Última actualización: 02 octubre, 2016
Todos merecemos un amor verdadero, honesto y sin demasiadas florituras, que nos permita mejorar cada día: ese tipo de sentimiento que calma los miedos y nos alimenta por dentro. Un amor que enriquece nuestra esencia, que nos hace felices y que no nos daña intencionadamente.
Merecemos encontrarnos en el corazón de otro y sentir que podemos comunicarnos con él sin pretensiones, sin tener que luchar constantemente para mantenerlo cerca de nosotros: el amor fluirá libre y la razón y la emoción se complementarán.
Encuentra el amor de tu vida, todos los días, en la misma persona
Si se deja crecer libremente, el amor puede convertirse en la sensación más plena y gratificante en cualquiera de sus representaciones. Por esta razón, enamorarse nunca es negativo si el sentimiento es correspondido de manera sincera y abierta.
El amor se compone de compromiso y libertad., es el estímulo que nos llevaría a elegir una y otra vez a la misma persona para compartir nuestra vida. Consiste en encontrar complicidad en una relación y utilizarla para crear un mundo aparte en el que sentirse seguro.
Amar es darse cuenta de que las cosas bellas hay que ganarlas, y que con el paso del tiempo no hay que olvidarlas: renovar las emociones, crear un patrón perfecto en el que coincidan los puntos en común con las disonancias, correr el riesgo de saltar al vacío sabiendo que tal vez caerá.
El amor se basa únicamente en la ternura, el respeto, el erotismo y el afecto mutuo: es calidez, impulso, idealización, sentido y vida. Entonces, ¿por qué a veces aceptamos que se convierte en un juego cruel? ¿Por qué seguimos definiendo "amor" lo que ya no existe?
"Si a veces la vida te maltrata,
Recuérdame,
que no se cansa de esperar
que no se cansa de mirarte.”
-Luís García Montero, poema Dedicatoria-
El amor que duele no es amor
La simple pero complicada experiencia de enamorarse lleva a veces a aceptar situaciones inaceptables, en nombre del amor. El amor que implica un gran sufrimiento para esperar un final feliz, como sucede en las películas, no es real: amar a veces duele, pero nunca a propósito.
Cuando dos se aman, su única intención real es verse felices, incluso cuando por alguna razón deciden separarse. No es amor si hay toxicidad, no es sano si hay que renunciar a uno mismo para mantenerlo vivo.
"No puedes quedarte en un lugar donde no puedes florecer, aunque quieras"
-METRO. Sierra-
No se puede llamar amor a un sentimiento mimado por los celos, la ignorancia, el maltrato psicológico y/o físico. El verdadero amor se paga con amor y afecto mutuos.
Para amar bien hay que amarse a uno mismo
A nivel social existe una concepción según la cual es normal pensar que amar a otra persona es una forma de sentirse pleno y no estar solo: esta es la idea detrás de la "mitad dulce", la pieza faltante que nos completa y nos hace felices. Sin embargo, esta es una noción equivocada y peligrosa.
Algunos de los más grandes pensadores de la historia, de hecho, han defendido la imposibilidad de amar a otro sin amarse primero a uno mismo. Esta idea implica la capacidad de considerarse "seres completos en sí mismos", o personas capaces de dedicarse al amor propio antes de compartirlo con otro.
"Entenderás que el amor no es buscar lo que te falta en el otro, sino encontrar a alguien que te comprenda, que te haga mirar hacia arriba y sentir que has encontrado el lugar para vivir".
-Sergio Sa-
Si buscamos una relación honesta, compuesta por la posibilidad de conocernos, lo mejor es conocerse a uno mismo primero.: comprender lo que realmente estamos buscando, cuáles son nuestros miedos y nuestras metas, cómo podríamos crecer individualmente y en qué medida el otro nos llevaría a variar nuestro camino. En otras palabras, para amar de verdad es fundamental amarse y estar preparados para ambos.