Pasar a la acción es fundamental para poder vivir como queremos y evitar que otros tomen el control de nuestra vida.
Última actualización: 07 de abril de 2019
Todos tenemos algunos miedos que nos impiden actuar: entre otros, ser abandonado por la pareja, perder el trabajo o tener un accidente. En ellos, indirectamente, una serie de actitudes que mantienen vivo y presente el miedo a actuar.
Cuando tememos algo, terminamos atrayéndolo de una forma u otra. Por ejemplo, si tememos ser abandonados por alguien, encontraremos amigos o parejas que revivirán continuamente el sentimiento de abandono.
El solo pensamiento de la manifestación de los miedos más profundos puede llegar a paralizarnos o hacernos pensar que nacimos con mala suerte. De ahí el miedo a actuar e ir más allá, para salir de la situación donde el miedo y la inseguridad controlan nuestras vidas.
Anticiparse a los acontecimientos y el miedo a actuar
Vivir con miedo significa anticiparse a los acontecimientos. En este sentido, imaginemos lo que nos puede pasar en el futuro. Terminamos pensando en cosas como “Sé que este trabajo no durará mucho”, “Eventualmente encontrará a alguien que le guste más que yo” o “No podré hacerlo solo. Nunca funcionará. "
"Si crees que ya lo sabes todo, no has aprendido nada".
-Alfredo Vela-
Con todas estas premisas es muy difícil poder actuar. La peor consecuencia es que podemos acabar sentirse estancado debido a las limitaciones que nos hemos impuesto. Barreras que hemos levantado con el tiempo, hasta el punto de hacer de nuestra zona de confort un espacio reducido.
Vivir con miedo constante es una percepción personal. Esto no es real. Formulamos hipótesis y tratamos de imaginar qué podría pasarnos si tomáramos ciertas decisiones o qué pasaría si saliéramos de nuestra zona de confort. Pero esto nunca puede tener un desenlace feliz, ya que nos lleva a incursionar en territorios llenos de inseguridades que no esperan más que manifestarse para darnos la razón.
Tomar acción es fundamental
Tomar acción es fundamental. Desde lo básico como decidir qué queremos estudiar, qué profesión queremos ejercer en la vida o si queremos o no una pareja. Porque si tenemos tanto miedo y nos cuesta tanto tomar decisiones ahora, ¿cómo vamos a hacerlo si no tenemos otra opción?
Este es el momento en que cometemos los errores más grandes. Esperar hasta el último momento para tomar una decisión puede conducir a malas elecciones. Del mismo modo, demasiado miedo a actuar puede llevarnos a dejar que otros tomen decisiones por nosotros. Y esto es un grave error.
Si nos reconocemos en estas características y en la dificultad de actuar, también debemos reconocer las nuestras. intento constante de tener todo bajo control. Nos aparece como algo necesario. Sin embargo, por mucho que nos gustaría, es completamente imposible.
Imagina llegar al trabajo una mañana y descubrir que te han despedido sin previo aviso. No sabríamos, cómo actuar, qué hacer. De igual manera sucedería si, un día, nuestra pareja nos dijera que ya no quiere estar con nosotros. Para las personas a las que les cuesta decidir y actuar, las sorpresas nunca serán bienvenidas.
“Cuidado con las situaciones inesperadas. Suelen contener grandes oportunidades”.
-Joseph Pulitzer-
Pero incluso cuando nos sentamos quietos y seguros en nuestra zona de confort, algo sucede. Poco a poco ese miedo que nos tiene en un vicio, empieza a consumirnos por dentro. Lo podemos notar en las dudas que nos asaltan constantemente o en las inseguridades que nos impiden alcanzar cualquier tipo de éxito, aunque tuviéramos todas las credenciales para obtenerlo.
Conclusiones
Pasar a la acción es fundamental para poder vivir como queremos y evitar que otros tomen el control de nuestra vida.. Todos tenemos miedos, pero también podemos superarlos. Además, en lugar de permitir que nos limiten, podemos usarlos para nuestro beneficio. ¿Cómo? Usando la misma fuerza que tienen para hacernos temblar, dudar y querer escapar, para empujarnos a actuar.
Permitiéndonos decidir sin priorizar los miedos en nuestra mente. Porque solo pueden tener fuerza hasta que empecemos a actuar.