Última actualización: 06 octubre, 2016
Oscar Wilde se ha distinguido toda su vida por su humor mordaz. Estaba convencido de que la gente no lo escuchaba y contó que una vez asistió a una fiesta donde, como excusa por llegar tarde, le dijo a la casera que "tenía que enterrar a una tía que acababa de matar", y al escucharlo la mujer respondió: “no te preocupes, lo importante es que has venido”.
Era hijo de un escritor y un cirujano y se hizo famoso por sus obras de teatro, entre ellas "La importancia de llamarse Ernesto", y por su novela única y famosa "El retrato de Dorian Gray". También es recordado por las frases que pronunció, a través de las cuales mostró su pensamiento crítico. Averigüemos algunos.
Citas de Óscar Wilde
Vive la vida completamente
Escribí cuando no conocía la vida. Ahora que sé el significado de la vida, no tengo nada más que escribir. La vida no se puede escribir: la vida sólo se puede vivir.
En la época de Oscar Wilde ciertamente había varias fuentes de distracción, pero ciertamente no tantas como hoy. No es difícil cruzarse con alguien caminando por la calle inmerso en la pantalla de su teléfono móvil, como si fuera un zombi, sin mirar ni observar nada de lo que le rodea. Ya no somos capaces de mirar hacia arriba y observar la vida.
La vida no se puede escribir ni ver en la pantalla de un ordenador o de un teléfono móvil. La vida es lo que tocamos, lo que olemos, lo que sentimos al ver el mundo real.
La importancia de saber cometer errores
La experiencia no es más que el nombre que el hombre da a sus errores.
A lo largo de nuestra vida cometemos muchos errores y es de esos errores que aprendemos y no los repetimos. Estas lecciones que nos da la vida son las que llamamos experiencia.
La verdadera fuerza de cualquier persona radica en aprender de cada experiencia, ya sea positiva o negativa. Levantarse cada vez que la vida nos desmoraliza y hacerlo llenos de esperanza por el futuro, negando la idea de que el pasado es la mejor forma de saber lo que va a pasar.
Las reglas de escritura
No hay más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
Oscar Wilde escribió muchas obras de teatro, cuentos, poemas, para finalmente darse cuenta de que lo importante es tener algo que decir y, simplemente, decirlo. Muchos escritores han pensado en innumerables reglas para escribir, y muchos otros las han seguido o han inventado otras nuevas.
De hecho, a la hora de escribir o tropezar en la vida solo hay dos cosas que son realmente importantes: tener una idea y ponerla en practica. Podemos leer reglas, seguirlas, aplicarlas, pero lo realmente importante es estimular la creatividad, el nacimiento de nuestras propias ideas y la puesta en práctica de cada una de ellas. Los sueños son hermosos, pero es fundamental tener una comprensión clara del valor de convertirlos en realidad.
Ama a la persona más importante de tu vida
Amarte a ti mismo es el comienzo de un idilio que dura toda la vida.
La autoestima, el acto de amarse a uno mismo, es la base para una vida sana. Somos conscientes de cuánto nos duelen las opiniones de los demás y cuántas cosas negativas nos decimos a nosotros mismos. Es importante poner un límite y reflexionar sobre todas las cosas buenas y bellas que están presentes en nuestra vida.
Detente un momento a pensar en lo que te dices a ti mismo todos los días. Cambia esos "no puedo" por "quiero". La fuerza de voluntad es el primer paso para poder hacer lo que quieres. No permitas que tu mente te diga cosas negativas, no pongas barreras a tu existencia.
Celebra los éxitos de tus amigos
Cualquiera puede simpatizar con el dolor de un amigo, pero solo un alma noble puede simpatizar con el éxito de un amigo.
Vivimos en una sociedad donde reina la envidia hacia los éxitos de los demás. Muchas personas actúan con falsedad y dicen que se alegran cuando las cosas les van bien a los demás, pero en realidad son incapaces de alegrarse por los éxitos de los demás, porque por dentro están corroídos por la envidia.
Oscar Wilde fue uno de los protagonistas de su época. Nacido en una familia rica, tuvo la oportunidad de vivir una vida cómoda. En un momento, sin embargo, se vio obligado a pasar dos años en prisión. Una vez liberado de prisión, se mudó a París, cambió su nombre y permaneció allí hasta los 46 años, cuando murió en la más absoluta pobreza.
Aprende a regocijarte honestamente en los éxitos de tus amigos. La sensibilidad que requiere tal honestidad es necesaria para tener relaciones sanas y duraderas con otras personas. Busque personas que se regocijen con sus éxitos y los celebren sinceramente con usted.
Ponte a trabajar
Una vez que descubramos las leyes que rigen la vida, nos daremos cuenta de que el hombre de acción es el único que tiene más ilusiones que el soñador.
Pasamos mucho tiempo soñando, pensando en lo que nos gustaría hacer mientras nos absorbimos en las tareas diarias. De esta forma acabamos perdiendo el entusiasmo, ya que vemos nuestros sueños alejarse cada vez más, sin hacer nada por intentar alcanzarlos; hacerlo significaría poner todo en riesgo y salir de nuestra zona de confort.
Oscar Wilde era un soñador. Ser un soñador, sin embargo, no es suficiente, hay que ponerse manos a la obra. Encuentra lo que te apasiona y hazlo parte de tu vida. Solo vives una vez y el tiempo es limitado, así que sumérgete en tus pasiones y aprovecha cada segundo de cada minuto.
Sigue tu corazón y vuélvete loco
El mundo fue hecho por necios para que vivieran los sabios.
En la vida hay que dejarse llevar por la locura, por lo que sugiera el corazón y la intuición. Tu corazón sabe exactamente lo que quiere, incluso si lo niegas. Escucha sus latidos. Recuerde que muchas de las personas que lograron grandes éxitos en la historia humana en su tiempo fueron confundidas con dementes.
Si quieres irte de viaje, hazlo; si quieres besar a alguien que te gusta, hazlo; si no te gusta tu trabajo, déjalo y busca otro; si quieres pintar cuadros, compra un pincel, algunas pinturas y empieza a pintar. Es tu vida, nadie la vivirá por ti y nadie te dará otra para poder vivirla de nuevo.