El arte del buen amor fortalece la autoestima, no la destruye

El arte del buen amor fortalece la autoestima, no la destruye

El arte del buen amor fortalece la autoestima, no la destruye

Última actualización: 14 de diciembre de 2016

El arte del buen amor no busca complacer al ego. Es un músculo psíquico que aporta apoyo, respeto y coraje. Ni siquiera el amor sabio es, en realidad, ciego, ya que implica que dos personas se miren de manera madura y consciente, deseando que el otro vuele alto sin cortarle las alas, sin atrapar su autoestima.


Dicen que amar es un arte y que esconde misterios y facetas entre las que se entrelazan elementos corteses, eróticos, divinos y profanos. A veces corremos el riesgo de dejarnos llevar literalmente por una herencia cultural que nos envuelve, ofreciéndonos una imagen irreal del amor. Porque no es un arte basado en la contemplación, sino en la creación, el esfuerzo y el compromiso de los valientes.


 "Amarse a uno mismo es fundamental para poder amar a los demás"

-Eckhart Tholle-

Que los poetas, el cine y la literatura construyan su imagen de amor. En este vasto océano que es la vida, nadie es el capitán, todos somos exploradores en el terreno inhóspito e ilimitado de las emociones. De todos es sabido, por ejemplo, que amar puede doler y que aunque nunca se debe asociar el término dolor con el amor, pues sigamos intentándolo.

Lejos de vivir serenamente el amor, a menudo dejamos que las capas de nuestra dignidad se vayan desvaneciendo una a una, dejando incluso que nuestra autoestima se desgaste, como un viejo manto opaco y quebradizo por el uso. O el abuso. Es necesario aprender a mirar esta dimensión desde una posición más sabia, más integral.

Hoy te explicamos cómo.  


Buscadores insaciables, hambrientos de amor

Imaginemos un hombre que tiene la necesidad y el deseo de comer una manzana. Plantará un árbol y, poco a poco, verá crecer los frutos. Su placer nunca terminará, durante semanas y semanas disfrutará del sabor de su fruta favorita. Pasará el tiempo para estar contentos con el hecho de que pueden alimentarse sin siquiera tener que trabajar. Sin embargo, con la llegada de la estación fría, el hermoso manzano dejará de florecer repentinamente, dejará de dar frutos. Empezará a pudrirse.


Las relaciones amorosas funcionan de la misma manera. Hay quien va en busca del amor, insaciable, y una vez encontrado, se complace con él. Sin embargo, se olvida de nutrir las raíces de ese vínculo tan increíble y delicado a la vez.. Es incapaz de alimentar la autoestima, desconoce el significado de la lealtad y el compromiso valiente. Es un vagabundo de sentimientos en busca de emociones destinadas a caducar.

Por su parte, suelen ser hombres hambrientos que solo buscan apoyo para llenar el vacío de su soledad. Creen que el amor es fuente de consuelo. Buscan principalmente sastres capaces de bordar las costillas rotas de su corazón con el hilo del amor. Así no es como debería ser. El arte del buen amor no destruye sin piedad la autoestima de la persona amada.

Tal como dijo Erich Fromm, si el amor fuera solo un sentimiento o una emoción, la promesa de amarse para siempre no tendría sentido. Porque los sentimientos van y vienen y amarse es ante todo un acto de dignidad hacia uno mismo y hacia la pareja.


Lejos de llamarlo una "búsqueda" para llenar las necesidades, los miedos y la soledad, debemos ver el amor como un encuentro. Después de ese descubrimiento inesperado, vendrá el compromiso, el coraje, la auténtica promesa.

Amor que alimenta la autoestima

Hemos escuchado muchas veces que la pareja feliz, madura y consciente es aquella que logra “ser uno siendo dos”. Es un ideal al que aspira cada uno de nosotros… pero ¿cómo se consigue? En el amor no existen fórmulas mágicas, sino sólo sabios consejos que pueden ser útiles para todos: antes de aspirar a ser dos personas unidas en un mismo proyecto, debemos ser capaces de ser nosotros mismos.

Debemos aprender a amarnos unos a otros sin miedo ni compromiso. Estar complacidos con nuestra individualidad, sin caer jamás en las profundidades de nuestro ego. Solo así podremos salvaguardar nuestra autoestima y al mismo tiempo fortalecer la del ser amado.


A continuación te proponemos algunas ideas de las estrategias básicas para conseguir este objetivo.


 “El encuentro de dos personas es como el contacto entre dos sustancias químicas; si hay alguna reacción, ambos se transforman"

-Carl Gustav Jung-

Secretos para desarrollar y respetar la autoestima en pareja

El amor sano siempre debe comenzar por uno mismo. Imagina por un momento cómo puede ser amar a alguien que se odia a sí mismo. Piensa también en lo que significa estar con alguien cuyo único objetivo es satisfacerte las 24 horas del día. Una persona que, cuando necesitas respirar, te ofrece aire; que cuando te lastimas, quiere sangrar por ti.

  • Las ligeras capas de una relación esconden el origen de nuestro auténtico ser. La entidad de la pareja inevitablemente se impregna de todas nuestras carencias, nuestros vacíos y nuestras inseguridades, acabando por expandirlas aún más.
  • Es necesario poder combinar el amor propio con el amor mutuo. Uno no excluye al otro, ya que ser parte de una pareja significa tener un corazón y un espíritu. Cuando un lado del corazón se queda sin fuerzas, el espíritu de la otra mitad lo sostiene. Inyecta energía, coraje y más amor en él. Al mismo tiempo, esa mitad sabe que se lo merece porque se ama a sí misma.

El amor que nace y se crea cada día en la pareja no implica la pérdida de la individualidad. No significa renunciar a uno para honrar al otro. Amar significa afirmarse junto a la otra persona permitiéndose ser distintos, estando comprometidos en un solo proyecto.


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