Última actualización: 26 de enero de 2015
Una vez, un monje oriental vio un escorpión a punto de ahogarse. Decidió sacarlo del agua, pero al hacerlo el escorpión lo picó. Por el dolor soltó el agarre, dejándolo caer, y el animal comenzó a hundirse... Luego trató de sacarlo nuevamente, y el animal lo picó nuevamente.
La escena se repitió varias veces: sacarlo del agua, ser picado y soltarlo.
Un transeúnte que lo observaba desde hace un rato le dijo: “¿Por qué eres tan terco? ¿No comprende que cada vez que lo saque del agua, el escorpión lo picará?
Y el monje respondió: "Está en la naturaleza del escorpión picar. Pero eso no cambiará mi naturaleza, que es ayudar".
Para poder tener un carácter bien definido hay que vencer los miedos, porque no nos permiten correr riesgos, y la única forma de vivir de verdad es arriesgándonos constantemente, cada vez que tomamos decisiones.
Una persona tiene un carácter definido cuando en la vida se las arregla para permanecer fiel a los principios personales¿Cuándo está seguro de sus creencias, y especialmente cuando es capaz de controlarse a sí mismo y dominar sus impulsos. Una persona con carácter también puede tener miedos, pero la diferencia está en la forma en que los enfrenta. No huye ni se paraliza, sino que aceptar situaciones de riesgo con valentía y determinación, intentando resolverlos de la forma más adecuada y sin desmoronarse ante la primera dificultad. Vivir no es fácil. El mundo puede ser maravilloso, pero también puede ser cruel.
Mantener un caracter fuerte nos permite afrontar las cosas como son, no como nos gustaría que fueran. Nos ayuda a distanciarnos de las personas débiles que nunca se comprometen y cuyo ego se compromete con todo y con todos, porque le dan a todo un precio o un valor.
El objetivo no es poseer, sino dar; no es tener, sino ser: no controlar, sino compartir: no someterse, sino llevarse bien. (Rabino Abraham Joshua Heschel)
