La tecnología está presente en el trabajo, en la alimentación e incluso en la sexualidad. Sexting, aplicaciones de citas, contenido erótico: quizás creemos que estamos más cerca cuando, en realidad, estamos más lejos el uno del otro.
Última actualización: 25 agosto 2022
La tecnología y las nuevas formas de comunicación se encuentran entre los factores que más han afectado a la sociedad actual. Ganaron importancia de manera gradual e inexorable. A estas alturas se puede decir que no hay zonas que hayan permanecido indiferentes a su presencia. La tecnología está presente en el trabajo, en la alimentación e incluso en la sexualidad.
Hay muchos tipos de tecnologías, pero quizás la más generalizada e inquietante es el teléfono móvil. En cuanto al sexo, parece que ya no es necesario conocerse en persona. Ni siquiera estar físicamente juntos.
Descubramos cómo la tecnología ha cambiado la sexualidad.
¿Cómo ha cambiado la tecnología la sexualidad?
En primer lugar, la tecnología ha puesto al alcance de todos una inmensa cantidad de contenido erótico. Información, pero también espacios virtuales de comparación. Películas, más o menos explícitas, con una enorme carga sexual y sin ningún tipo de censura. Contenido que podemos consumir cuando y como queramos.
La ausencia de censura ha ayudado a acabar con muchos tabúes, pero ha generado prejuicios. Solo por poner un ejemplo, las escenas de las películas para adultos poco o nada tienen que ver con la realidad. A menudo se retrata a la mujer como un objeto o se refuerza la idea de que su negativa a tener relaciones sexuales es falsa.
El hecho de que Internet ponga a nuestra disposición este tipo de contenidos no es malo en sí mismo. Sin embargo, debemos ser conscientes de que no solo los adultos pueden acceder a ella. Además de aprender a diferenciar lo que vemos en Internet o en una película de la realidad.
Sexting
Otra forma en que la tecnología ha influido en la sexualidad es en la forma en que nos relacionamos con los demás, ya sean conocidos o extraños. Enviar fotos o vídeos con contenido sexual más o menos explícito fue una auténtica revolución.
El sexting, en muchas ocasiones, es esa chispa que muchas parejas necesitan para aumentar el deseo. Por lo tanto, puede ser una herramienta útil. Sin embargo, debemos ser conscientes de que el contenido enviado se puede mostrar o compartir con otras personas.
las aplicaciones de citas
Las aplicaciones diseñadas para ligar han reducido en gran medida la tensión de iniciar una relación y han abierto un mundo de posibilidades. Estas aplicaciones nos permiten conocer a miles de personas y decidir si lo que nos ofrecen se ajusta a lo que buscamos. Es como si el bar que frecuentamos hubiera crecido, sabiendo además que quien entra busca una relación.
Gracias a este tipo de tecnología es mucho más fácil encontrar a una persona parecida a nosotros. Hay una amplia variedad y en algunos casos podemos darnos el lujo de ser selectivos. Además, todo esto sucede muy rápidamente, respondiendo a la necesidad de aquellos que no tienen tiempo para encontrar pareja debido a los compromisos diarios.
La desventaja es que los perfiles en estas aplicaciones no siempre son verdaderos. Además, dado que la oferta es tan amplia, las relaciones tienden a romperse más fácilmente, sin llegar nunca a conocerse realmente. En definitiva, muchas personas entran y salen de nuestras vidas, muchas veces sin dejar rastro.
Tecnología y sexualidad: los lazos afectivos han cambiado
Los lazos afectivos han cambiado. A través de las apps conocemos personas con las que decidimos interactuar si nos gustan las fotos. A través del chat nos comunicamos y empezamos el cortejo.
Muchos lo consideran una ventaja, especialmente cuando la timidez o el miedo representan un obstáculo muy serio para la socialización. Sin embargo, el precio a pagar por la tecnología es que es mucho más difícil conocerse realmente. Es más, esquivar aquellas situaciones en las que tenemos que practicar nuestras habilidades sociales nos impide desarrollarlas.
“… El caso de Tinder y otras aplicaciones o plataformas similares es emblemático: intentan llenar el vacío que produce la soledad de una sociedad conectada únicamente a través de la red digital. Una sociedad que ha desgastado la comunidad y prefiere el individualismo y el distanciamiento de los demás”.
Hoy hay más desconfianza entre las parejas
Una consecuencia sobre la forma de vivir la sexualidad es que hoy en día hay más desconfianza entre las parejas. Incluso en un simple gesto como aceptar a un nuevo amigo en facebook. Como podemos ver, la tecnología en la sexualidad también ha tenido un impacto negativo. Sin embargo, Espinoza Rojas señala lo siguiente:
“La sexualidad experimentada hoy es diferente y cambiará a medida que nosotros, como sociedad, cambiemos. Sin embargo, debemos ser conscientes de cómo la tecnología afecta la sexualidad y cómo nos vinculamos con los demás. Sería oportuno reflexionar sobre esto: quizás creemos que estamos más cerca cuando, en realidad, estamos más lejos unos de otros”.
