Última actualización: 18 de febrero de 2016
"El momento más solitario en la vida de alguien es cuando ve cómo su mundo se destruye, y lo único que puede hacer es mirar"
(F. Scott Fitzgerald)
En algunos momentos de nuestra vida, la armonía que había allí se rompe. Es como un rompecabezas donde las piezas no encajan bien. ¿Qué sucedió? ¿Por qué de repente se muestra reacio a nosotros? Estos pilares fuertes y seguros se vuelven débiles y agrietados.
Tal vez en el trabajo las cosas no van bien, tienes problemas con tu pareja o hay enfermedad está cegando tu vida. Por supuesto, te sentirás identificado y entenderás perfectamente lo que significa sintiéndose impotente mientras todo a su alrededor se derrumba.
Sin embargo, eso no es del todo malo. Nunca te rindas, ni siquiera cuando pierdas la esperanza de que todo vuelva a ser como antes. A continuación te contamos qué puedes hacer cuando ves que el mundo se rompe a tu alrededor sin que puedas hacer nada al respecto.
¡Ponlos en práctica!
Respiradero
No tenemos que aceptar o rendirnos ante la situación. Incluso si tu mundo está hecho jirones, recuerda que rendirse no es una opción viable. ¿De verdad quieres dejarlo todo antes de intentarlo? ¡No eludas el tema, desahogate! Este es el primer paso para abordar el problema real.
"El mejor guerrero no es el que siempre triunfa,
sino el que vuelve a la batalla sin miedo"
(Dolores Ibárruri)
Puedes tomarte un tiempo para pensar, para distraerte, pero lo primero que tienes que hacer es llorar. Llora, porque lo necesitarás. Después, renacerás, te levantarás con más fuerza para afrontar todos los problemas que se presenten..
Permítete desahogarte. Esto no te hará más débil, sino más fuerte. También le permitirá tomarse su tiempo para pensar en cómo abordar el problema; cual sera tu proximo paso
No rendirse nunca. Todo se puede solucionar. No estás hecho para conformarte y aceptar la derrota..
Valora cada momento de felicidad
No todo fue malo y mirar hacia atrás puede animarte y empoderarte. Valora todos los momentos en los que te divertiste, en los que fuiste realmente feliz. ¡No todo es negro! Simplemente, cuando todo sale bien, no lo apreciamos, pero nos damos cuenta cuando todo sale mal.
Un ejemplo sería cuando tenemos gripe o cualquier otra enfermedad que nos obligue a permanecer en casa y en cama durante unos días. En ese momento, valoramos todas las veces que hemos estado saludables, pero hasta entonces no lo hacíamos, ¿o sí?
No espere hasta que sea demasiado tarde. Valora cada momento de felicidad contenido en cada desastre. Usa esta estratagema para recuperar tu fuerza y enfrentar lo que viene después. Incluso si no puedes hacer nada, no siempre te encontrarás en esta situación.
Ciertamente un malestar que perdura en el tiempo desalienta, pero tarde o temprano se pasa! No pierdas la esperanza, se fuerte. Todo volverá a la dirección correcta.
Cuando el sol brilla de nuevo
"Mientras dure la tormenta,
el sol siempre brilla en las nubes"
(Khalil Gibran)
Después de un largo período de lucha, cuando te quedas sin fuerzas, ¡las cosas vuelven a brillar! Cuando menos te lo esperes, volverás a sonreír con esperanza, todo irá bien y comenzarás a no valorar los momentos que podrías definir como "perfectos". ¡No lo hagas!
No te rindas, porque tu esfuerzo será recompensado. A veces tratamos de encontrar una razón para nuestras desgracias, pero no la hay. Simplemente suceden y tienes que enfrentarlos. Aprenderemos, seremos más fuertes y podremos apreciar los momentos en que todo está bien.
Una actitud negativa solo hará que te aísles, atraerá la negatividad. Se valiente y no te quejes! Enfrenta este desafío con madurez, del cual podrás salir victorioso. Tu actitud te mostrará un pequeño rayo de soledad en medio de tanta oscuridad. Las cosas están mejorando, de verdad..