las etiquetas y no encierres tu corazón
Las relaciones no son todas iguales, y no todas las personas se comportan de la misma manera. No crees que haya una regla general. Aprender de experiencias pasadas te ayudará a analizar mejor a las personas, comprender la naturaleza de las relaciones y generar expectativas realistas.