A veces puede ser difícil definir el amor, porque es un tema que se ha abordado desde muchos puntos de vista. Por eso, quizás sea mejor empezar definiendo lo que NO es el amor.
Última actualización: 24 marzo, 2022
En algún momento de nuestra vida es posible plantearnos la siguiente pregunta: ¿realmente sabemos distinguir el amor de la necesidad de pareja?? Y, yendo un poco más allá, ¿sabemos realmente qué es el amor? ¿Y por qué es diferente de una necesidad?
Hablar de amor, en cualquiera de sus expresiones, se vuelve muy complicado debido al uso excesivo que se le ha dado a esta palabra en contextos muy diversos.
Siendo mucho más que una palabra, para entender cómo distinguir el amor de la necesidad del otro, puede ser necesario enfatizar lo que NO es amor, y no al revés.
El amor no es ...
- La palabra "amor" (si la defines, no lo es).
- Posesión (lo que posees te posee, no puede ser bloqueado o atrapado).
- Pensamiento (no solo pienses "te amo", practícalo y siente el amor).
- Interés (donde hay razón, no hay amor, no cotiza en bolsa, el amor está, y punto).
- Necesitar (no sirve para llenar los vacíos del ego).
- Temporal (no está en ti, está en el siempre y en el presente).
Y la pareja NO está formada por...
- “Ser pareja”, pero ser libres.
- Haciendo promesas, pero significa que ambos están al timón.
- Una firma, pero en la afirmación de las libertades.
Además:
- No necesita demostraciones, pero comunicación.
- Máscaras o una imagen ficticia.
- No es enamoramiento, esta fase es solo neuroquímica y, tarde o temprano, termina.
En cuanto al amor de pareja, en sus múltiples manifestaciones, el enamoramiento es la fase más confusa, ya que este estado transitorio implica una alteración de los neurotransmisores (aumento de dopamina y noradrenalina y disminución de serotonina) con un efecto muy similar a la drogadicción. Por eso es recomendable dejar pasar este estado alterado de enamoramiento antes de tomar decisiones.
Según el psicólogo John Bradshaw, las relaciones duraderas deben superar el enamoramiento, o un estado de transición, para llegar a un estado de "compañerismo".
Un estudio muy discutido evaluó cómo cambiamos nuestros recuerdos cuando hablamos de enamorarnos. Holmberg y Holmes (1994) entrevistaron a 400 matrimonios que afirmaban estar muy bien y enamorados.
Dos años después, fueron entrevistados nuevamente y las parejas que se habían separado o estaban en peor situación dijeron que la relación había ido mal desde el principio. Esto nos permite ver que podemos construir recuerdos que justifican nuestras decisiones. Ahora, veamos qué es una relación de amor.
La relación amorosa: ¿cómo distinguir el amor y la necesidad del otro?
- Es expresarse en todos los sentidos.
- Es libertad total (si no, no es una relación).
- Es jugar sin reglas, porque no hay reglas si hay amor.
- Es imaginación, sorpresa y apoyo incondicional.
- Es respeto por uno mismo y respeto por ambos.
- Es conducir por una carretera llena de baches y controlar las ruedas en dos.
- Una relación no es compromiso, sino liberación.
Con el paso de los años, las libertades se vuelven cada vez menos evidentes y aumentan los juicios, el orgullo y el ego. A todo esto, añadimos el problema de la tecnología, con el consiguiente aumento del interés por la imagen y la superficialidad respecto a la profundidad humana.
Las operaciones de cirugía estética, la obsesión por obtener la aprobación de los demás y el decaimiento general están en alza, al igual que el exhibicionismo físico a través de las redes sociales y los teléfonos; hemos llegado a un punto en el que ya existen tratamientos y terapias específicas para este gran problema de la era moderna.
La institucionalización no permite distinguir el amor y lo entorpece
institucionalización
No puede encerrarse en templos, sectas, religiones, modas, ritos o filosofías. ¿Creemos que podemos etiquetar, clasificar o apropiarnos de la libertad? lael amor no tiene santuarios, porque se encuentra cuando no se busca y aparece sólo cuando se eliminan los obstáculos.
¿No había luz cuando la habitación estaba cerrada con cortinas? Solo ábrelos, ahí la libertad no se busca, aparece cuando nos damos cuenta de que estamos viviendo en una prisión.
Resultados
A un ruiseñor no le importa ser aplaudido y de esa naturalidad surge la belleza de sus melodías. A veces el amor se considera un logro, algo muy laborioso. Pero cuando lo piensas, se trata de eliminar en lugar de agregar, así que hablemos de eliminar obstáculos.
También ocurre con las aficiones y las actitudes. No estamos educados para amar lo que hacemos, sino para amar el resultado y buscar el reconocimiento. Esto nos aleja de la belleza de la pasión natural, que surge de un comportamiento sin rumbo, de una reacción a la armonía con el entorno que lo rodea.
acondicionamiento
Romper y cuestionar cualquier condición que contenga y oculte la capacidad de amar que llevamos dentro. ¿Cuáles son las cosas que haces porque crees que es lo que se espera de ti y lo que haces por puro placer personal?
Hay gente tan atrapada en la identificación que ama más un símbolo que una persona, una bandera o una ideología como prioridad, para dividir y sentirse especial. Son carencias y lagunas que aparecen cuando se tiene miedo de amar, porque el amor, en cambio, barre todo lo que se creía cierto.
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Confundir el amor con la necesidad del otro es un comportamiento muy común. Muchos adolescentes inician una relación porque sus amigos ya tienen pareja y piensan que es mejor tener una antes de aprender a manejar la soledad, el miedo, el distanciamiento, la protección... Este es un claro ejemplo de cómo el apego nos puede hacer mentalmente dependientes. en otra persona.
Como el amor es libertad, el apego es un obstáculo para el amor y es necesario saber trabajar este problema. Compartir libertades nos hace fuertes, la adicción nos aleja del amor.
El ego hace desaparecer el amor y deja lugar a la necesidad del otro
En resumen, el el amor aparece cuando desaparece el ego, con su necesidad de atención. Son muchos los trenes que pasan por nuestra vida; todos nos lo recuerdan y todos lo reprochan. "¡Tomar el tren! ¡Esta es tu oportunidad!”. Y nadie, nadie, nadie… nos recuerda que, a veces, primero debemos bajarnos de aquel en el que viajamos.