Encontrar tu lugar en el mundo no parece una tarea fácil. Sin embargo, la solución está más cerca de lo que crees: simplemente encuéntrate a ti mismo.
Última actualización: 06 de marzo de 2020
Pasan los días y sentimos que no pertenecemos a ningún lado. Nos despertamos sintiendo un vacío emocional que se prolonga durante el resto del día. En un sentido, parece imposible encontrar el lugar de uno en el mundo. Percibimos cualquier lugar al que vamos como un extraño. Parece que solo nuestros amigos son los únicos que nos dan un poco de consuelo a veces. Sin embargo, este sentimiento tampoco dura mucho, porque a menudo también nos sentimos ajenos a nosotros mismos. ¿Qué nos pasa?
Nada ni nadie puede hacernos felices. Deambulamos de un lugar a otro con una monotonía constante que nos sumerge en un océano de dudas e incertidumbres. Realmente no entendemos lo que nos sucede a nosotros o al mundo. Escudriñamos nuestro horizonte existencial y no encontramos el más mínimo signo de sentido para nuestra existencia. ¿Qué podemos hacer?
La desesperación recorre nuestro cuerpo de pies a cabeza, poniendo de punta cada vello de nuestra piel. Nos falta el aliento y el estado de ánimo desciende al fondo de la psique. Parece cada vez más imposible encontrar el lugar de uno en el mundo.
¿Qué tenemos que ver nosotros con todo esto?
Ningún lugar parece adecuado para nosotros. Cada trabajo se convierte en un dolor. Sentimos el peso del cuerpo e incluso del alma. Percibimos la existencia como una pesada carga sobre nuestros hombros..
Pensamos en el mundo, en cómo funciona y nos damos cuenta de que no está hecho para nosotros. El pesimismo se hace cargo. Casi se siente como si viniéramos de otro lugar o como si hubiéramos nacido en el momento equivocado. “¿Qué tenemos que ver nosotros con todo esto? ¿Cuál es nuestro lugar en el mundo? “, nos preguntamos muchas veces.
Sentirse cómodo en un contexto definido se vuelve bastante complicado. Sin embargo, por alguna razón que no podemos explicar, hay lugares mágicos donde todo parece ir bien. ¿Qué son estos lugares? Cada uno tiene lo suyo. Algunas personas se sienten cómodas en los templos religiosos. Otros en grandes jardines y bosques. El mar produce una gran sensación de conexión con el mundo.
Encontrar el lugar propio en el mundo y las expectativas de los demás.
Si nos detenemos un momento a reflexionar sobre lo que nos pasa y la sensación de impotencia que sentimos, podemos obtener grandes respuestas. En muchos casos, parte de los caminos de vida que hemos emprendido han sido dictados por la influencia del contexto social o familiar.
Inconscientemente, aceptábamos esos caminos como propios y por eso tratábamos de seguirlos. También podemos tener éxito en el trabajo y económicamente, pero no emocionalmente. Por eso, a pesar del aparente éxito, siempre nos sentimos fuera de lugar.
En varias ocasiones hemos elegido la vida que otros esperaban de nosotros o hemos recorrido sus caminos sin infamia y sin gloria. Ni siquiera hemos considerado otras alternativas posibles. Y por eso es el momento de preguntarnos si estamos llevando la vida que queremos o la que los demás esperan de nosotros.
"Regocíjate porque cada lugar es aquí y cada momento es ahora".
-Buda-
La monja budista, Venerable Damcho, dice que antes de refugiarse en el budismo, fue una periodista exitosa. Aunque lo tenía todo, no era feliz y sentía que algo andaba mal. Decidió abandonar su vida mediática para convertirse en monja budista.. Desde entonces, su entrega a los demás la ha hecho inmensamente feliz.
Lama Rinchen, un maestro de meditación budista, cuenta una historia similar. Era un exitoso hombre de negocios que un día decidió dejar su trabajo y ganarse la vida haciendo jugos naturales en una modesta tienda del pueblo.
¿Hasta qué punto obligamos a nuestra vida a tomar caminos equivocados? ¿Estamos realmente contentos con lo que hacemos a pesar del éxito? Investigamos dentro de nosotros mismos y analizamos lo que nos da la verdadera plenitud.
Tu lugar en el mundo, el vacío interior y el budismo
El budismo afirma que el vacío interior que sentimos cuando no encontramos nuestro lugar en el mundo se debe a la desconexión de nuestra auténtica naturaleza de Buda. Pero, ¿qué es la naturaleza de Buda?
La respuesta es simple: el último estado del ser, un estado en el que nos sentimos enamorados y felices. Por eso, el secreto está en acabar con las condiciones que nos causan sufrimiento y, de esta manera, alcanzar la felicidad. Así, al liberarnos de las aflicciones mentales, aumentaremos las posibilidades de ser felices bajo cualquier circunstancia.
Nuestro lugar en el mundo no depende tanto de dónde estemos, sino de nuestro estado de ánimo. Un estado de ánimo de paz, armonía, serenidad y amor. De esta manera, ningún lugar se sentirá tan hostil o incómodo como solía ser. Podríamos disfrutar de una plenitud genuina que despierta en nosotros un estado de armonía sin importar dónde nos encontremos.
"Si no eres feliz aquí y ahora, nunca lo serás".
-Taisen Deshimaru-
