El acoso sexual en el trabajo genera angustia, duda y miedo. En la mayoría de los casos, callarse y dejar pasar el tiempo aumenta la intensidad y frecuencia del abuso. Situaciones similares requieren una pronta intervención.
Última actualización: 18 de diciembre de 2022
El concepto de acoso sexual se originó en la década de 70 dentro del movimiento feminista. Entonces como hoy, el acoso sexual en el lugar de trabajo está asociado con un comportamiento inapropiado, especialmente por parte de los hombres hacia las mujeres, lo que constituye un ejercicio de poder.
Luego de una serie de escándalos en Estados Unidos en la década de XNUMX, el tema ganó fama y un lugar en el marco legal. El acoso sexual ha pasado de ser un comportamiento inapropiado a una conducta violenta y eventualmente a un delito.
A pesar de todo, En el mundo de hoy, todavía hay mucho acoso sexual en el lugar de trabajo.. Situaciones en las que la persona maltratada se encuentra en una condición muy vulnerable, ya que teme perder su trabajo si denuncia la situación.
Menos a menudo que sus contrapartes, los hombres también pueden ser víctimas de estos abusos. Asimismo, algunas mujeres dieron falso testimonio arruinando la reputación del acusado.
“Frente a las atrocidades debemos tomar partido. El silencio estimula al verdugo".
-Elie Wiesel-
Cómo reconocer el acoso sexual en el trabajo
No siempre es fácil reconocer el acoso sexual en el trabajo, especialmente en entornos donde existan relaciones cercanas y de confianza. A veces, la línea entre la camaradería, las bromas o el coqueteo del acoso en sí mismo no está clara. En general, podemos hablar de acoso cuando concurren las siguientes premisas:
- No hay partido. Una de las personas involucradas muestra interés sexual en la otra; este sentimiento no es correspondido y ninguna expresión de interés es bienvenida.
- Transgresión simbólica o directa. Ocurre cuando una persona es explotada a través de palabras, acciones, dibujos, bromas, etc. La situación termina así en un nivel sexual.
- La respuesta de la persona desinteresada tiene consecuencias. El acosador toma decisiones basadas en la reacción de la víctima. A veces puede ser un despido, pero también puede ser ostracismo, rechazo o privilegio y estabilidad.
- Se producen conductas intimidatorias. No necesariamente amenazas, sino demostraciones de fuerza o poder, tanto físico como jerárquico. La víctima se siente amenazada de una o más formas.
Principales tipos de acoso sexual en el trabajo
Acoso sexual pueden ser principalmente de dos tipos: ambientales o de chantaje. Ambas son formas de presión indebida sobre otra persona para que acepte las insinuaciones sexuales de un superior o colega.
- Acoso ambiental. Corresponde a una conducta humillante, hostil o amenazante que un sujeto muestra hacia otro. Pueden ser insultos verbales, físicos o simbólicos, o delitos menores o graves, pero son sistemáticos.
- Chantaje sexual. Ocurre cuando se le pide abiertamente a la víctima que se deje utilizar sexualmente a cambio de algo, que puede ser mantener su trabajo, aumentar su salario, mejorar sus condiciones laborales, etc.
Un estudio realizado por Inmark, Estudios y Estrategias SA en 2014, indica que en casi el 60% de los casos de acoso sexual laboral, el agresor es un colega. En el 14,3% el agresor es un cliente; en un 2% un gerente y en un 1,3% un subordinado. Sin embargo, El 50% de los casos graves son obra de un superior.
¿Cómo detener al acosador?
Es muy común que las víctimas de acoso sexual tiendan a minimizar la gravedad de lo que les pasa. También se desprende de la negativa a denunciar la situación. Están convencidos de que la situación es trivial, entonces, ¿por qué armar un escándalo?
Por muy grande que sea la esperanza de que el bullying acabe de la noche a la mañana, lo cierto es que estas situaciones tienden a cronificarse. Lo mejor es confrontar al abusador directamente, con una actitud tranquila pero firme. Minutos e definir lo que está pasando y las posibles consecuencias ya es una forma de detener a muchos acosadores.
Si el acoso va desde una amenaza o insinuación hasta gestos físicos, lo primero que hay que hacer es denunciar. Si la empresa en la que trabajas tiene intervenciones específicas para estos casos, mejor que mejor. Si no es así, lo más adecuado es acudir a un superior y hacérselo saber. Es mejor hacerlo por escrito, detallando cómo se está produciendo el acoso.
Tan lejos como sea posible, es mejor reunir pruebas y testigos. Si la empresa ignora la denuncia, se debe contactar a las autoridades. Actualmente, la legislación en la mayoría de los países occidentales protege a las víctimas de abuso. El silencio no es una opción.