Última actualización: 07 de abril de 2020
La envidia no es un sentimiento, sino una pasión enfermiza. Sin embargo, no hay persona viva que no lo haya experimentado en su vida., es parte de nuestra realidad humana. El problema ocurre cuando las personas se dejan invadir por esta pasión y sucumben a ella. Es entonces cuando este sentimiento se manifiesta de diferentes formas, todas ellas nocivas. Te invitamos a descubrir las numerosas manifestaciones de la envidia.
Es una pasión difícil de soportar, y afecta más a quien la siente que a quien la despierta. Viene en muchas formas, algunas de las cuales son difíciles de reconocer. A veces se esconde detrás de actitudes que a primera vista parecen ligadas a buenas intenciones.
"Nadie es grande para ser envidiado, innumerables son para ser muy compasivos".
–Arthur Schopenhauer-
Uno de los objetivos que todos deberíamos fijarnos en la vida es aprender a procesar y diluir la envidia cuando surge. Para hacer esto, primero debes reconocerlo. Estas son algunas de las manifestaciones de la envidia que pueden pasar desapercibidas a primera vista.
5 manifestaciones de la envidia
1. El comentario sarcástico
El comentario sarcástico es una de las manifestaciones más comunes de la envidia. El sarcasmo se define como una especie de broma en la que se dice una cosa, queriendo decir, sin embargo, lo contrario o en todo caso algo diferente. Mensajes bidireccionales. Las palabras dicen una cosa, su significado sugiere otra.
La forma más común de sarcasmo es aquella que combina un mensaje agresivo con uno amistoso. Como cuando alguien dice: “Qué vestido tan bonito llevas, lástima que hayas subido tanto de peso” o frases como: “Hiciste un gran trabajo, aunque hubo muchos errores”. Al final, la ofensa prevalece. Una ofensa dictada por la envidia.
2. Dispara a cero
Típico de esas personas que no usan filtros cuando tienen que compartir un mensaje. A menudo posponen alguna grosería o alguna Verdaderas críticas despiadadas por sinceridad sincera, lanzadas sin miramientos, como si se sintieran con derecho a hacerlo.
Son esas personas que dicen: "¡Qué idiota has sido!" o "Tienes muy mala dentadura". Comparten su opinión sin que nadie les pregunte, además no aporta nada útil o nuevo a la situación. Por ello esta actitud puede ser considerada una de las manifestaciones de la envidia.
3. Sadismo suave
En general, los "sádicos gentiles" son personas muy agradables que son atentos y afables, pero en realidad actúan con el objetivo de entorpecer los planes de los demás o poner obstáculos en el camino hacia las metas que otros se proponen. En su defensa, sin embargo, suelen alegar que no lo hicieron intencionadamente.
Son casos en los que, por ejemplo, pedir un favor importante a una persona y esta, después de habérselo prometido, se "olvida" del mismo. Después de eso, se disculpa y trata de convencerte de que sus intenciones eran buenas y que no quería hacerte daño. Otro ejemplo son las personas que sin saberlo te manchan el vestido o te ignoran a la hora de tomar una decisión importante, aunque te concierna.
4. Pequeña solidaridad
Esta es una de las manifestaciones más frecuentes de la envidia y una de las que más suele doler. La frase favorita de estas personas es "Solo estoy tratando de ayudarte". corresponde a los que se entrometen, que buscan descubrir los hechos íntimos o asuntos personales de los demás.
Son gente retorcida. Con la información que obtienen, trazan tramas que pueden generar mucha confusión. Estoy siempre a merced de la vida de los demás, dan consejos sin ser consultados, alertan a las personas de sus posibles enemigos y acaban generando malestares involuntarios. Les mueve una fuerte envidia.
5. El que se compara y gana
Esta es una de las manifestaciones de la envidia de las personas egocéntricas que tienden a compararse constantemente con los demás, tratando de alguna manera de salir siempre como “ganadores”. En otras palabras, necesitan sentirse superiores en contraste con los demás.
Para ellos es fácil centrarse en la ropa, los coches, la pareja, los estudios, en fin, todo lo de los demás. Y entonces, cuando menos te lo esperas, lanzan un comentario destinado a ridiculizar lo tuyo para exaltar lo suyo. Dicen cosas como: “Escuché que tuviste un problema con tu novio. Es una pena. Yo nunca tengo problemas con los míos".
Todas las manifestaciones de envidia enumeradas son también expresiones de inseguridad. Ocurren cuando una persona es incapaz de verse a sí misma con sus propios ojos, encontrándose en la necesidad de mirarse a sí misma a través de comparaciones con los demás. Las metas y satisfacciones de los demás le recuerdan sus propios vacíos e insatisfacciones. Esto la hace sufrir mucho. Para ayudar a estas personas, primero debemos aprender a comprender su sufrimiento.