Cultivar la adicción en el amor significa permitirse ser vulnerable con la persona amada. Saber abrirse emocionalmente al otro, saberse comprendido y respetado. Tener al mejor aliado de la vida en tu pareja.
Última actualización: 27 de mayo de 2022
Una sana adicción en el amor existe y se basa en la intimidad. Consiste en saber establecer un apego positivo con la pareja alimentado por el afecto mutuo, la atención mutua y también por la confianza.
Brené Brown, célebre escritora, conferencista e investigadora de la Universidad de Houston, exploró este aspecto de las relaciones románticas para aclararlo mejor.
Hace años que se subrayan las consecuencias negativas y peligrosas de la adicción en las relaciones de pareja. Muestra de ello son muchos preceptos e ideas transmitidas por el psicólogo y también exitoso escritor Walter Riso. De hecho, existen numerosas variables adversas asociadas a esta dimensión.
Sin embargo, siempre e inevitablemente se generará un cierto nivel de dependencia en una relación, ya que se basa en el apoyo mutuo y una trabajo constante para construir un refugio compartido en el que crecer juntos. Sin dejar nunca de ser uno mismo y, menos aún, sin pretender dominar al otro.
Este es el secreto: saber construir una unión fuerte y sana en la que uno se sienta identificado a través de dinámicas satisfactorias, preciosas y recíprocas.
Ser vulnerable es un riesgo que tenemos que correr si queremos conectar con la otra persona.
Brené Brown
Cómo conseguir una sana adicción en el amor.
Los términos "saludable" y "adictivo" pueden parecer un oxímoron. ¿Desde cuándo es saludable necesitar una pareja? Lo cierto es que el ser humano necesita de sus semejantes para asegurar su bienestar emocional. El amor necesita un apego saludable para sobrevivir y desarrollarse.
El neurólogo y psiquiatra Amir Levine junto con la psicóloga social Rachel Heller han escrito un libro esclarecedor sobre el tema. En Dime cómo amas y te diré quién eres definen una sana adicción como un componente esencial en una relación. Es una convivencia basada en la intimidad y la complicidad, donde no hay lugar para el miedo ni el malestar.
De manera similar, Brené Brown brinda una descripción más detallada en su libro The Strength of Fragility: The Courage to Make Mistakes and Be Reborn Stronger Than Before. Una sana adicción en el amor es aquella en la que nos permitimos ser vulnerables con la pareja.
La honesta cercanía de uno con el otro da lugar a una alianza fortalecedora. Sabemos que podemos disfrutar de un apoyo indiscutible en nuestro ser querido, lo que nos hace felices.
Todos necesitamos crear un vínculo de adicción saludable en nuestras relaciones. Nos permite amar y ser amados, ayudar y ser ayudados, y también tener esa figura especial con la que permitirnos ser vulnerables y revelar nuestras necesidades más profundas.
Compromiso emocional mutuo
El compañero debe ofrecer apoyo, no la sensación de un campo minado en el que nunca sabemos dónde poner el pie para que el otro no se enfade. Una relación de pareja debe dar calma y no tormentas.
Saber que puedes confiar en alguien a quien exponer debilidades, miedos y necesidades nos proporciona un auténtico bienestar psicológico. Una adicción saludable comienza con la conexión que va más allá de la simple gratificación sexual.
Dependemos del compañero porque es la persona con la que compartimos cada día desde anécdotas hasta problemas. Un aliado vital y emocional, no un simple conocido. Cuanto mayor sea la implicación emocional, más valiosa será la relación.
Independencia y adicción en el amor: la felicidad está en algún punto intermedio
Si una sana adicción en el amor es fundamental en cualquier relación, también lo es la sana independencia.. Estas dos dimensiones, lejos de ser antagónicas, se complementan.
En cualquier relación, sin duda necesitas cercanía, apoyo y amor. Pero también queremos y necesitamos autonomía y crecimiento personal.
El amor verdaderamente pleno es el que, en vez de subordinar, ofrece ímpetu y libertad para la realización personal de ambos. La felicidad reside en el equilibrio entre el apego y la libertad, entre la dependencia y la independencia. Esta dinámica de fuerzas siempre será posible gracias a un elemento necesario: la confianza.
Un trabajo de investigación realizado en la Universidad de Friburgo, Suiza, confirma que la confianza es y será siempre un requisito indispensable para que una pareja sea feliz.
Las relaciones saludables ofrecen apoyo y son refugios emocionales
Una sana adicción en el amor significa no necesitar al otro hasta el punto de no poder vivir sin él o ella. Significa confía en tu ser querido para tomar tus propias decisiones y llevar a cabo tus proyectos vitales. Todo ello sabiendo que la pareja será siempre el mejor aliado, el mejor refugio, el mejor cómplice cotidiano.
Construir relaciones saludables no es fácil, ya que ciertos conceptos deben ser claros. Sobre todo, nunca se debe olvidar que sin intimidad, sin la capacidad de ser vulnerables el uno al otro, la relación nunca será satisfactoria.