Última actualización: 18 marzo, 2016
Te vistes con ropa bonita y a la moda, te peinas, sigues la dieta para adelgazar, usas cremas para disimular tus imperfecciones, tacones para parecer más alta, maquillaje para resaltar tu belleza. Sin embargo, tu verdadera belleza esta detras de todo esto, eres tu, con tu infinita imperfeccion y tu ser mujer.
¿Quién decide lo que es bello? A nadie le puede importar el significado de la palabra "hermoso", si eres hermosa o no, y para ello debes apreciar quién eres y debes proyectar esa belleza tuya en todos los aspectos de tu vida y de tu existencia.
La belleza del rostro es un adorno frágil, una flor que se marchita rápidamente, pero la belleza del espíritu es algo sustancial y sólido”.
-Moliere-
Neumáticos perfectos
Si pensamos en todas las operaciones de cirugía estética que existen, en todos los tratamientos para no envejecer, casi parece que queremos rechazar la vejez, lo que está roto, lo imperfecto. La sociedad consumista actual, formada por mujeres altas, delgadas y perfectas, ha abandonado todos los valores, la esencia de la feminidad, de la belleza de la mujer real.
Es agotador pensar siempre en cómo ser bella, cómo satisfacer ese ideal de belleza que se nos ha impuesto desde que somos niñas, que vemos en la televisión y en las revistas... Intentamos alcanzar un ideal imposible, que no es real, que nos impide ver que, en realidad, ya somos hermosos.
La belleza y la fuerza de las imperfecciones
En Japón, es tradicional reparar la cerámica rota con una sustancia adhesiva fuerte mezclada con polvo de oro, para realzar las imperfecciones en lugar de ocultarlas. Se piensa que cuando un objeto se daña y se rompe, tiene una historia que contar, lo que lo hace más hermoso. Este arte tradicional se conoce con el nombre de Kintsugi.
Si aplicamos el mismo concepto a los seres humanos, deberíamos aprender a apreciar las imperfecciones, la vejez, con toda su sabiduría y con toda su fuerza. Debemos aprender a aceptarnos tal como somos, sin pretender detener el tiempo, que en realidad nos hace bellos, sabios y fuertes.
“La belleza de una mujer no depende de la ropa que usa, ni de la apariencia que posee ni de la forma en que se peina. Las mujeres más felices son las mujeres más hermosas”.
-Audrey Hepburn-
Muestra tu fragilidad
Se piensa que una persona perfecta no tiene derecho a llorar, a fracasar, a tener un cuerpo que no respeta los cánones de belleza, a ser vulnerable, a tener miedo. ¿Qué tipo de felicidad puede sentir una persona así? Es fundamental aprender a mostrar la propia fragilidad. Lo que nos hace sentir frágiles es lo que nos puede acercar a los demás.
Quizá mostrar nuestra vulnerabilidad nos asuste, pero si no lo hacemos nunca seremos nosotros mismos, nunca aprenderemos a mostrarnos tal y como somos. Pueden hacernos daño, pero es un riesgo que debemos correr poder vivir en armonía con nuestra identidad.
belleza imperfecta
Poco a poco empieza a surgir la idea de que la belleza no es la de una modelo muy delgada y muy joven. La belleza es la realidad, la imperfección, lo que muestra el paso del tiempo. Debemos intentar que prevalezcan valores como la autoestima, el bienestar y la diversidad.
Sin embargo, es difícil cambiar la idea que uno tiene de la belleza, sobre todo porque la belleza es subjetiva, tiene un significado diferente para cada uno de nosotros. La belleza es imperfecta, es natural, no se cubre ni pretende ser lo que no es, no oculta los signos de los tiempos, sino que aprecia su sabiduría e historia, y la muestra al mundo.
Muestra tus imperfecciones y aprende a ser bella
Por esta razón, tu belleza se ve cuando te muestras por lo que eres, cuando tu espontaneidad sale a la luz del sol, cuando no te escondes, cuando lloras y cuando ríes, cuando tienes miedo y lo demuestras, cuando te sientes vulnerable y lo dejas ver, cuando corres el riesgo de amar y abrir tu corazón, cuando eres hermosa.
¿Hay algo más hermoso que mostrarnos tal como somos? Nos enseñan a escondernos, a maquillarnos, a taparnos, pero hay que salir, extender las alas y volar, porque mostrar la verdadera belleza es un acto de valentía.
“He aprendido que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. Valor no es el que no siente miedo, sino el que consigue vencerlo”.
-Nelson Mandela-