Última actualización: 08 octubre, 2016
Cada minuto de nuestra vida está definido por las decisiones que tomamos conscientemente o no. Pueden cambiar nuestra carrera, nuestras relaciones o toda nuestra vida. Incluso cuando no elegimos, estamos tomando una decisión. Desafortunadamente, no existe un manual al que referirse para encontrar la respuesta correcta, así que... ¿cómo se toma la decisión correcta?
Aprende a tomar decisiones
Tomar buenas decisiones es una de las experiencias de aprendizaje más importantes y más difíciles para cualquier persona.. Esto se debe a que cualquier situación en la que se deba hacer una elección puede tener enormes consecuencias en nuestro futuro, incluso cuando lo hayamos olvidado o ahora lo consideremos un detalle sin importancia. Por ello, es fundamental adoptar una metodología que nos permita elegir de forma rápida y eficaz.
El futuro está determinado por pequeñas decisiones.
Solemos pensar que nuestra vida está determinada por las grandes decisiones que tomamos. Por ejemplo, pensamos que si nos casamos con el amor de nuestra vida, nos hará felices. A pesar de esto, esta persona podría resultar ser una pareja abusiva y ni siquiera nos dimos cuenta. Todo funciona bien hasta que, un día, siente la necesidad de demostrarnos que es superior a nosotros. Este es un momento que puede definir el resto de nuestra relación y nuestra vida en pareja. Podemos optar por ignorarlo y continuar una relación en la que reine la violencia o explicarle al otro que no tenemos la intención de aceptar ese tipo de comportamiento.
Como se puede ver, es necesario dejar de lado sentimientos y prejuicios, y luego tomar una decisión para entender cómo seguir adelante. Cuando empezamos a dejar de lado lo que nos impide tomar una decisión, somos más libres para elegir.
Guía paso a paso para tomar una decisión
Cada día tomamos decisiones para las que no hace falta una metodología, por ejemplo, cuando hacemos la compra en el supermercado. Sin embargo, para decisiones más complejas, puedes seguir estos consejos:
- Piensa en la decisión que debes tomar.
- Encuentre las dos opciones más importantes que podría tomar. Por lo general, esto es un sí o un no, y luego puedes encontrar diferentes posibilidades en cada uno de los dos.
- Mira las ventajas y desventajas de ambas opciones. ¿Qué pasará si eliges? ¿Qué pasa si no lo haces? Recuerda siempre no dejarte llevar por miedos o esperanzas sin límites. Ser realista.
- Identifique las ventajas y desventajas que está más dispuesto a aceptar. Ahora que sabe lo que puede suceder o no, identifique los riesgos que puede tolerar y los beneficios que lo harán más feliz.
- Actúa acorde. Ahora que sabes lo que puedes y no puedes aceptar y que entiendes cuál es la mejor decisión para ti, es el momento de llevarla a cabo.
Eres responsable de tus propias decisiones
El proceso del que acabamos de hablar consiste en unas sencillas pautas y, por tanto, puedes adaptarlas como quieras. Si un día te das cuenta de que has tomado una decisión equivocada, no te culpes y acepta tu responsabilidad. Recuerde que ninguna decisión es completamente correcta o completamente incorrecta y que no hay forma de predecir sus consecuencias exactas.