Última actualización: 14 de mayo de 2016
Una de las mejores terapias para eliminar la depresión es el sentido del humor. La risa ayuda a sobrellevar el dolor y curar enfermedades, a fortalecer el sistema inmunológico. Por eso, no debemos dejar de sonreír, ¡incluso cuando estamos muy tristes! Algunos dicen que esta actitud es como "ver el vaso medio lleno", otros dicen que es ser optimista, lo cierto es que reír aleja muchos males..
La depresión es uno de los principales motivos por los que una persona decide acudir a un psicólogo. La terapia puede ayudar a conocer los motivos de esta condición y ofrecer las herramientas para que quienes la padecen puedan salir de ella.
La depresión no desaparece si la fortalecemos
Puede parecer una obviedad, pero no lo es cuando queremos ponerlo en práctica. Si estamos deprimidos, es más probable que amplifiquemos los sentimientos de tristeza y angustia más que las emociones agradables. El llanto o la desmotivación son más frecuentes que la risa y la energía.
Pero tratemos de cambiar. ¿Cómo? ¡Manteniendo el buen humor por las nubes! Reírnos de nuestros problemas es un gran aliciente. Numerosos estudios han demostrado que la risa afecta directamente a nuestro estado de ánimo y a la actitud que adoptamos ante las dificultades. Podríamos decir que es un ingrediente que funciona muy bien en todos los estados de ánimo negativos.
Si por el contrario reforzamos la depresión, entramos en una especie de círculo vicioso en el que la pereza y la tristeza no hacen más que sumarse a otras perezas y tristezas, por lo que se hace muy difícil saltar o atravesar ese alto muro que hemos construido.. No olvidemos que la depresión, más que una enfermedad, es un estado del que no se puede salir sin una fuerza de voluntad que actúe como motor para empezar a realizar actividades que, al principio, no nos inspiran en absoluto.
depresión y enfermedad
Estar triste no es solo un sentimiento horrible en medio del pecho o un nudo en la garganta. Afecta a todas las partes del cuerpo, incluyendo la mental y la espiritual. También puede tener consecuencias negativas en nuestra salud física. Una persona deprimida tiene más probabilidades de enfermarse y atraer todos los virus que pululan en el aire.
Es común resfriarse, no poder curarse rápidamente de una herida, tener la piel llena de granos. No querer comer, querer dormir todo el día, no tener energía para realizar ninguna actividad son condiciones que tarde o temprano repercuten negativamente en nuestra salud. Por lo tanto, es esencial evitar la depresión tanto como sea posible si queremos que nuestro sistema inmunológico se mantenga fuerte y saludable.!
Depresión y terapia positiva
Una vez que se ha determinado o diagnosticado la depresión, el siguiente paso es encontrar una técnica que resuelva o reduzca el problema.. En el campo de la psicología hay muchas terapias que pueden ser de ayuda, como la “terapia positiva” que trata de identificar todos los recursos que pueden ser buenos para el paciente.
Por ejemplo, la terapia positiva recomienda escribir un "diario de gratitud" en el que anotar todas las cosas buenas por las que estás agradecido: familia, pareja, hogar, salud, amigos, etc.
En este diario de agradecimiento, lo mejor es mostrarse lo más concreto posible en las notas, para que luego puedas completarlas.. Por ejemplo, en vez de escribir sobre estar agradecido por “tener unos padres maravillosos”, es mejor escribir sobre estar agradecido por “tener un padre y/o una madre que me escuchan y tratan de entenderme”. Entonces puedes completar esta entrada con "Agradezco a mis padres por cuidarme" o "porque me piden mi opinión y me toman en cuenta".
Los beneficios del buen humor y la gratitud
El buen humor y el sentimiento de gratitud son dos vacunas potencialmente eficaces para combatir la depresión. Será mucho más complicado caer en el círculo vicioso del que hablábamos antes si automatizamos ciertos filtros positivos cuando tenemos que observar la realidad que más condiciona nuestro estado de ánimo.
Todos hemos vivido la experiencia de mirar a alguien y sorprendernos del buen humor con el que soporta lo que desde fuera parece ser un déficit. Son estas personas las que aceptan lo que no pueden cambiar, para caricaturizarlo, para entrenar la resiliencia ante tiempos oscuros.
No es que esta actitud sea válida solo para ellos, de hecho logran fortalecer el círculo social con el que cuentan. El sentido del humor y el optimismo no solo se contagian, sino que hacen agradables los momentos que pasamos con las personas que los fomentan.
