Para poder abrirse a los demás y resolver sus antiguos problemas, el mundo necesita más compasión. Pero no de dolor, que es muy diferente.
Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 15 2021 noviembre
El mundo necesita más compasión.. La mayoría de la gente simplemente siente lástima. Ese sentimiento pasivo a través del cual se vive la tristeza por los que padecen carencias, por los que se van de su país. Un sentimiento que experimentan, en particular, quienes ocupan el peldaño más alto de la sociedad. Pero solo aquellos que son compasivos toman un sentimiento activo, se esfuerzan por actuar y cambiar las cosas. Haz todo lo posible para mitigar el sufrimiento de los demás.
Lo que más intriga en nuestra sociedad moderna es el gran malestar que suscita la palabra "compasión". Por ejemplo, a nadie le gusta que lo compadezcan, porque de alguna manera acepta reconocer una posición de debilidad, una dimensión que no nos coloca en el mismo nivel de oportunidad que los demás. El significado de este término, sin embargo, cambia considerablemente cuando se considera dentro de la cultura budista.
"La misericordia no cuesta nada y no vale nada".
Josh Billings
La compasión es una gran herramienta que produce varios resultados positivos. La primera es ver el mundo desde un punto de vista más humano, afectuoso y sensible. Además, se añade el compromiso auténtico de querer aliviar el sufrimiento, de hacer todo lo posible para acabar con el dolor sentido.
Pero también hay una dimensión interior, muy necesaria, que es la autocompasión. Una vez más, debemos ser proactivos hacia nuestras necesidades.
En resumen, no es suficiente, no es suficiente sentir lástima.. Observa a los que sufren y ponte en sus zapatos por unos instantes, experimentando esos mismos dolores, para luego alejarte y retomar tu vida, olvidando lo que viste como si nunca hubiera sucedido. Necesitamos acción, voluntad y compromiso. Hacia los demás, pero también hacia nosotros mismos. Desarrollando esa realidad interior que a veces pasamos por alto y olvidamos.
El mundo necesita más compasión, más compromiso.
A menudo ignoramos la gran implicación psicológica de algunos términos. Así, la palabra "piedad" se esconde en los recovecos de sus tres sílabas, con unas dimensiones tan curiosas como sorprendentes. Algunos dicen, por ejemplo, que cuando experimentan esta emoción, aplican el mayor grado de empatía. Soy capaz de conectarme con el sufrimiento de los demás, reconociendo lo que duele, sufriendo casi en primera persona. Al sentir lástima, automáticamente consumen su tensión emocional.
Pero ojo, "tener piedad" de alguien no tiene nada que ver con la empatía. Ya que este sentimiento surge de un sentimiento de superioridad. Es evidente algo que nos separa del otro: la apariencia, el estatus, el nivel económico y también la distancia física de la especie. Por ejemplo, cuando sientes lástima por un animal.
En cambio, cuando uno siente compasión, la palabra misma ya indica cierta propensión a hacer, a inclinarse hacia adelante, a buscar el contacto. Esta palabra proviene del latín “cum passio” y podría traducirse como “sufrir juntos”.
Las distancias se desvanecen para establecer una cercanía de igual a igual, en la que uno participa del dolor de los demás, pero con un propósito muy claro: trabajar juntos para mejorar su situación. Podemos concluir que la compasión es el resultado de la confluencia de tres aspectos básicos:
- Emocional: nos sumamos activamente al sufrimiento de los demás, experimentando la motivación de cambio, el deseo de intervenir para generar bienestar.
- Cognitivo: percibimos el dolor de los demás y lo evaluamos, concluyendo la necesidad de desarrollar un plan de acción.
- conductual: la decisión de implementar una serie de acciones para resolver la complicada situación de nuestro prójimo.
La empatía no es sinónimo de compasión. La mayoría de las personas se identifican con los demás, pero solo en casos especiales esto va acompañado de acciones concretas. La compasión implica un sentimiento dinámico, proactivo, una acción que parte de las emociones pero que persigue un fin definido: mejorar la situación de los demás.
La compasión, un instinto que el mundo debe recuperar
El mundo necesita más compasión. Son muchas las personas que contemplan el dolor de los demás, pero pocas las que aportan los medios (sus medios) para propiciar un cambio positivo..
Como se indicó al principio, esta palabra todavía tiene una implicación un tanto compleja e incómoda en el vocabulario humano. A nadie le gusta transmitir una sensación de desagrado. La mayoría de las veces, también somos reacios a obtener ayuda de los demás.
Sin embargo, como explica un estudio de la Universidad de Berkeley (California), el hombre debería ser capaz de recuperar este “instinto primario”. La compasión sería esa respuesta natural y automática que nos permitiera sobrevivir como especie.
También se ha demostrado que yo Los niños de 2 y 3 años exhiben un comportamiento compasivo hacia sus compañeros, incluso en ausencia de recompensas.. Es una reacción, una especie de respuesta instintiva. Hoy, por desgracia, la compasión tiende a desaparecer y muchas veces por condicionamientos y presiones sociales.
Un dato interesante aportado por el Dr. Dachner Keltner, responsable del estudio realizado por la Universidad de Berkeley, se refiere al famoso aforismo “la especie que sobrevive es la que es capaz de adaptarse mejor”. Se atribuye a Charles Darwin, pero no sería obra del famoso autor del Origen de las especies. Esa idea, esa frase, la acuñaron Herbert Spencer y los darwinistas sociales, que querían justificar la superioridad de clase y de raza.
Charles Darwin enfatizó una idea muy diferente. En efecto, como él mismo explica en sus escritos las sociedades en las que la compasión es más pronunciada disfrutan de mayores posibilidades de evolución.
Estas son sus palabras: “Los instintos sociales o maternales como la compasión son mejores que cualquier otro. Las comunidades que incluyan un mayor número de miembros compasivos prosperarán más, porque este rasgo promueve la supervivencia y el bienestar de la especie”.