Última actualización: 29 octubre, 2017
La vida es única y maravillosa, pero inevitablemente termina tarde o temprano. Cuando esto le sucede a una persona que amamos, todo nuestro mundo parece colapsar. Esta situación, ya de por sí difícil, puede complicarse si tenemos que comunicar el fallecimiento de un ser querido a un hijo.
Esto abruma nuestra mente con una infinidad de pensamientos negativos y preocupaciones. A la tristeza que provoca la muerte, se suma la angustia por pensar en cómo dar esta difícil noticia. a nuestros hijos Si bien puede no ser agradable, podemos hacerlo de la mejor manera posible para todos... ¡Veamos cómo!
“No debemos temer a la muerte porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, no somos”
-Antonio Machado-
Comunicar la muerte de un ser querido a un hijo: imprescindible para el duelo
Cuando muere un ser querido, entramos en estado de shock y congelación. El impacto de la noticia nos golpea fuerte y hay una realidad de la que nos cuesta mucho convencernos: nunca más volveremos a ver a esta persona, nunca más escucharemos su voz. Esto es normal al principio, pero con el paso del tiempo tenemos que aceptar la realidad y debemos continuar nuestra vida.
Esto no quiere decir que ya no la amemos, sino simplemente que tenemos que llegar a la etapa del duelo donde aceptemos que ella se fue.. El problema aparece si no se procesa el duelo o si se procesa mal. En estos casos la situación puede volverse complicada o patológica, afectando fuertemente nuestra vida.
“La muerte no existe, las personas solo mueren cuando son olvidadas; si puedes recordarme, siempre estaré contigo"
-Isabel Allende-
Lo mismo sucede con los niños. Aunque no sepamos cómo comunicarles la muerte de un ser querido, dar la noticia y permitirles el duelo es fundamental para que la pérdida no se convierta en un enorme océano en el que ahogarse.
Además, evitaremos otros problemas más graves como el consumo de drogas, la delincuencia, la confusión, la baja autoestima, el bajo rendimiento, las conductas de riesgo para la actividad sexual, el suicidio, el embarazo precoz.
La importancia de comunicar la muerte de un ser querido a un hijo
Lo cierto es que no abordar el tema para evitar el sufrimiento es un error. Los niños son grandes observadores y pueden ver si hay un problema.. Mentirles socava su confianza y los hace sentir infravalorados. También les hará sentirse extraños e inseguros en el contexto en el que antes podían expresarse y hacer preguntas.
También podríamos hacer que se sientan culpables, ayudar a que tengan conceptos erróneos sobre el final de la vida. Sin embargo, al hablar de ello con nuestros hijos, podremos saber cuáles son sus verdaderos pensamientos al respecto., sus preocupaciones y sus sentimientos. Y así sabremos cómo ayudarlos. De lo contrario, nos encontraremos en dificultades.
“Tenemos que esperar lo inesperado y aceptar lo inaceptable. ¿Qué es la muerte? Si aún no sabemos qué es la vida, ¿cómo podemos atormentarnos para conocer la esencia de la muerte?”.
-Confucio-
Es sumamente importante hablar sobre este tema, así como sobre otros temas cotidianos, porque es algo con lo que los niños tendrán que luchar en un futuro próximo. Como ocurre con otras situaciones complejas de la vida, evitar comunicar la muerte de un ser querido a un hijo no es la solución.
La hora de la verdad: comunicar la muerte a un niño
Ahora está claro que no darle la noticia al niño no es la solución. Pero… ¿quién le dice? ¿Quién habla con él? ¿Cuál es el mejor momento? Y sobre todo, ¿qué debemos decirle exactamente y cómo? Veamos a continuación la respuesta a cada una de estas preguntas.
En primer lugar, lo mejor es que los padres u otros familiares cercanos se encarguen de comunicar la noticia al niño. Es muy importante que los niños se sientan confiados y seguros con la persona que les va a contar lo sucedido (para que puedan hacer todas las preguntas que se les ocurran y el adulto les dé las respuestas o les ayude a elaborarlas). Tendremos que hablar con ellos lo antes posible… ¡Aplazar lo inevitable no ayuda!
Quizás nos hagan preguntas que no podamos responder, pero no importa si les decimos que no sabemos la respuesta o que también tenemos la misma inquietud. Entonces, si encuentran una respuesta, la compartirán con nosotros y podremos hablar de ello juntos.
es relevante elegir un lugar tranquilo, que el niño conozca y perciba como seguro. Una vez allí, el mensaje debe adaptarse a la edad del niño, sin utilizar eufemismos ni explicaciones abstractas. Dar demasiados detalles tampoco ayudará. Finalmente, hay algunas expresiones que es mejor no usar para comunicar la muerte de un ser querido a un niño:
- “Se ha ido de viaje” o “Ahora está en el cielo”: pueden provocar sentimientos de incomprensión y abandono.
- “Así lo quiso Dios”: puede llevar a pensar que Dios es el responsable de la muerte y que es culpable de la ausencia presente de la persona.
- “No te preocupes, no sufrió, murió mientras dormía”: puede crear miedo a quedarse dormido.
- “Lamentablemente estaba muy enfermo”: puede llevar al niño a pensar que puede morir por cualquier enfermedad.
Es muy importante tener esto en cuenta cuando tengamos que comunicarle a un niño la muerte de un ser querido. No olvidemos que este sigue siendo un tema complejo, y cuanto más se vea de manera normal en la casa, más fácil será hablar de ello cuando fallezca una persona cercana.
Imágenes cortesía de Raitiu Bia, Vanessa Bumbeers y Gaelle Marcel.