Última actualización: 26 de abril de 2016
Woody Allen, con su habitual humor e inteligencia, dijo que la vida es una enfermedad hereditaria mortal que se transmite sexualmente. Esta frase ejemplifica con bastante veracidad lo que significa envejecer y lo antinatural que es luchar para ralentizar el tiempo por miedo a envejecer.
En los últimos años se está extendiendo el fenómeno de la cirugía estética, con la que tratamos de borrar las arrugas y signos evidentes del paso de los años, todo por miedo. ¿Qué pasaría si en cambio nos aceptáramos como somos y pensáramos en aprovechar cada momento al máximo, en lugar de pensar en nuestra apariencia?
Por supuesto que es importante cuidarse, comer sano y hacer deporte, sin embargo, hay muchos actores y actrices que, a fuerza de retocarse el rostro para parecer más jóvenes, ahora parecen otra persona, perdiendo por completo su identidad. ¿Por qué tenemos tanto miedo a envejecer?
"Nada nos hace envejecer más rápido que pensar constantemente que nos estamos haciendo viejos"
-Georg Christoph Lichtenberg-
Llega un momento para todos cuando, caminando por la calle, un adolescente nos pregunta algo, dirigiéndose a nosotros con el término "señor" o "señora". En un segundo todo cambió, ya que nos damos cuenta del paso del tiempo, del hecho de que ya no somos los jóvenes que creíamos, aunque en nosotros reine intacto un espíritu juvenil.
Gerascophobia, el miedo a envejecer
Una fobia es un miedo irracional que puede tener consecuencias en la calidad de vida de una persona, generando un clima de ansiedad constante. Las personas con gerascofobia tienen miedo a envejecer y viven aterrorizados ante los signos de decadencia que, con el paso del tiempo, se hacen cada vez más evidentes.
Este fenómeno sucede porque la vejez se asocia a menudo con aspectos negativos como enfermedades, pérdida de movilidad, un aspecto diferente y la aparición de arrugas en el rostro, así como un deterioro general del estado de salud.
La gerascofobia suele presentarse alrededor de los treinta años, en conjunto con la aparición de los primeros signos del paso del tiempo, llegando a generar en algunos casos una fuerte ansiedad. Detrás del miedo a envejecer, es posible rastrear muchas causas, como la tendencia a asociar la vejez solo con aspectos negativos, olvidando el aprendizaje y la sabiduría que solo se puede adquirir con el paso del tiempo.
Una causa de la geracofobia puede estar ligada a las imágenes con las que los medios de comunicación nos bombardean constantemente y al valor que nuestra sociedad otorga a la juventud. Pero la causa más importante es quizás el miedo a estar solos e indefensos durante los últimos años de nuestra vida.
Razones para no temer el paso del tiempo
No cabe duda que el paso de los años trae consigo una sabiduría y un nivel de experiencia que no se podría adquirir de otra forma. Estos son aspectos sumamente positivos a los que es bueno atribuir el justo valor, siendo estas las razones por las que debemos celebrar cada vez que se celebra el cumpleaños.
El siguiente Aquí hay algunas razones para no tener miedo al paso del tiempo. y animaros a mirar el lado positivo de esta espléndida fase de la vida.
El valor de la sabiduría
Con el paso de los años, adquirimos experiencia y habilidades que nos permiten afrontar mejor los altibajos de la vida. La sabiduría derivada del paso del tiempo nos permite tomar decisiones, superar miedos y mantener la serenidad ante las situaciones más complicadas.
"La cobardía envejece más que el tiempo, los años sólo arrugan la piel, mientras que el miedo arruga el alma"
-Facundo Cabral-
Aprende a saber quiénes somos
Gracias a las experiencias adquiridas a lo largo de nuestra vida, aprendemos a comprender quiénes somos, a conocernos a nosotros mismos y a saber gestionar nuestras fortalezas y debilidades.. Aprendemos a aumentar nuestra autenticidad porque dejamos atrás el miedo al qué dirán o pensarán los demás. Conocerte a ti mismo es una de las tareas más difíciles de tu vida, pero al mismo tiempo es una de las más gratificantes.
Sentirse cómodo
Cuando eres joven, te preocupas especialmente por tu apariencia, lo que dices y haces. Con el tiempo, sin embargo, aprendemos a amarnos y apreciarnos unos a otros, a vivir en paz con nosotros mismos.. Nuestra autoestima se fortalece y aprendemos a respetarnos plenamente hasta alcanzar un estado de tranquilidad y bienestar.
"La mayor salvación que hay es conocerse a uno mismo".
-Galileo Galilei-