Última actualización: 26 de diciembre de 2017
Sólo hay una felicidad en la vida: amar y ser amado. Así lo dice el novelista y dramaturgo Amantine, conocido bajo el seudónimo de "George Sand". Bajo esta dualidad nos vinculamos con los demás no solo por lo que son, sino por lo que nos hacen ser cuando estamos con ellos. Para que el amor esté ligado a la felicidad, sin embargo, debemos amar bien, con la más completa autenticidad. Veamos cómo aprender a amar.
La palabra amor tiene un uso muy extendido en nuestro idioma. Se asocia al amor por excelencia, uno de los sentimientos más importantes que experimentamos los seres humanos y que tiene que ver con el profundo cariño, apego y compromiso que uno siente por otra persona.
Amar tiene múltiples concepciones, tantas como personas hay en el mundo. Pero más allá de simples conceptos, ¿sabemos amar? Todo parece indicar que tenemos algunas dificultades y, aunque creamos que no las tenemos, siempre es posible mejorar y seguir creciendo en el amor. Profundicemos en este hermoso tema.
¿Sabemos amar?
La mayoría de la gente piensa que sabe cómo amar. Creen que los sentimientos que experimentan son suficientes y olvidan que el verdadero amor es como cuidar un jardin. Hay que regarla todos los días, quitar las malas hierbas y cuidarla para que las flores sigan creciendo.
Nadie está exento de la tentación. Sin embargo, el amor es poder protestar contra ellos.. Discute temas importantes con la persona que amas, establece límites saludables y promueve el bienestar para aplicarlo a la vida común.
¿Es el amor un arte? Aquellos que comparten esta opinión saben que el amor requiere conocimiento y esfuerzo. O tal vez, ¿es una sensación placentera, cuya experiencia es una cuestión de azar, algo con lo que uno tropezará si tiene suerte? El libro “El arte de amar” de Erich Fromm nos habla justamente de esto. Con él podemos descubrir que el amor más que la suerte -aunque la mayoría de la gente crea que es esto- es un arte.
No significa que la gente piense que el amor no es importante. En realidad todos tenemos sed de amor. Vemos muchas películas sobre historias de amor felices e infelices, escuchamos cientos de canciones banales sobre el amor… Sin embargo, casi nadie piensa que debemos aprender a amar.
“El amor en estado puro consiste en compartir la alegría. No pide nada a cambio, no espera nada; Entonces, ¿cómo puedes sentirte herido? Cuando no se espera nada, no hay posibilidad de ser lastimado. Lo que venga estará bien, y si no viene también estará bien. La felicidad se trata de dar, no de recibir. De esta manera podemos amar”.
-Osho-
¿Cómo aprender a amar?
Solo las cosas que nos brindan una ventaja tangible, como dinero o prestigio, parecen valer la pena aprender. ¿Y qué hay de lo que es bueno para nuestras almas? ¿Es posible aprender a amar? ¿Nos beneficia aprender algo que sentimos pero que no podemos tocar?
Es una situación habitual en nuestra sociedad, tanto que muchas personas que lean el título de este artículo habrán decidido no seguir leyendo, sin tener en cuenta que el amor es la respuesta a la existencia. Toda teoría del amor debe partir de una teoría del hombre, de la existencia humana.
El amor es una actitud, y como tal es continuidad y no impulso.. Aprender a amar es necesario si queremos autorrealizarnos y cultivar relaciones sanas.
Para que el amor no se quede solo al impulso, enumeramos estos 5 secretos para aprender a amar y que han sido extraídos del libro “El arte de amar” de Erich Fromm:
Ser original
Vivimos en la ilusión de creernos originales en un mundo completamente homogéneo. Nos conformamos porque pensamos que las relaciones no pueden ser diferentes. Sin embargo, tenemos el poder de crear nuestro propio tipo de relación desde la sinceridad y autenticidad con nuestra pareja. De esta forma, nos liberamos de las ataduras y hábitos que acompañan a la "pareja perfecta" y los ideales románticos.
Encuentra a alguien que lo dé todo y haga lo mismo
Amar es dar. Una experiencia llena de vitalidad, fuerza y poder que nos llena de alegría. Siempre que no se sobrepasen los límites y se conserve la dignidad y el respeto. Y si elegimos a alguien que comparta este punto de vista, será maravilloso porque podremos intercambiar lo mejor de nosotros mismos.
Querer conocernos
Nos conocemos, pero no nos conocemos, diría Fromm. Creemos que conocemos a los demás, pero no es así, al menos no del todo. Cada experiencia que tenemos nos afecta de alguna manera. El cambio es la única constante. Mantener viva la llama de conocer a nuestra pareja es el aliento de la no rutina.
Distinguir el tipo de amor que estamos dispuestos a dar y recibir
Hay muchos tipos de amor. Saber lo que somos capaces de ofrecer y recibir afectará nuestra relación. Nada se compara con el amor maduro y consciente. Este debería ser nuestro objetivo. Dos seres que se vuelven uno, pero siguen siendo dos.
Aceptar los retos y conflictos de la pareja
El amor no es la ausencia de conflicto, sino un desafío constante en el que crecer y trabajar juntos.
Sólo hay un remedio para el amor: amar más. Lejos de desanimarnos, cuando sufrimos un desengaño amoroso, debemos mirar al futuro con una nueva visión de la vida, en lugar de encerrarnos en nuestro caparazón.
El amor es un arte, un proceso en el que la creatividad, el cuidado y la autenticidad dan sus frutos, siempre y cuando estemos dispuestos a dar con respeto y responsabilidad. Amar más es el remedio para todos los problemas de la vida...
“Amar no es sólo amar, es sobre todo comprender”.
-Françoise Sagan-
