Última actualización: 11 agosto 2015
El marketing utiliza todos los trucos posibles para lograr sus objetivos. Es por esto que utiliza todos los recursos que tiene para lograr que un determinado producto o idea llame nuestra atención.
Desde que los expertos en ventas se dieron cuenta de que usar colores específicos puede llevarnos a cambiar nuestras decisiones como consumidores, han tratado de aprovechar esto.
La conocida "psicología del color" se ocupa de analizar los efectos que cada tonalidad tiene sobre nuestro comportamiento. Estos datos no solo se utilizan en marketing, sino también en arte, arquitectura, educación, diseño, etc.
En el caso de la publicidad y las ventas, los colores se utilizan para construir imágenes de marca o de producto para que puedan lanzar sus campañas en el mercado.
¿Cómo utilizan los colores para hacernos comprar?
Dependiendo de los colores elegidos por los creativos de una marca, un artículo o toda la marca puede tener éxito o fracasar. ¿Es realmente tal la influencia de los colores? La respuesta es sí. Pueden afectar el valor que atribuimos a los productos, el deseo de comprarlos, los sentimientos que despiertan, etc.
La percepción que tengamos de cada color dependerá de las experiencias personales, aunque hay ideas generales que afectan a todas las personas, más o menos, de la misma manera. Las emociones y los sentimientos son similares para todos cuando nos enfrentamos a un color concreto.
Las marcas más importantes del mundo se basan en un eje que relaciona el color con la percepción. De este modo:
El amarillo: es optimismo, claridad y pureza. Ejemplos de marcas con este color son Best Buy, Subway, Shell, Nikon, Chevrolet, UPS, IKEA, Ferrari y Mc Donalds.
Naranja: es un símbolo de amistad, seguridad y confianza. Las empresas que han elegido este color son Nickelodeon, Fanta, Mozzila, Crush, VLC, Amazon y Gulf.
El rojo: estimula los sentidos. Ejemplos: Coca Cola, Nintendo, Kellogg's, CNN, Exxon, Lego, Pinterest y Canon.
El morado: es creatividad e imaginación. Algunas marcas que han apostado por este color son SyFy, Yahoo, Taco Bell, Lynx, Barbie y Cadbury.
El azul: transmite confianza y seriedad. Ejemplos de productos que han apostado por este color son Dell, HP, Oreo, Oral B, Walmart, WordPress, Vimeo, Twitter y American Express.
El verde: es paz y crecimiento. Las marcas relacionadas con este color son Tropicana, John Deere, Monster, Spotify, Animal Planet, Android y Starbucks.
el blanco y negro: juntos transmiten calma y equilibrio (también se puede utilizar el gris). Ejemplos: Cartoon Network, Apple, New York Times, Wikipedia, Puma, Nike.
También recordamos marcas que han utilizado más de un color, como Google, NBC, Windows y Ebay. El objetivo de estas marcas es hacer que el cliente experimente más de una sensación.
¿Por qué elegimos una marca por su color?
Según un estudio denominado “El impacto de los colores en el marketing”, el 90% de los consumidores elige el producto en función del color. Por otra parte, hay una relación marca-color que depende de las emociones. Esto quiere decir que, por ejemplo, no te decantarás por el amarillo o el naranja si estás deprimido.
Los colores influyen en cada una de nuestras acciones y esto lo encontramos en cualquier momento del día. Por ejemplo, no es lo mismo quedarse en una oficina de colores apagados que quedarse en una en la que parece que acaba de salir el arcoíris después de la lluvia. Si los colores te ayudan a descansar mejor, a estudiar, a sentirte más tranquilo, a disfrutar de tu hogar, etc., ¿por qué no deberían “decirnos” qué comprar o qué productos consumir?
Además de las estrategias que utilizan las empresas para llamar nuestra atención, también influyen nuestras experiencias. Si nuestro color favorito es el verde, por ejemplo, es más probable que elijamos productos que utilicen este tono y nos será más difícil elegir algo azul o naranja, por ejemplo.
Si intentamos ir al supermercado y analizar qué nos llama la atención, seguramente serán colores más fuertes o llamativos como el amarillo, aunque esto no quiere decir que en el 100% de los casos acabemos comprando ese producto. Hay otras cosas que nos deben convencer, pero estos son elementos que evaluamos solo porque el color nos ha llamado la atención.
Lo importante es saber diferenciar los productos no por su color, sino por su calidad, precio y utilidad. ¡Así seremos consumidores conscientes y no robots que compran lo que las empresas quieren que compremos!