Última actualización: 28 octubre, 2017
Una relación de pareja puede pasar por varias etapas. A todo el mundo le gustaría que el período de las mariposas en el estómago durara para siempre, pero no es posible. Enamorarse, del canto de los pájaros y sus infinitas angustias, es solo una fase.
Después de este período, pasamos a una fase más realista y profunda. Es en este punto cuando pueden ocurrir los primeros enfrentamientos y conflictos. Nadie está hecho a la medida de otra persona y por eso las primeras diferencias, grandes y pequeñas, se manifestarán en poco tiempo. Es algo que ocurre incluso en las parejas más compatibles.
"La distancia no la da lo lejos que nos separamos, la distancia la da el no volver".
-Alejandro Sanz-
Si la pareja alcanza la estabilidad, comienza una nueva etapa cuyo objetivo es construir una vida juntos. Las ilusiones de los comienzos y las pequeñas desilusiones del final del enamoramiento ya no estorban. En el mejor de los casos, la relación se consolida. Pero no para siempre.
Mayores dificultades surgirán tarde o temprano. Es completamente normal acercarse y alejarse. La rutina y la vida cotidiana nos persiguen, al igual que las tentaciones. A veces conseguimos mantener el equilibrio, pero otras veces empiezan a manifestarse los primeros signos de avería. ¿Puedes identificar estas banderas rojas en la relación? Aquí tienes algunas pistas para tener éxito lo antes posible.
Campanas de alarma en una relación
1. No hay más cortesía
Uno o ambos socios parecen haber olvidado los buenos modales. A veces es solo falta de atención. En otros casos, de auténticas groserías. La cortesía es una de las características fundamentales de ese trato especial que naturalmente se reservan dos personas que se aman.
Si desaparece la cortesía (es decir, la consideración por el otro), puede ser un indicio de que algo anda mal en la relación.. Trátate bien, con amabilidad, cariño y dulzura es importante para mantener vivo el sentimiento. Cuando estas atenciones se pierden, es bueno detenerse un momento y reflexionar.
2. La pareja es denigrada frente a otras personas
Cuando una pareja está enamorada, se comportan con bastante orgullo en público. Uno está orgulloso del otro. Nos alabamos unos a otros. Socialmente se nos presenta como un todo, como dos personas que están una al lado de la otra. Frente a los demás, son dos ya la vez uno solo.
Con los años, esto puede cambiar. Es normal. Lo que sí puede ser alarmante, sin embargo, es ver a una persona que no desaprovecha oportunidad para degradar o denigrar a su pareja. Algunas parejas incluso llegan a ridiculizarse mutuamente. Sin duda es una mala señal.
3. Las conversaciones son siempre las mismas
En una relación de pareja, el comunicación es un factor fundamental. Y, por supuesto, debe haber cierto nivel de estima mutua. Esto es lo que nos lleva a querer saber lo que piensa el otro sobre un tema, y a compartir lo que uno siente o piensa.
Si esto no sucede y las conversaciones comienzan a limitarse a temas triviales, significa que algo anda mal. La chispa se está muriendo. Si no compartimos una buena conversación, no estamos compartiendo nuestro mundo interior. Y esto implica una distancia enorme.
4. La culpa es compartida
Una relación sale mal cuando se lleva un registro muy detallado de las culpas que se le asignan a uno u otro miembro de la pareja. Esto significa que hay conflictos sin resolver. Es un problema que desgasta profundamente el vínculo afectivo e impide crecer a nivel individual y de pareja.
En estos casos, basta con iniciar una pequeña discusión para que cada uno elabore su propia lista de quejas. Ambos sienten que el otro tiene la culpa de todo.. Dejas de ser autocrítico y empiezas a pensar que tu pareja es la fuente de todos los problemas.
5. No se hacen planes juntos
A veces sucede sin darnos cuenta. Todos comienzan a hacer planes de vida más individuales, tanto en el presente como de cara al futuro. Uno se preocupa por sus hobbies y el otro organiza su tiempo libre como quiere. La pareja dividió la vida común en compartimentos sellados.
Esto significa que ninguno de los dos aprecia la compañía del otro. Ya no son camaradas. Son dos personas que comparten un espacio común, pero sin sentir atracción mutua. Es un signo muy negativo e indica que el amor va perdiendo fuerza.
6. No compartes tiempo de calidad
En una relación es importante que haya momentos dedicados exclusivamente a la pareja. Y estos no tienen que incluir el tiempo que pasan juntos en compañía de niños, familiares o simplemente por razones circunstanciales.
Si no se establecen momentos para dedicar a la pareja, se avanza lentamente hacia una ruptura. Es como si no hubiera más espacio en tu vida para tu pareja. La mayoría de las veces esta partida ocurre gradualmente. Y, además, cada vez hay menos esfuerzo para reducir la distancia.
7. El otro es sospechoso
Cuando la relación se ha deteriorado, muchos convierten a la pareja en un enemigo potencial. Es por esto que empiezan a tener muchas sospechas hacia él. LALe están quitando explícitamente su confianza y, por tanto, esperando lo peor del otro.
Todas estas pistas deben interpretarse como banderas rojas. Nos cuentan que la relación atraviesa una crisis que solo empeora la vida de ambos. Que sea o no el momento de terminar la relación depende de la pareja. Más que tratar de reconstruir el amor que había al principio, muchas veces es bueno encontrar juntos una actitud más adulta hacia la relación, para lograr que la pareja pueda madurar.