Última actualización: 17 de marzo de 2017
¿Quién no ha sucumbido a la dulzura y amargura de los amores imposibles? El ejemplo por excelencia de esta categoría es el amor adolescente. Cómo se sintió para un profesor o maestra de inglés. Un amor platónico que se conformaba con una mirada o una sonrisa, que te dejaba soñar en grande, pero que no te permitía alcanzar metas concretas. También había algo de placer en fantasear con ese amor.
Seguro que también hay amores imposibles hacia una cantante, una actriz o cualquier persona famosa.. Son esos afectos que se posan en alguien que vemos, aunque la persona en cuestión ni siquiera sepa que existimos. Lo percibimos como familiar, pero en realidad está a años luz de distancia. Aun así, muchos adolescentes e incluso algunos jóvenes y adultos han experimentado este sentimiento.
"El amor es como una guerra: fácil de empezar, difícil de terminar, imposible de olvidar".
-Henry Louis Mencken-
Los amores imposibles propiamente dichos no pueden faltar. Estos nacen y se encienden, pero están rodeados de mala suerte o de verdaderos obstáculos. Son sentimientos que se viven con intensidad y que, de una forma u otra, nunca mueren.
Los diversos tipos de amores imposibles
Los expertos dicen que hay tres tipos de amores imposibles. Uno es el amor fantasma, el otro es el amor narcisista y finalmente está el amor difícil.
El primero corresponde a aquellos casos en los que uno se enamora de alguien que no existe. Se necesita amor y se le otorgan a una persona características y virtudes que, en realidad, no tiene. Casi siempre esta persona representa una forma de suplir nuestras carencias infantiles.
También existen los amores imposibles de carácter narcisista. Son imposibles porque nunca se encuentran. Cree que se merece a alguien tan perfecto que pueda pasarse toda la vida buscándolo sin encontrarlo. Es amar el vacío o desear una versión exaltada del propio ego. En estos casos solo hay una gran soledad.. Nadie logra realizar esta fantasía.
Finalmente, hay amores que son imposibles debido a las dificultades. Son amores por los que hay que luchar mucho para hacerlos realidad. Hay situaciones puntuales que hacen muy difíciles ciertos amores. Por ejemplo, la persona en cuestión ya tiene pareja o es alguien que no se enamorará de nosotros o, de nuevo, existen fuertes conflictos religiosos o ideológicos que impiden que estemos juntos.
También pertenecen a este último grupo los casos de grandes amores que se vuelven imposibles por la muerte de uno de los dos.. La persona muere, pero no muere el amor que nos une a ella. Durante algún tiempo, uno queda atrapado en la contradicción de amar a alguien que ya no está.
El encanto de los amores imposibles
Son los amores imposibles los que nos llevan a descubrir al poeta que llevamos dentro. Los más pragmáticos nunca lo han probado, pero se han perdido una experiencia infernal y maravillosa al mismo tiempo. Todos los amores necesitan un toque de imposibilidad para alimentarse, para mantener vivo el deseo.. Cuando esta imposibilidad es absoluta, el alma arde, y con ella la creatividad y el sentimiento de vivir y morir en un solo instante.
La imposibilidad en el amor se vive, más o menos, como una tragedia vital. Al menos eso es lo que se siente mientras luchas por hacerlos realidad. Son amores llenos de tormento y que nos llevan a vivir en la paradoja de no poder abandonarlos, pero tampoco poder alcanzarlos. Son sufridos y apreciados al mismo tiempo. Ambos son éxtasis y abismo.
A pesar de todo, tienen un encanto único. Nos ponen a prueba, desafían nuestra dimensión más íntima. Y una cosa es segura: nunca se olvidan. Nunca son recordados con indiferencia. Palidecen con el tiempo, se llenan de realidad, pero no dejan de ser una chispa que de vez en cuando acelera los latidos de nuestro corazón.
En algunos casos, sin embargo, los amores imposibles se convierten en lastre. Ocurre cuando no podemos dejar ir la fantasía y nos aferramos ciegamente a ella.. Cuando no logramos dar paso a la frustración que proviene de aceptar que no fue posible la historia que no queríamos. En estos casos, sientes un dolor terrible e incluso puedes enfermarte. Sin embargo, para aprender a amar de verdad, los amores imposibles son sin duda una excelente escuela.