Última actualización: 09 de abril de 2016
¿Te preocupas cuando tienes un problema? Todos nos enfrentamos a distintas situaciones en el día a día, solo algunos se dejan llevar por la preocupación excesiva, mientras que otros se centran en buscar una solución y tomar medidas.
Hay muchas personas que dicen que si no les importa, se sienten inactivas. Está claro que debemos centrarnos en el problema para analizarlo y encontrar una salida, pero pasar todo el tiempo cavilando sobre ello no conducirá a ningún cambio.
La preocupación excesiva también genera diversos problemas físicos: dolores de cabeza, insomnio, estrés, irritabilidad, etc.. Hoy te damos algunos consejos para que esta situación no te desanime.
Mirar el problema objetivamente.
Sabemos que este consejo te parecerá absurdo, al fin y al cabo estás viendo el problema como algo gigantesco, ¿verdad? Bueno, precisamente por eso te abruma la preocupación excesiva. Este es un círculo vicioso: cuanta más atención le prestes al problema, más grande parecerá.
Por eso, nuestro consejo es que olvides por un momento que ese problema es tuyo; imagínalo como algo que le está pasando a otra persona y piensa en lo que le dirías. ¿Qué solución propondrías? ¿Cómo le aconsejaría que abordara el problema?
Desconecta por un tiempo
El hecho de estar encerrado en tu casa u oficina para respirar y penetrar cada vez más con tu mente el problema que crea un exceso de preocupación no ayuda. Tómate un momento para distraerte; lo importante es que tienes la oportunidad de desconectar tu mente por un momento. A menudo te preocupas demasiado porque centras toda tu atención en el problema.
Cualquier cosa que se te ocurra para relajarte está bien: sal a caminar, cierra los ojos y duerme un poco, charla con alguien. No te sorprendas si, después de salir a tomar un café con un amigo, encuentras la solución, casi como por arte de magia: esto sucede porque tu mente ha encontrado el momento para relajarse y ver alternativas.
piensa en ti
Al principio del artículo te contamos que la preocupación excesiva provoca diversos problemas físicos y psicológicos. Una buena manera de contrarrestar este fenómeno es tomar conciencia de los riesgos de una preocupación excesiva.
Si ahora te parece complicado encontrar una solución, lo será aún más si te encuentras en malas condiciones físicas.. Necesitas sentirte bien para centrarte en lo que necesita tu atención: tus hijos, los problemas, el día a día, etc.
Busca la ayuda de un profesional
¿La preocupación excesiva es generada por un problema que no puedes resolver por ti mismo? Luego busque la ayuda adecuada. Hay personas que, ansiosas de parecer fuertes, quieren resolverlo todo por sí mismas. Por supuesto, estás lleno de cualidades, pero ante ciertas situaciones, nada se puede hacer.
La ayuda de un contador, abogado, médico o cualquier otro profesional está siempre disponible. No intentes resolver cosas que no puedes entender.
Si se da la oportunidad, puede encontrar que la solución no es tan complicada como parece, pero necesita a alguien que lo guíe. En algunos casos, poner el problema en manos de un experto puede ser la cura definitiva para su preocupación excesiva.
Cambia tus pensamientos negativos
Una vez que aparece el problema, tienes dos opciones: buscar la solución con tranquilidad o dejarte llevar por pensamientos negativos. Si eliges la segunda opción, el problema se volverá como una bola de nieve, se agrandará gradualmente y el exceso de preocupación se apoderará de ti.
En lugar de dejarte llevar por los pensamientos negativos, combátelos y busca el lado positivo. No digas que no puedes hacerlo, porque no lo creemos. Si se te ocurre esta idea, piensa que puedes hacerlo y que solo necesitas encontrar la solución adecuada.
Habla con alguien
La preocupación excesiva no te dejará ver posibles alternativas de solución. Date la oportunidad de hablar con alguien: un amigo, tu pareja, tus padres, etc.
No importa que esta persona sea un experto en el tema, porque lo que necesitas es una nueva perspectiva. Hablar te ayudará a ver más allá de lo obvio, que le permitirá encontrar soluciones que antes no se le ocurrían.
No te dejes llevar por la preocupación excesiva
Es fácil concentrarse en un problema y olvidarse de todas las demás opciones. No cometas este error, buscar alternativas para seguir adelante. Estamos seguros de que los consejos enumerados en este artículo le serán de gran utilidad.