Última actualización: 19 de enero de 2015
Sentirse amado es una de las mayores necesidades del ser humano ya que esto nos reafirma como personas y seres sociales.. De hecho, se puede decir que gran parte de nuestra vida gira en torno a este sentimiento y que la mayoría de las actividades que realizamos tienen este fin. Desde el maquillaje que usan las mujeres hasta rodearnos de personas que nos hagan sentir bien con nosotras mismas.
Sin embargo, por mucho que hagamos para que los demás nos acepten y nos den el amor que deseamos, puede que esto no sea suficiente si falta el amor más importante: el amor hacia nosotros mismos. Habitualmente olvidado y ensombrecido, el amor propio es mucho más importante que lo que nos dan los demás. Este amor es el que nos permite salir adelante cuando tenemos que lidiar con el rechazo social y cuando surgen sentimientos negativos.
Aprende a amarte a ti mismo
Vivimos en una sociedad donde los cánones de belleza son extremos, se nutre la competencia entre compañeros y se nos enseña que nunca nada es suficiente. Todo esto hace que cada día nos exijamos más a nosotros mismos, generando frustración en todos o en la mayoría de los ámbitos de nuestra vida. Por eso, al final no nos valoramos ni nos amamos como deberíamos.
Para aprender a amarte a ti mismo necesitas:
, Reconocer que tenemos tanto cualidades como defectos.. Es muy común encontrarse confrontado con los cánones establecidos por la sociedad. Si bien esta situación se da principalmente en el aspecto físico, puede verse reflejada en cualquier otro aspecto. Una gran actividad es hacer una lista de las cualidades y defectos que tienes y luego pedirle a otra persona que lo corrija y nos dé su opinión. Esta actividad nos ayuda a ver cualidades que ni siquiera sabíamos que teníamos.
, Respetarnos a nosotros mismos como seres únicos e individuales.. Las personas que se aman y que tienen suficiente autoestima se respetan, lo que les permite no querer parecerse a nadie porque saben que cada una de sus características los hace especiales. Desde las características más particulares hasta las más comunes, todas nos hacen únicos.
, Identificarnos como el foco central de nuestra vida.. Aunque este punto pueda parecer extraño, es importante recordarlo, ya que muchas personas suelen poner en el centro de su vida a los demás: los hijos, la familia, el trabajo, la pareja, el deporte, etc. Si bien hay responsabilidades u objetivos que cumplir, nunca debemos olvidar que el centro de nuestra vida somos nosotros mismos y que si no hacemos todo lo posible para sentirnos plenos y felices, nadie más lo hará.
Estos tres consejos son la base del amor por nosotros mismos y debemos olvidar la culpa o la creencia de que debemos ponernos en un segundo plano, porque cada persona debe ser responsable de vivir su propia vida y amarse a sí misma.. Cuando alguien tiene éxito, comenzará a sentir una mayor aprobación y más amor por los demás.