Enviar menos mensajes y verse más

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Enviar menos mensajes y verse más

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 14 de diciembre de 2021

Es cierto que las nuevas tecnologías permiten que muchas relaciones sobrevivan. Sin embargo, eso no significa que no oculten también aspectos negativos. Ahora ha llegado al punto en que en lugar de vernos en persona, preferimos intercambiar mensajes, pero no podemos permitir que se vuelva normal. Es hora de hablar un poco más e enviar menos mensajes.



Hoy en día, las relaciones no surgen de una charla intercambiada con un buen café, sino de asépticos mensajes intercambiados a través de WhatsApp. Lógicamente, estas relaciones nunca son tan profundas como las que nacen de un café tomado con un amigo en el bar, de una mirada cómplice, de un abrazo intercambiado en un frío día de invierno. Esto nos lleva a inferir que deberíamos enviar menos mensajes de texto y hablar cara a cara.

Por qué sí, hasta un abrazo puede comunicar mucho, y encontrar tiempo para las personas que nos importan no debería parecernos tan complicado. ¿De verdad no tenemos tiempo? Probablemente solo necesitemos revisar nuestras prioridades, porque cuidarnos a nosotros mismos y a las personas que nos importan no puede ser la última de una larga lista de preocupaciones.

Y porque los discursos de verdad, los más edificantes, no pasan por WhatsApp. Además, ver a las personas que amamos con más frecuencia solo puede hacernos bien.

Las redes sociales, enemigas de la escucha activa

Los estudios que analizan el impacto que tiene el uso (o mejor dicho, el abuso) de las redes sociales en nuestro bienestar psicológico y en la creación de redes de apoyo social estables, pero sobre todo reales, son todavía relativamente escasos. Sin embargo, está claro que por ahora ya no se miran a los ojos incluso cuando comunican algo importante. A menudo, incluso cuando nos las arreglamos para sacar tiempo para compartir con los demás, nos interrumpen constantemente o nos distraen de alguna otra manera, y nuestra capacidad para escuchar activamente se resiente.



Tratar temas importantes en WhatsApp hace que los interlocutores pierdan pasajes importantes. Información y reflexiones que, de ser recibidas, nos permitirían comprender mejor el problema en cuestión y brindar ayuda concreta al otro.

En las redes sociales nos dejamos engañar por las apariencias, medias verdades, opiniones impuestas, que reducen significativamente la calidad de las relaciones. Terminan por no conocerse nunca del todo, nunca más se encuentran, ya no son capaces de entender lo que hay detrás de la mirada de un amigo o los sentimientos que realmente siente.

Incluso si hay sinceridad, la comunicación virtual siempre es incompleta. Esta es solo una de las razones por las que deberíamos salir un poco más y enviar menos mensajes de texto. También hay que considerar que el uso de la tecnología se caracteriza por el devastador “efecto acumulativo”. Poco a poco estos hábitos de comunicación empiezan a formar parte de nuestro día a día y nuestra percepción de nosotros mismos acaba siendo cada vez más distorsionada.

Lo que nació como una tecnología útil para facilitar la comunicación y hacerla accesible a todos nos ha convertido en esclavos. Se supone que debemos responder inmediatamente a cada mensaje. ¿Qué pasa si eso no sucede? En ese caso no debe sorprendernos el enfado y la indignación de nuestro interlocutor que darán lugar a discusiones estériles nacidas de la falta de confianza.

La Sindrome FOMO (Miedo a perderse algo)

La expresión síndrome FOMO hace referencia al miedo a perderse algo. Este miedo es la consecuencia directa de nuestro hábito de estar siempre en línea, constantemente actualizados sobre lo que sucede en las redes sociales.


Esto significa que, en última instancia, nos interesa más la vida de los demás que la nuestra y que no reconocemos la importancia de las relaciones auténticas. Las consecuencias de este fenómeno son desastrosas para nuestro bienestar psicológico, porque acabamos preocupándonos muy poco de nosotros mismos y de los que nos rodean por esta urgente necesidad de mantener bajo control nuestro “entorno virtual”.



Envíe menos mensajes para construir relaciones reales

Esta situación se convierte en una limitación cuando nos impide disfrutar de la compañía de los demás. La triste verdad es que hoy en día el smartphone parece ser una extensión de nuestro cuerpo, y esto afecta negativamente a nuestras relaciones, tanto en cantidad como en calidad.


Deberíamos hacer un serio esfuerzo por tratar de guardar nuestros teléfonos, al menos cuando estamos en compañía de alguien, fomentando en lo posible el establecimiento de una comunicación real. Porque No tenemos los mejores chats en WhatsApp. En definitiva, es necesario que nos veamos más a menudo, de lo contrario las redes sociales acabarán siendo el único medio de comunicación. Es cierto que nos permiten enviar mensajes y contenidos de todo tipo, pero desde luego no pueden transmitir complicidad.

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