Última actualización: 14 marzo, 2017
La dimensión afectiva está ligada a la cercanía o disposición positiva hacia algo o alguien. Es un estado de empatía que engloba el universo de las emociones. La existencia impone etapas de sufrimiento, como en el caso de una pérdida emocional, que sólo puede superarse a través del dolor. Hoy te vamos a dar algunos consejos que te ayudarán a superar estas dolorosas experiencias.
Comencemos aclarando que el dolor implica un proceso de tratar de equilibrar las emociones después de una pérdida emocional. Este proceso se desarrolla en un contexto marcado por el sufrimiento, la negación, la tristeza, la confusión, la ira y la culpa.
Después de eso, esto deja espacio para la resignación y la reconstrucción. El dolor resuelto nos hace fuertes ante la adversidad y nos aporta la experiencia necesaria para llevar una vida más sana y feliz.
“No te aflijas. Todo lo que pierdas te volverá de otra forma”.
(Rumi)
Cuando se experimenta una pérdida emocional, las emociones son más intensas y profundas. Las pérdidas emocionales pueden ser diferentes: la muerte de un familiar o de un ser querido, la ruptura con la pareja, el descubrimiento de una enfermedad trágica como el cáncer, la pérdida del trabajo o la jubilación son solo algunos ejemplos.
Aspectos generales de la pérdida emocional
Un aspecto importante a tener en cuenta es que cuanto más desconcierta la pérdida emocional, más difícil es superar el dolor. Tomemos un ejemplo: un amigo querido se enferma y sus condiciones empeoran cada día. Es evidente su empeoramiento paulatino y, eventualmente, muere. Esta noticia no te sorprendería tanto. Si por el contrario ayer te encontraste con el mismo amigo y hoy descubres que está muerto, el impacto es mayor y más difícil de superar.
En el proceso de superación de la pérdida emocional pueden surgir comportamientos autodestructivos como reacción al dolor. Estos comportamientos pueden estar asociados a excesos y pensamientos obsesivos.
En general, esto significa que no somos conscientes del grado de dependencia que teníamos de alguien y, cuando se produce una pérdida, una parte de nosotros muere con la otra persona. Por lo tanto, nos sentimos incompletos.
Por lo general, cuando las personas están de duelo, experimentan una falta de interés en las cosas que antes les entretenían. En algunos casos, pueden ir demasiado lejos con el consumo de alimentos, medicinas o alcohol, usándolos como una herramienta para distanciarse del dolor. En realidad, al hacerlo, solo empeoran la situación.
4 consejos básicos para aceptar la pérdida emocional
Estos son los 4 consejos básicos para afrontar la pérdida emocional. Estas son acciones positivas para evitar que el dolor tome un rumbo equivocado. Estos son elementos que debes poner en práctica para poder salir de tu difícil situación.
- El proceso del dolor toma tiempo; las heridas se curan gradualmente y no puedes apresurarlas. El dolor debe ser aceptado tarde o temprano. Y la peor decisión que puedes tomar es buscar atajos para reducir el sufrimiento o tratar de ignorarlo.
- En el caso de que el dolor corresponda a una pérdida emocional como la muerte de un ser querido, no es correcto ocultar la aflicción y evitar hablar del ser querido desaparecido. Contrariamente a la creencia popular, hablar de los que ya no están trae alivio y ayuda en la evolución sana del dolor.
- Cuando el dolor parece empeorar y producir crisis, quieres hacerte daño; incluso llegan a producir pensamientos suicidas. Si es así, lo mejor que puedes hacer es compartir tus pensamientos con alguien en quien confíes o buscar la ayuda de un terapeuta.
- No hay una forma correcta o incorrecta de superar el dolor.. Este proceso se desarrolla a través de varias etapas y no tiene un tiempo de desarrollo específico. Varía según la persona y la intensidad de la pérdida. Habrá momentos en los que creas que ya no puedes más, en lugar de eso, lo harás. Solo piensa en algunos momentos pasados en los que hayas experimentado el mismo sentimiento.
3 consejos más
Además de los consejos anteriores, existen otros aspectos importantes para afrontar con éxito una pérdida emocional y se refieren principalmente al manejo de las emociones y las percepciones subjetivas.
- Es importante expresar tus emociones: esto nos libera y reduce el peso que llevamos. Por lo tanto, nNo hay que reprimir las ganas de llorar, de descargar la energía física acumulada de todas las frustraciones. A veces es suficiente hablar con alguien al respecto; con el tiempo, la sensación será menos dolorosa.
- Cuando el dolor se vuelve insoportable y se estanca siempre en el mismo lugar, lo mejor es buscar la ayuda de un profesional. Él dará el apoyo y el conocimiento necesario para avanzar en nuestro proceso de pérdida. En algunos casos pueden surgir complicaciones adicionales como, por ejemplo, la aparición de enfermedades como consecuencia de la somatización del conflicto.
- Por injusto que parezca, la vida sigue. Sigue con tu vida, no dejes de estudiar ni de trabajar, no dejes de cuidar a tu mascota, no dejes tu actividad deportiva… Todo esto es una imposición natural. No huyas de tus emociones e trate de hacer las actividades que normalmente haría. Pero sobre todo, no te sientas culpable si te sientes bien.
El final de una fase es el comienzo de otra. Un mayor bienestar puede esconderse detrás del sufrimiento. Tal vez no lo veas al principio y tendrás que esperar un poco antes de poder hacerlo. La pérdida afectiva es un momento de crisis donde puedes encontrar tu verdadera fuerza interior. El sufrimiento puede convertirse en seguridad y confianza para seguir adelante, atreviéndose a existir y amar.
Imágenes cortesía de Ricor, Tres Hermanas
