Actitud: la fuerza de cambio más poderosa

Actitud: la fuerza de cambio más poderosa

Actitud: la fuerza de cambio más poderosa

Última actualización: 16 de febrero de 2020

La actitud es la fuerza más poderosa que poseemos, pero a menudo la ignoramos. Hacemos todo lo posible por dejarlo en un segundo plano mientras nos esforzamos en culpar a los demás de las cosas que nos pasan, quejándonos de todos los problemas que nos agobian y sintiéndonos víctimas de las circunstancias.

La pregunta que debemos hacernos es: ¿qué actitud estamos adoptando ante la vida? Reflexionar sobre ello y saber si nuestro comportamiento nos está ayudando o no, nos permitirá ser mucho más conscientes de por qué las cosas no van como nos gustaría. Si abrimos bien los ojos, nos daremos cuenta de que las dificultades no son tan terribles cómo pensamos.



Elige tu actitud bajo cualquier circunstancia

Podemos elegir cómo lidiar con las circunstancias, al menos siempre tenemos control sobre esto. La actitud es la fuerza más poderosa que tenemos, ya que gracias a ella podemos cambiar lo que nos pasa o, al menos, la forma en que lo afrontamos. ¿Aceptamos o rechazamos? ¿Nos quejamos o tomamos medidas?

Imaginemos tener una pareja que siempre se queja, llevándonos con el tiempo a odiar su forma de hacer. Vivimos amargados, es buena persona pero ya no somos felices en nuestra relación; sin embargo, en ese mismo momento somos ineptos y no tomamos una decisión. Al contrario, tratamos de hacer cambiar a nuestra pareja, le echamos la culpa de los problemas de la relación, del vínculo que se ha roto.

Al leer esta historia, sabríamos perfectamente qué hacer. Tenemos dos opciones: aceptar a nuestra pareja por lo que es, amarla, amarla sin querer que cambie. También podemos romper la relación y darle a nuestra pareja la oportunidad de ser feliz con otra persona.



Como podemos ver, La actitud es la fuerza más poderosa, ya que nos permite salir de una situación que no nos gusta.. Al tomar una decisión y cambiarnos a nosotros mismos, no intentamos que el otro cambie. Lo mismo puede aplicarse en otras circunstancias. Cuando estamos endeudados, cuando estamos sin trabajo, cuando surge una enfermedad o cuando muere un familiar.

De nada sirve quejarse, maldecir al cielo por lo injusto que es, victimizarnos y quedarnos quietos sin hacer nada. No hace falta buscar culpables donde no los hay, no aceptar lo que llega así, sin razón. Háganos preguntas sin sentido como: "¿por qué a mí?", "¿hice algo mal?".

La actitud es la fuerza más poderosa que nos permite ser felices

La actitud es la fuerza más poderosa que incita cambios, decisiones, nuevos capítulos en la vida. Gracias a ella podemos encontrar nuestra felicidad o conservarla. Porque no olvidemos que la felicidad hay que buscarla en nuestro interior, independientemente de que el exterior aporte, unas veces lo hará y otras no.

Gracias al poder de nuestra actitud, podemos entender que no hay límites y que no debemos sentirnos abrumados por las circunstancias. Por muy grave que sea una situación, como perder el trabajo o una deuda, siempre acabamos saliendo ilesos y superando esos obstáculos. Es su propio impulso vital.

Sin embargo, a veces el nuestras emociones aplastan este anhelo de esperanza, exagerando la realidad. Sin embargo, tarde o temprano, solo tendremos que aceptar la situación y seguir adelante. ¿Por qué no hacerlo desde el principio? ¿Por qué tratar de sentirse tan mal sin razón?


Es importante tener confianza en nosotros mismos y no quedarnos en nuestra zona de confort, de esta manera las emociones se calmarán en lugar de amplificarse. Si nos dejamos avasallar por ellos, nuestro estado de confort se irá reduciendo cada vez más hasta sentirnos atrapados en nuestras circunstancias.



No tenemos que tener miedo al cambio. En general, los cambios son oportunidades, nuevos comienzos, nuevos capítulos. Dejaremos algo atrás, por supuesto. Pero lo que vendrá también nos puede sorprender si nos armamos de paciencia e inteligencia para darle la vuelta a la situación a nuestro favor. Una oportunidad para aprender, para superarnos, para madurar y darnos cuenta de que somos capaces de afrontar todos los problemas que se nos presentan en el camino.

No olvidemos que la actitud es la fuerza más poderosa para el cambio. Podemos tomar decisiones para salir de una situación que no nos gusta. Podemos aceptar lo que no nos gusta, dejar de rechazarlo y seguir adelante. Muchas veces la reflexión sobre el futuro nos da un panorama más complicado de lo que realmente nos espera. Mediante la actitud, elegimos qué posición adoptar frente a esta imagen.


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