Última actualización: 07 septiembre, 2020
En la vida hay que aprender a ser comprensivos y en ocasiones a adaptarnos a los demás. En otras palabras, ser flexible. Hay personas, sin embargo, que por diversas razones (falta de autoestima o el sentimiento de que si no cumplen las expectativas de los demás no serán amadas) siempre se dan por vencidas, hasta el punto de derrumbarse. Les pasa a los que no lograron aprende a decir no.
Dar ayuda a los demás y ser generoso, además de ser recomendable, nos reporta varios beneficios. No obstante, es importante priorizar y centrarnos en nosotros mismos: debemos ser flexibles sin llegar al límite y dividirnos en dos para complacer siempre a los demás y anteponer sus necesidades a las nuestras. ¡Debemos aprender a decir no!
¿Cuáles son las consecuencias de no poder decir que no?
Cuando no ponemos límites, de alguna manera no nos respetamos. Es como si fuéramos invisibles para nosotros mismos y todos los demás tuvieran derecho a decidir por nosotros. Cuando esto sucede, nuestra autoestima disminuye y muchas veces da paso a profundos sentimientos de soledad interior y fracaso.
Baja autoestima
Ser siempre complacientes con los demás sin hacer nunca lo que realmente queremos nos llevará a sentirnos mal con nosotros mismos. Llegaremos a creer que no valemos nada, que no tenemos buenas cualidades ni ningún potencial. Poco a poco, la autoestima se resiente.
sentimiento de soledad
Cuando siempre hacemos todo por los demás, cuando no somos sinceros con ellos ni con nosotros mismos sobre lo que queremos y no, acabamos experimentando una sensación de soledad que nos entristece profundamente. Pensamos que nadie nos quiere por lo que somos, sino por lo que hacemos. Con nuestro comportamiento, sin embargo, contribuimos a esta idea. ¿Cómo nos conocerán realmente los demás si nos dedicamos sólo a hacer lo que ellos quieren o lo que creemos que quieren?
"Lo más importante que aprendí después de los 40 años fue aprender a decir no cuando tenía que ser no".
-Gabriel Garcia Márquez-
Sensación de falla
Hacer lo que nos piden los demás tiene un precio: renunciar a nuestros deseos y aspiraciones. Esto nos lleva a experimentar continuos sentimientos de fracaso por lo que pudo haber sucedido. Por un cúmulo de sueños rotos e ilusiones perdidas. Para ello debemos evitar estar tan disponibles hasta el punto de romper.
Cómo aprender a decir que no
Aprender a decir que no es importante para cuidarnos y ponernos límites. Practicar el amor propio y empezar a valorarnos. Incluso si luchamos, no podemos dejar pasar el tiempo antes de expresarnos. Los siguientes métodos pueden ser de gran ayuda.
Deja de tener miedo a las críticas.
Nadie estará nunca de acuerdo con todo lo que hacemos o decimos. Después de aceptar esta idea, perderemos el miedo a ser aceptados y nos sentiremos más fuertes. Tenemos que enfrentar el miedo a la crítica y ser nosotros mismos. Todo lo que nos dicen los demás son solo opiniones.
"Estamos expuestos a las críticas de la misma manera que estamos expuestos a un resfriado"
-Friedrich Dürrenmatt-
Imagínate en diferentes situaciones
Si sabes que te cuesta decir que no, visualízate en la situación en la que te encontrarás. Si sabes que te preguntarán algo, piensa en cómo puedes responder. ¿Cuál será tu puesto? Te sentirás mucho más relajado una vez que estés preparado para lo que va a suceder. No obstante, tenga en cuenta que las circunstancias no siempre resultarán como las imaginó.
No des demasiadas explicaciones.
No tienes que justificarte cuando dices que no. Explique lo correcto, sea sincero y cortés. Un simple "no tengo ganas ahora" es más que suficiente.
Muchas veces nos dejamos abrumar por tantos pensamientos. Sobre lo que diremos, sobre la excusa más plausible que se nos ocurra o sobre cómo diremos que no. Estas ideas dan vueltas y vueltas en nuestra cabeza como un hámster en una rueda.
Sin embargo, no es necesario pensar demasiado. Dar suficientes explicaciones y listo. Si te detienes y piensas demasiado en estos pensamientos, lo único que conseguirás es generarte una ansiedad que solo te perjudicará a ti mismo.
Aprende a amarte a ti mismo
Cuando siempre queremos complacer a los demás, a menudo hacemos cosas que no tenemos ganas de hacer. Debemos aprender a amarnos, a hacer lo que nos gusta y no dedicar tanto tiempo a los demás cuando no lo estamos dedicando a nosotros mismos. ¿Por qué nos preocupamos tanto por los demás y tan poco por nosotros mismos?
No siempre seas tan útil
Si te muestras demasiado disponible, alimentarás la idea de que todo el mundo puede contar contigo en cualquier momento. Es importante rechazar propuestas que no te gustan o simplemente decir que no tienes tiempo. A veces incluso puedes pretender estar distraído o descuidado. Sin tener que decir nada, los demás se darán cuenta de que tú también puedes decir que no.
Aprende a amarte a ti mismo sin la aprobación de todos
Tienes que aprender que no siempre puedes complacer a todos. Una vez que hayas fijado esta idea en tu mente, te sentirás más aliviado y no le darás mucha importancia a lo que digan los demás.
Como dice el famoso dicho: "La caridad comienza en casa". No olvides esto, porque tú eres lo más importante. Si no te amas y no te cuidas, nadie lo hará por ti.