En manuales de ayuda psicológica y sobre el tema de
comunicación, uno de los consejos más comunes es que para imitar el lenguaje
corporal del otro ayuda a incrementar la empatía entre las personas. Sin embargo,
en un artículo anterior relacionado con mimetismo
de gestos, ya habíamos visto que imitar los gestos del otro puede ser
percibido por un observador externo como algo negativo, desacreditándonos para
sus ojos y haciéndonos parecer menos inteligentes.
En 1999, los psicólogos Chartrand y Bargh desarrollaron
una serie de experimentos en los que se preguntaron si la gente tiende a imitar
automáticamente a otros y si la mímica realmente aumenta la empatía en el
conversacion. Imitar el
otros es automático? En el primer experimento los psicólogos analizaron 78
personas a las que se les pidió que se sometieran a una entrevista. El entrevistador
estaba preparado de antemano para utilizar ciertos gestos que permitían
ver si la gente los repitió. ¿El resultado? De hecho, la gente tendía a
imita al entrevistador. El gesto más imitado fue el de cruzar las piernas
seguido de tocar su cara. El mimetismo
aumenta la empatía? En el segundo experimento, los investigadores volvieron a
analizar 78 personas a las que se les pidió que comentaran lo que pensaban
una foto junto con un entrevistador (el entrevistador siempre estaba preparado por qué
imitó algunos de los gestos de la gente). El truco era que la mitad del
la gente tenía que ser imitada en sus gestos y la otra mitad no. Al final, vino
Pidió a los participantes que expresaran en una escala del 1 al 9 cuán agradables
resultó ser el entrevistador. ¿El resultado? Cuando el entrevistador había imitado sus gestos
fue comprensivo en un porcentaje de 6,62% mientras que cuando no fue
imitado ninguno el porcentaje bajó al 5,91%. Por supuesto, no es uno
diferencia sustancial, pero sigue siendo estadísticamente significativa. Que
conclusiones que podemos sacar? Simplemente, que el efecto "camaleón" no es todo
ayuda a este reptil a camuflarse en su entorno para sobrevivir, pero que
los humanos también lo aplicamos inconscientemente todos los días, tal vez porque
es un aprendizaje social que nos permite adaptarnos mejor al entorno
vivimos en. Entonces, si desea aumentar la empatía durante una
conversación, podrías imitar los gestos del otro pero, recuerda que sería
mejor que no hubiera una tercera persona mirando, ya que en este caso
podríamos causar una mala impresión.