Ayudar a un anciano triste

Ayudar a un anciano triste

Ayudar a un anciano triste

Última actualización: 19 de abril de 2018

La tristeza es parte de nuestra vida y nadie puede escapar. Sin embargo, es más probable que nos abrume en algunas etapas. Una de ellas es la de la tercera edad, esa fase en la que empezamos a ver la juventud como un horizonte lejano que se va quedando cada vez más atrás. Muchos se preguntan cómo se puede ayudar a una persona mayor que está triste y que se siente atrapada en esta emoción, que se vuelve recurrente.



Hay varias razones para experimentar tristeza en la vejez. Como en la adolescencia, el cuerpo cambia repentinamente y está fuera de nuestro control. La relación con la familia y con el contexto social cambia. Muchos dejan de trabajar regularmente en esta etapa de su vida y otros tienen que sobrellevar el dolor de perder a su pareja o amigos y sueños que quizás nunca se cumplan.

Ayudar a una persona mayor que está triste no es una intervención tan complicada como puede parecer en algunos casos. Es cierto que las limitaciones físicas son mayores, lo que a su vez estrecha el abanico de posibilidades. Sin embargo, el margen suele ser amplio y pueden existir en él alternativas, planes y proyectos que puedan ilusionar a la persona.

Factores de riesgo para la depresión

La mejor manera de ayudar a alguien que puede estar sufriendo de depresión es conocerla. el nivel de vulnerabilidad e entender qué factores pueden aumentar el riesgo. Tengamos en cuenta que en este momento vital suelen ser frecuentes las pérdidas y las ganancias más excepcionales, al contrario de lo que ocurre en la infancia.


Allo stesso modo, algunas circunstancias pueden aumentar el riesgo de sufrir depresión durante esta etapa de la vida. Entre estos encontramos sobre todo:


  • el estado de salud. Si tienes problemas de salud, especialmente cuando son crónicos, el riesgo de depresión es mayor. Mucho más en casos de enfermedades degenerativas o que supongan dolor físico frecuente.
  • La personalidad. Una persona insegura o con baja autoestima es más propensa a sentirse abrumada por la tristeza en la vejez.
  • La condición socioeconómica. La dependencia económica o la falta de medios en esta etapa genera un mayor riesgo de depresión.
  • Vivir solo.
  • Tener una mala red social o nada.

Si conoces estos factores de riesgo, también podrás identificar las primeras pistas para saber cómo ayudar a una persona mayor que pueda estar triste. Al principio, por tanto, es importante evaluar los factores de riesgo, siempre con el interesado, y buscar los medios adecuados para evitar una depresión.

Ayudar a una persona mayor que está triste

Ayudar a una persona mayor que está triste no significa responsabilizarse de su tristeza. Una persona triste no necesita ser "adoptada", menos aún compadecida. Tal intervención requiere motivación, afecto, compañía y apoyo. Pero sobre todo respeto. Por lo tanto, es necesario aceptar sus tiempos, sus decisiones, sus preferencias. Discutiendo, dando coraje, pero dejando que ella decida. De esta manera, cualquier cambio que ocurra tendrá más probabilidades de persistir en el tiempo.


La ayuda, además de ser mejor cuando es inteligente y adecuada a la persona, también es más positiva cuando proviene de la honestidad y del corazón. Cuando lo hacemos porque nos importa esa persona y no porque, por ejemplo, deje de molestarnos.

¿Qué se puede hacer para ayudar a una persona mayor que no se encuentra bien emocionalmente? Estas son algunas medidas:


  • Invítala a eliminar los pensamientos negativos. para que su estado de ánimo la lleve a actuar de manera positiva. Hazlo con amor. Si te dice que ya no puede hacer nada bien, pregúntale si puedes hacer algo para lograr este cambio. Si dice que no le importa, déjala hablar libremente sin discutir.
  • No lo dejes pasar un día entero sin hacer nada. Ayúdala a encontrar pequeñas tareas productivas con las que pueda sentirse útil.
  • Incitar sentimientos positivos. Ayúdala a recordar los buenos momentos, los éxitos, etc. Consulta su opinión y hazle saber que valoras su sabiduría y experiencia. Hágale saber que su opinión es importante para usted.
  • Ofrecerle estímulos que la hagan encontrar actividades que le resulten gratificantes, pequeños como son. Un paseo matutino, lectura, jardinería, cualquier actividad está bien.
  • Ayúdela a estructurar una rutina. La tristeza y la depresión a veces hacen que pases mucho tiempo en la cama o demasiadas horas frente al televisor. Podemos sentarnos con la persona mayor y reorganizar su rutina juntos. No obstante, te podemos proponer, pero serás tú quien tendrá que tener la última palabra. Si no, debemos hacer un trabajo de supervisión constante para que sea productivo.

Saber envejecer es un proceso en el que suele haber momentos complicados a nivel emocional. Logramos mucho cuando descubrimos que apoyar a los más vulnerables también es una forma de sentirnos bien con nosotros mismos, llenar de sentido nuestra vida y darnos más sentido a nosotros mismos.



*Usar: la tristeza, en el sentido estricto del término, es una emoción y como tal no puede durar mucho en el tiempo. En este artículo, con la palabra tristeza nos referimos más que nada a un estado en el que predomina la melancolía, la frustración y la propia tristeza, más que la propia emoción.

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