Escrito y verificado por el psicólogo. GetPersonalGrowth.
Última actualización: 15 2022 noviembre
Vivir con gente adicta a los conflictos y las riñas es como estar en un campo minado. Estos individuos se enfrentan a la vida y al entorno social con su malestar y con la ansiedad de quien sabe que basta un comentario, un gesto o una palabra para enfadarse. Contagian a los demás con su dependencia de los conflictos, con su tensión, propio de los que no hacen más que librar duras batallas internas.
En la vida, todos conocemos o hemos conocido a personas que están claramente en conflicto. No estamos hablando de aquellos que quieren crear problemas por no haber superado la etapa adolescente y la consiguiente crisis de identidad. Nos referimos más bien a un perfil preciso, caracterizado por una conducta encaminada a desestabilizar, romper el equilibrio familiar, generar disputas entre vecinos y verdaderas batallas personales en cualquier escenario de la vida.. Personas que desarrollan una verdadera adicción al conflicto.
Es una adicción, porque es una búsqueda casi compulsiva de confrontación. El Dr. Bill Eddy, mediador y fundador de una asociación que ayuda a resolver conflictos internos, dice que esta personalidad está presente en todos los ámbitos de nuestra cultura. Necesitas ser consciente de lo que esconde un perfil similar para poder gestionarlo mejor.
Personas con adicción a los conflictos: Anatomía de la ira
Podríamos decir que la mejor estrategia para tratar con personas conflictivas es evitarlas. Sin embargo, no siempre podemos resolver las dificultades de la vida saliendo por la puerta de atrás, alargando la distancia o eliminando personas de nuestros contactos. Como seres sociales, nos vemos obligados a vivir juntos y existe la posibilidad de que nosotros mismos estemos en conflicto, acostumbrados a recurrir a la confrontación cuando no podemos con algo.
Por otro lado, en el ámbito laboral, legal, social y psicológico es fácil escuchar sobre estas personalidades, pues detrás de solicitudes, denuncias, casos de violencia, conflictos laborales, se esconden personas adictas al enfrentamiento.. Como puede ver, es una realidad donde una persona proyecta su ira sobre los demás.
También te aconsejamos leer: Personas conflictivas siembran ambientes tóxicos
El Dr. Eddy cree que alrededor del 15% de la población adulta tiene un trastorno psicológico entre los identificados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, también conocido como DSM-V, y que al menos el 10% de este porcentaje sufre de un alto conflicto de personalidad. . Veamos ahora qué características y comportamientos distinguen a un individuo con adicción al conflicto.
¿Cómo son las personas con adicción al conflicto?
En el caso de personalidades de alta conflictividad, el problema es que la disputa o sobrerreacción que proyectan sobre nosotros no es real. El problema no somos nosotros, son ellos los que tienen un problema de falta de equilibrio interior, de manejo emocional, de fortaleza psicológica.
Lea también: Orgullo: un gran productor de conflictos
Estas son las características de las personas con este trastorno:
- Su forma de pensar se basa en el "todo o nada". No analizan, no son flexibles, no se detienen a sopesar los pros y los contras de una situación. Se limitan a dar una respuesta basada en la agresión o la crítica cuando algo no les agrada o no cubre sus expectativas.
- Tienen poco control emocional.. Algunas personas en conflicto tienen cierto grado de control sobre sus emociones, pero lo hacen con un único propósito: manipular emocionalmente a los demás. Otros, en cambio, simplemente descargan su ira y frustración sobre los demás hasta el punto de crear una atmósfera muy desagradable.
- Desestabilizan los entornos sociales y las personas.. Las personas adictas a la confrontación son expertas en crear mal humor, criticar, mostrar un comportamiento dominante, humillar u ofender todo el tiempo.
- Tienen poca o ninguna resistencia a la frustración y siempre están buscando un chivo expiatorio.. No toleran que algo no salga según sus expectativas. Esto alimenta su frustración, que luego se convierte en ira que intentan descargar en alguien.
- Sus pensamientos están dominados por emociones negativas..
- Son incapaces de reflexionar sobre su comportamiento..
- Les cuesta empatizar.
- Evitan cualquier responsabilidad cuando hay problemas o se necesita encontrar una solución..
¿Cómo lidiar con los adictos al conflicto?
Hay personas en las que esta dependencia de los conflictos es muy fuerte y otras con las que, en cambio, se puede razonar. En muchos casos nos vemos obligados a convivir con perfiles complejos y estresantes y por ello es necesario tomar las medidas oportunas. Un primer aspecto que no se debe subestimar es el siguiente: hay que evitar tomar personalmente las reacciones de estas personas, en realidad están en conflicto consigo mismas.
En la medida de lo posible, no se debe perder el tiempo discutiendo o explicando a alguien que no quiere entender razones. De nada sirve dejarse influenciar por sus tormentos: basta reconocerlos para desactivar su impacto.
Desde un punto de vista clínico, es importante hablar de cómo intervenir con estas personas. Los autores del DSM-V están evaluando la posibilidad de incluir la personalidad de alto conflicto como un trastorno real, por lo que no se debe subestimar la importancia de un tratamiento psicológico adecuado. Podrías trabajar aspectos importantes como la gestión emocional, el control y el origen de la ira o aprender a relacionarte con los demás a través de la empatía y conductas más respetuosas.
Con personas así, es necesario establecer límites, pero también comprender que detrás de la incómoda fachada de "buscar problemas" se esconde un mundo de complejidad y heridas sin cicatrizar que requieren la atención adecuada. Nadie quiere tener una personalidad conflictiva.