El mal humor se vuelve en nuestra contra

El mal humor se vuelve en nuestra contra

El mal humor se vuelve en nuestra contra

Última actualización: 04 septiembre, 2017

Tendemos a imitar la forma en que nos tratan, lo cual se debe a neuronas espejo, que nos incitan a actuar como los demás se comportan con nosotros. Estas famosas e interesantes neuronas son las responsables del contagioso bostezo, la sonrisa en respuesta a otra que se nos regala o el mal humor al tratar con una persona enfadada.



Todos los insultos y diatribas que salen de nuestra boca, por tanto, acaban persiguiéndonos alterando nuestro equilibrio personal y emocional. Estar de mal humor es como chocar contigo mismo, con los demás y con las circunstancias que estás viviendo.

Una de las razones que se contemplan para explicar por qué algunas personas están constantemente de mal humor, aunque la vida les haya dado suerte, es su ego demasiado grande. Poco o nada les conviene, piensan que la realidad está intentando que sus expectativas no se materialicen, de ahí su constante mal humor. En este sentido, un estado de ánimo inquieto es un estado de ánimo que nos hace pequeños y, al mismo tiempo, esclavos.

"La ignorancia y el error son fuente de descontento"

-Barone d'Holbach-

¿A qué se debe el mal humor?

Cualquier circunstancia puede desencadenar el mal humor. El mal humor es un estado de ánimo que surge debido a muchos factores. Algunos expertos, por ejemplo, sostienen que las expectativas incumplidas nos hacen más propensos a tener pensamientos problemáticos, que nos hacen estar de mal humor.

Tal Ben Shadar, profesor de Psicología Positiva de la Universidad de Harvard, asegura que enfadarse tiene su función, es como una válvula que alivia la presión cuando se abre que la persona sufre en una determinada circunstancia. Si lo despiden, puede ser más productivo para usted aceptar el enojo que se produce en esta situación que negarlo.



La ira, en este sentido, puede hacernos entender que hemos sido víctimas de una injusticia y llenarnos de energía para hacer un reclamo. También puede hacernos prisioneros del resentimiento. Todo dependerá de cómo manejemos la emoción.

El mal humor también puede explicarse, claramente en ausencia de trastornos neurológicos, como un estado de ánimo en el que suele producirse una negación de la realidad.. Las personas que siempre están de mal humor rara vez son conscientes de lo que tienen. Sus expectativas desequilibradas les provocan una gran frustración, lo que se traduce en ira y mal humor, llevándolos a ver la situación peor de lo que realmente es.

“La amargura y el orgullo son hermanos gemelos; el mal genio y la irascibilidad son sus compañeros inseparables”

-Madre Teresa de Calcuta

El mal humor ataca el cuerpo y la mente

Estar constantemente de mal humor nos provoca malestar psicológico y tensión emocional que ataca el sistema inmunológico. Aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares y es un mal hábito para la función pulmonar, según un estudio de la Universidad de Harvard.


La persona con mal humor experimenta sentimientos de mal genio, enfado e ira.. Centra su atención en los obstáculos externos que le impiden alcanzar sus objetivos, haciéndolos responsables de su frustración. El mal humor también nos obliga a actuar física o verbalmente de forma intensa e inmediata.

A nivel fisiológico, este estado de ánimo activa el sistema nervioso, aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial y, en ocasiones, reduce el volumen sanguíneo y la temperatura periférica. También aumenta la tensión muscular y la secreción de adrenalina, preparando el cuerpo para esfuerzos intensos.


A raíz de la creciente evidencia científica sobre el impacto negativo del mal humor en el organismo, lo mejor es contar hasta diez antes de perder el control. ¿No crees?

“Hay que interpretar el estado de ánimo como un signo de inseguridad y falta de autoestima”

-Alfred Adler-

Añade un comentario de El mal humor se vuelve en nuestra contra
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.